Modestia aparte, ningún otro medio conocía el nuevo Renault Mégane E-Tech tan fondo como Autopista.es antes de ir a la presentación Internacional, así que si eres fiel a la web o nuestro canal de Youtube habrás visto ya el monumental despliegue que pudimos realizar apenas semanas atrás para analizar a fondo todos los finalistas al Car of the Year para compartir y debatir con los jurados españoles todas las mediciones que pudimos obtener de rendimiento, consumos o cargas así como los puntos fuertes y débiles de cada uno de los siete modelos que compite por el título.
Tienes información del Renault Mégane E-Tech Eléctrico en el primer contacto que pudo realizar nuestro director, Juan Carlos Payo, en una toma de contacto previa que realizaron los jurados al Coche del Año en Europa. En este video tienes las opiniones de toda la bancada española que votará individualmente a cada uno de los siete finalistas. Y si eres de devorar revistas en papel, en el número 3.188 de Autopista tienes 22 páginas con todo el análisis y datos de los siete coches. Así las cosas, nuestro reciente viaje a Mallorca, ya en el marco de la presentación internacional a todos los medios no sólo no sólo nos permitía tener un contacto más en profundidad nuevo crossover eléctrico de Renault, sino también conocer cómo y cuándo se van a pulir ciertas debilidades o errores de juventud que durante los ensayos nos encontramos probando este nuevo diamante en bruto de la marca del rombo.
1.- Token técnico: próximas medidas para corregir la motricidad del Renault Mégane E-Tech Eléctrico.
Tal vez sea el único error de bulto en el que Renault tiene que ponerse las pilas. Hasta la fecha sólo hemos probado versiones con la batería de 60 kWh de capacidad y el motor de 218 CV, la combinación más potente de y mayor autonomía que por el momento ofrece la marca. Potencia que para Renault no debería ser un mayor problema de administrar dada la experiencia con modelos más potentes de tracción delanteras. Pero lo ha sido y afortunadamente ya se están tomando cartas en el asunto. Al grano.
Al Renault Mégane E-Tech Eléctrico le cuesta transmitir de forma óptima la potencia al suelo, pero ¿es acaso un coche inseguro? En absoluto, pero sí resta agrado de conducción, y en función de las condiciones que se produzcan, también algo de precisión y obliga al conductor de tener en la cabeza otras variables a la hora de conducir, como cuánto y cómo acelerar en función de la adherencia del terreno. Afortunadamente, el Renault Mégane Eléctrico suma ya 26 ADAS o asistentes de conducción entre los que se encuentra un control de estabilidad que funciona de maravilla y evita, tal como hemos podido comprobar, males mayores.
Hay varias situaciones donde el efecto se reproduce sistemáticamente, como por ejemplo, al acelerar a baja velocidad con las ruedas giradas, como en una rotonda, por ejemplo. También al acelerar con las ruedas rectas si estamos en una pendiente y se trasfiere todo el peso atrás cuando iniciamos la marcha. Pero también ocurre a velocidades medias en curvas que tienen un pavimento poco adherente o el asfalto está mojado. La pérdida de tracción se corrige eficazmente a través del propio sistema de antipatinaje una vez que una de las ruedas de su tren motriz ha alcanzado una velocidad de giro mucho más alta que la otra, pero no es capaz de actuar, como muchos otros sistemas, con cierta anticipación.
Desde mi punto de vistas, creo que una de las mejoras podrían llegar empleando una rueda de mayor sección y calidad en lugar de emplearlas con tanto diámetro—215/55 R20 es la rueda mayor de cuantas están homologadas—, pero Renault es consciente de que hay que tocar electrónica: trabajará reduciendo el tiempo en el que la unidad de potencia interviene para limitar la transmisión de fuerza. Las evoluciones llegarán inmediatamente y los coches que ya están matriculados recibirán las actualizaciones de forma remota. Esperemos que con ello el asunto quede zanjado.
2.-. Token técnico dos: compensación de pedales… Pero ¿de qué me estás hablando?
Compartimos con todo el equipo de ingeniería un efecto que se produce cuando actúas sobre la frenada regenerativa. En ciertas situaciones el pedal de freno modificaba su posición efectiva y originaba también una respuesta parásita en el acelerador. No ocurría siempre ni respondía a nada en concreto que pueda resultar ventajoso. Yo siempre lo he sentido cuando usaba el modo de mayor intensidad de frenada regenerativa a velocidades medias y si bien es cierto que no supone ningún inconveniente en la conducción ni mucho menos en la seguridad del coche, sí puede generar cierto desconcierto al conductor. Renault también corregirá este efecto de inmediato, como os digo, sin ninguna ventaja evidente en respuesta, tacto de pedal de freno o capacidad de frenada regenerativa.
Dicho esto, es justo reconocer que la frenada regenerativa del Mégane funciona de maravilla. Tiene cuatro posibles ajustes o niveles que se ajustan perfectamente a las diferentes situaciones de conducción o circulación y puedes ayudarte con ellas para evitar usar el freno en infinidad de situaciones. Si eres amante del dato, aquí van unos pocos. Como sabes, durante la fase de recuperación de energía el motor eléctrico se convierte en un inversor que deriva la energía que puede producir hacia la batería. Su eficiencia, en el caso del Renault Mégane E-Tech Eléctrico, es de un 93 por ciento. El efecto “freno motor” en su posición máxima es bastante intenso, pero no incómodo. Aunque es variable, hemos medido una deceleración media de 0,198 g. Como valores orientativos, esto te permite reducir la velocidad desde de 120 a 80 km/h en unos 200 metros, unos 140 m para pasar desde 80 hsata 20 km/h, como os digo, sin necesidad de tocar los frenos.
