Probamos el Volvo EX30 Extended Range: flechazo por un SUV que puede ser un fenómeno de masas

Dicen que el corazón tiene razones que la razón no entiende, y cuando el proverbio se aplica a un coche concreto, a su concepto o diseño, se puede convertir excepcionalmente en un fenómeno de masas. En su nicho de mercado, eso lo que le sucede al nuevo Volvo EX30.

Probamos el Volvo EX30 Extended Range, flechazo por un SUV que puede ser un fenómeno de masas
Probamos el Volvo EX30 Extended Range, flechazo por un SUV que puede ser un fenómeno de masas

Hay algo alrededor del EX30 que tiene "duende", aunque procuraré ser totalmente imparcial y objetivo. Sí, es un coche con no pocas debilidades como vehículo eléctrico, no muy práctico en comparación con otros modelos de combustión que tienen un tamaño semejante y, muy, muy peculiar por su concepción minimalista, pero me encanta, y no debo ser el único porque su arranque comercial ha sido un verdadero éxito.

Al cierre de estas líneas, su cuarto puesto en el global de eléctricos vendidos en España en lo que llevamos del año lo deja a un soplo de distancia del MG4, un coche mucho más popular, y le saca un cuerpo de ventaja al renovado BMW iX1. Cierto es que las ventas están sesgadas al haber un primer periodo pre-aranceles en el que el Volvo EX30 se vendía con precios algo más competitivos, alrededor de dos mil euros más barato de media en la gama: si su anterior punto de arranque eran los 37.500 euros de la versión Core de 272 CV con la batería de litio hierro-fosfato con 49 kWh útiles de capacidad —337 km teóricos de autonomía—, ahora esa misma versión cuesta 39.050 euros, un precio por el que podemos encontrar competidores con buena imagen de marca, más autonomía y prestaciones dinámicas equivalentes. Quien tenga claro que va a destinar el EX30 como segundo coche —entiéndase como tipología de uso—, la versión de batería pequeña puede cubrir más que satisfactoriamente las necesidades de un usuario medio.

Volvo EX30 Extended Range
Volvo EX30 Extended Range.

Quien, por el contrario, crea que acabará sacando al EX30 de su zona de confort debería poner el ojo en las versiones de batería “grande”: 64 kWh, tecnología de iones de litio, más potencia de carga en corriente continua y 475 km teóricos. Un EX30 Core de 272 CV Extended Range ha pasado de costar 44.314 euros cuando se lanzó a costar 44.314 euros en la actualidad… La verdad es que se me ocurren algunos coches de su mismo formato más redondos que cuestan bastante menos. Uno de ellos es el ID.3 Pro S, con 204 CV y 77 kWh de batería, probablemente uno de los coches más completos de la categoría por el precio que se ofrece ahora, o el Cupra Born en su versión e-Boost Pack Battery con 231 CV, compartiendo una ya generosa batería con el ID.3. Aunque, como te decía al principio, el EX30, siendo caro e imperfecto, tiene algo tan especial como un Mazda MX-30 con motor rotativo —otra excelente alternativa, por cierto, y claramente más barata—: me gusta y apetece conducirlo mucho más que esos dos coches que te he puesto antes como ejemplo, asumiendo incluso que su tecnología es más ineficiente de lo que cabría esperar.

Espacio ZEN en el nuevo Volvo EX30

El Volvo EX30 encarna el minimalismo puro, algo que se hace extensible al aspecto de ciertos materiales, como los que emplea la suerte de “encimera” que divide la zona superior de la inferior del salpicadero. Por su funcionalidad, la integración digital en una única pantalla central —12,3 pulgadas, en formato vertical—, casi nula presencia de mandos físicos en puertas, consola o salpicadero y la elección de materiales que el tiempo ha demostrado que ya dejan huella —algunas zonas del interior presentaban rayaduras que parecían irreversibles—, el EX30 es uno de esos coches sin término medio: lo amarás o lo odiarás, aunque al menos es un producto distinto, diferente incluso a alternativas en las que parece haberse inspirado, como Tesla.

Interior del nuevo Volvo EX30
Interior del nuevo Volvo EX30.

Yo reconozco que estoy en el grupo de los que ven más perjuicios que beneficios, pero sin encontrar razón lógica, me gusta la imperfección de su sistema. La verdad es que, con el uso, he ido encontrando el comando de voz adecuado para utilizar ciertas funciones sin necesidad de recurrir a la pantalla central, cuya distribución de menús carece de mucha lógica, la verdad. Hay que desplegar un menú para acceder al climatizador, otro diferente para el ventilador. Aparecen frecuentemente mensajes que tienen el texto muy pequeño y duran tan poco que, en su gran mayoría, no me da tiempo a verlos antes de ponerme las gafas de cerca. Además, en el momento de hacerlo, o de desviar mínimamente la atención, la cámara frontal que monitoriza el estado de alerta del conductor te manda un aviso de advertencia por desatención en la conducción.

El indicador de velocidad se ubica en la zona superior izquierda de la pantalla y tienes que desviar intencionadamente la vista para mirarlo constantemente. Por no existir, no hay ni tan siquiera mando de reglaje para los espejos, regulación que, como la apertura de la guantera, también hay que realizar desde la pantalla. Hay aspectos que, apostaría, son meros despistes de la marca que se subsanarán con el tiempo. Uno de ellos te podrá dejar literalmente colgado el primer día que cargues el coche en un punto de corriente alterna: la potencia de carga en corriente alterna está programada al mínimo, 1,4 kW, y se restablece a ese valor cada vez que se arranca el coche, así que, a la hora de cargarlo en un punto de este tipo, hay que tener la precaución de acceder al menú correspondiente y modificar el valor —hasta 11 kW de serie en Core y Plus y 22 kW en los Ultra—. Para desbloquear el terminal de carga, también hay que recurrir a la correspondiente función en la pantalla multimedia. Eso sí, Android Automotive nos garantiza prestaciones como mapas actualizados con tráfico en tiempo real, así como un eficaz planificador de ruta que indica con bastante exactitud la autonomía con la que llegaríamos a destino.

Volvo EX30 Extended Range
Maletero Volvo EX30 Extended Range.

La plataforma del EX30 tiene una característica que condiciona la función del habitáculo: el piso está muy elevado y, debido a ello, la altura vertical hasta la base del asiento es bastante pequeña. Los 63 cm de cota longitudinal para las piernas en las plazas traseras, ya de por sí algo justos, se desaprovechan al tener que viajar con las rodillas muy elevadas. Delante pasa más o menos lo mismo: con el asiento en su posición más baja —tanto como para que los pasajeros posteriores no puedan introducir cómodamente los pies bajo la banqueta—, me da la impresión de ir demasiado “tumbado”, además de perder campo de visión; con él en una posición más elevada no llego a encontrar la relación adecuada entre pedales, volante y asiento.

Refinado poderío

Basado en la plataforma CMA del XC40/EX40 —rebautizada como SEA, Sustainable Experience Architecture—, el EX30 nació ya con el motor principal en el eje posterior; si algo demostró el mismísimo EX40 eléctrico, que sí llegó a tener versiones con motor delantero, es que, por las características de entrega de potencia de los motores eléctricos, con un rendimiento ya destacable, es que la propulsión es la combinación ganadora. Aunque las ruedas opcionales de 20 pulgadas equipadas en nuestra unidad aportan agarre extra, los 272 CV y 343 Nm de par de las versiones Single Motor del EX40 —los Dual Motor tienen una configuración simétrica, es decir, utilizan un segundo motor igual en el eje delantero— fluyen hacia el asfalto con una efectividad a toda prueba.

Volvo EX30 Extended Range
Volvo EX30 Extended Range.

Por afinar, queda mejorar la respuesta del acelerador para iniciar la marcha o moverlo a muy baja velocidad, porque, para aparcar o salir de la rampa de un garaje, por ejemplo, hay que ayudarse del freno empleando la secuencia exacta —liberar el freno exactamente antes de acelerar— para que el coche no avance o retroceda algún metro sin aparente control. Pero al margen de este detalle —le cogerás rápidamente el hilo—, el EX30 es un coche realmente delicioso, que puede responder con mucha suavidad a la hora de conducir con normalidad o acelerar de forma verdaderamente contundente, como atestiguan sus menos de 6 segundos para pasar de 0 a 100 km/h o el tiempo que emplea para pasar de 80 a 120 km/h: 3,9 segundos. A

lrededor de 700 metros después de haber pisado a fondo el acelerador habrías alcanzado ya los 181,97 km a los que el limitador corta la potencia. El EX30 no ofrece modos de conducción que modifiquen la respuesta mecánica, pero, a decir verdad, una vez que el coche está en movimiento es muy fácil modular el acelerador para encontrar la respuesta requerida.

Sí hay, sin embargo, dos posibles niveles de recuperación de energía, aunque algo extremos entre sí —como imaginas, también lo tienes que hacer accediendo al correspondiente menú de la pantalla central—: uno deja que el coche disminuya la velocidad muy gradualmente con una deceleración de 0,37 m/s² —100-0 km/h en 1037 metros— mientras que el otro tiene un funcionamiento tipo "One Pedal" —con una deceleración de 1,45 m/s², reduce la velocidad desde 100 km hasta casi pararse en 263 m—. Es una lástima que, por la ausencia de levas, no se pueda hacer un uso de la recuperación de energía ajustado a cada situación y momento de trazado o tráfico, algo que aportaría mucho más agrado en la conducción.

Volvo EX30 Extended Range
Volvo EX30 Extended Range.

Ineficiencia controlable

El consumo de este Volvo EX30, o la autonomía, como lo quieras ver, es bastante más irregular que el de la mayoría de coches eléctricos que llevo probando en los últimos años. No tiene término medio: consume de forma moderada si conduces muy suave, acelerando gradualmente y poniendo mucho de tu parte. En caso contrario, las cifras me parecen algo altas, aunque no tanto como los Volvo anteriores basados en esta misma arquitectura —fundamentalmente, los primeros XC40 Recharge —ahora, EX— con el motor delantero—. Para que te hagas una idea, aquí tienes dos referencias de consumo en un mismo recorrido variado de 110 km: conseguí 15,5 kWh/100 poniendo mucha atención y 17,6 kWh/100 conduciéndolo con mi estilo habitual, dentro de la ley, sin prisas, pero también sin pausas ni dedicarle un solo segundo a intentar ahorrar una “gota” de energía. En autopista, si te sales del 120 km/h riguroso te podrías meter fácilmente en consumos superiores a los 23 kWh/100, mientras que en ciudad también hemos medido cifras muy dispares, de entre 19 a 24 kWh/100, según se trate de un recorrido de más tiempo, duración o con vías más o menos despejadas.

Quizás por la necesidad de evitar alguna que otra recarga, ha sido uno de los coches de prueba que he usado conduciendo con atención y cuidado por el consumo durante la mayor parte del tiempo, logrando un consumo final de 19,8 kWh/100. Con esta cifra, el “margen de maniobra” es de alrededor de 320 km en uso variado teniendo controlado el punto de recarga —es decir, lo enchufarías con la batería cerca del mínimo—. Para viajar, a los 290 km que podrías hacer de un tirón, le deberías descontar el colchón de emergencia según la distancia a la que tengas un punto de carga de alta potencia, aunque podrás confiar en el planificador de ruta.

Volvo EX30 Extended Range
Volvo EX30 Extended Range.

Las cargas, como es habitual en cualquier coche eléctrico, difieren mucho respecto a lo prometido por el fabricante. Siguen siendo habituales en Volvo las curvas “tipo escalera”, con caídas pronunciadas a partir del 50% de carga. Como término medio, hemos tardado alrededor de media hora para realizar una carga desde el 5 al 80% en un punto Ionity, unos 45 minutos para alcanzar el 90% de capacidad y una hora y cinco minutos para completar la carga.

El chasis es tan delicioso como su propulsión: agrado puro, aunque puede que incluso las suspensiones te resulten algo firmes, que no secas. Tiene un grado de confort general extraordinario y es de esos coches que notas claramente que, aunque es pesado, tiene la masa bien colocada en el punto más bajo del vehículo y, por tanto, reacciona con bastante agilidad y precisión, aunque la dirección no transmita demasiada información al conductor.

Volvo EX30 Extended Range
Plazas traseras del Volvo EX30 Extended Range.

Nuestra opinión: Razón emocional

Se me ocurren no menos de una docena de coches eléctricos que cuestan menos y ofrecen más autonomía o versatilidad sin renunciar a su toque "chic", pero el EX30 es una de esas oportunidades que solo se dan en marcas como Volvo: es un coche diferente al resto. Todo un efecto flechazo que ha logrado que no sean pocos los que argumentan que su éxito comercial —relativo en el global de ventas del mercado— se justifica por su bajo precio. A mí no me parece que 37.500 euros, que es lo que costaba su versión básica cuando se lanzó al mercado, sea precisamente un precio de derribo, pero quienes no tienen que hacer números para llegar a fin de mes seguro que encontrarán en el EX30 las mismas o incluso más de las inexplicables razones que les hagan sentirse tan poderosamente atraído por él.

 

Volvo EX30 Extended Range

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