El Renault Mégane utiliza siempre cuatro discos de frenos. Su tacto y efectividad está fuera de toda duda y si no ha conseguido distancia de frenada mejores apostaría que no se debe a un déficit en los frenos, sino a la adherencia de las ruedas —lo hemos probado con unas GoodYear EfficientGrip Performance—. En diferentes frenadas desde 140 a 0 km/h hemos obtenido valores cercanos a los 74 metros sin claro desfallecimiento.
3.- Climatización y aerodinámica, las dos mayores fuentes de ruido del Renault Mégane E-Tech Eléctrico.
No te alarmes porque no es nada crítico. Y es que, cuanto más silencio tiene a bordo de un vehículo más adviertes otras posibles fuentes de ruido. Una de ellas procede del rozamiento del aire en el pilar A y, probablemente, también en el espejo retrovisor izquierdo —sólo lo advierto en ese lado–, de tamaño tan generoso que a mí sí me resta algo de visibilidad en rotondas o giros similares —he preguntado a diferentes compañeros y no les sucede a todos—. Como os digo, nada grave que no se produzca también en otros vehículos, eléctricos o no, pero que a bordo del refinado Mégane puede resultar algo crispante cuando viajes durante mucho tiempo en carretera o velocidades sostenidas —empieza a ser evidente a partir de unos 110 km/h—.
El ruido procedente de la climatización tiene viene de dos fuentes y también hemos “invitado” a Renault a que busque una posible solución. Una de ellas es el propio sistema de ventilación cuando necesitas que el caudal de aire sea elevado —posición 3 del ventilador en adelante—. La otra son las propia bomba del aire acondicionado la cual realiza de forma puntual un extraño ruido que se percibe, cierto es, más en el exterior que en el interior del coche.
Por cierto, todos los Mégane E-Tech Eléctricos, incluidas las versiones más potentes, más costosos o con más capacidad de batería tiene la bomba de calor como un elemento opcional a un precio de 826 euros.
4.-De baterías, motores… Y cargadores. Ojo para no ser, sólo, carne de ciudad.
El Renault Mégane E-Tech Eléctrico menos potente, el de 131 CV—apuesto a que va a ser una motorización muy interesante— se puede combinar con la batería de 40 kWh o la de 60 kWh, algo que —afortunadamente—, no ocurre con el motor más potente de la gama, el de 218 CV. Al mismo tiempo, la versión 40 kWh está disponible con dos tipos de cargadores: Standard Charge o Boost Charge. El primero sólo admite carga alterna hasta 7 kW de potencia con lo cual difícilmente puedes plantearte un viaje con él. El segundo no sólo es más ventajoso porque puede cargar a 22 kWh en corriente alterna, sino porque también puede hacer en continua hasta 85 kW y porque, además, con esta configuración la batería pequeña sí tiene refrigeración líquida.
Me juego lo que queráis con cualquier de vosotros que la versión que no admite carga en continua es “de ficción”, para introducir la gama al mercado con un precio “competitivo” —35.200 euros— y que de venderse lo haría exclusivamente bajo pedido. Por cierto, los Renault Mégane E-Tech con la batería de 40 kWh anuncian un radio de acción de 300 km mientras que los de 60 kWh prometen hasta 450 km, 470 km en el caso del equipamiento que lleva rueda de 18 pulgadas.
5.- ¿Qué consumos y autonomía hemos conseguido con el Renault Mégane E-Tech EV60?
Como ya os he comentado, sólo hemos conducido la versión más potente y capaz. Los recorridos que hemos hecho por Madrid en durante nuestros ensayos han sido totalmente diferentes, por tipología de recorrido, a los que hemos realizado durante la presentación por carreteras de Málaga, Marbella y alrededores, pero los resultados finales son homólogos… y bastante buenos, por cierto. Moviéndonos exclusivamente por la ciudad hemos conseguido medias de 14,9 kWh cada 100 km.
Fuera de la ciudad, rodando por carreteras de tipo donde los constantes cambios de ritmo favorecen el consumo y con un límite de velocidad máxima de hasta 120 km/h hemos obtenido una media de 17,3 kWh/100 km. A velocidades constantes el consumo ha sido de 16,5 kWh/100 km rodando a 90 km/h, de 18,4 kWh/100 km a 100 km/h de velocidad mantenida de crucero y de 23,5 kWh/100 km a 120 km/h. Con una media final de 18,12 kWh/100 km, la autonomía real del Renault Mégane E-Tech Eléctrico es de 330 km y de alrededor de 400 km si sólo utilizas el coche por la ciudad y alrededores conduciendo con cierta suavidad.
6.- Las prestaciones del Renault Mégane E-Tech Eléctrico. Un coche rápido y muy agradable.
Motricidad al margen, el Renault Mégane E-Tech eléctrico es un coche muy agradable de conducir porque tiene un comportamiento sobresaliente y un motor que hace que este coche —y esta versión en concreto— sea muy rápido y gane velocidad con mucha facilidad, algo que es todavía más importante. Sus prestaciones son, básicamente, semejantes a las de un Cupra Born equipado con el e-Boost de 231 CV. Ha acelerado de 0 a 100 km/h en 7,24 segundos y llega a 1.000 metros con salida parada en 28,61 segundos, ya con la velocidad limitada a 163 km/h reales. Son valores extraordinarios.
En el día a día, tiene aún más valor que pueda realizar un adelantamiento de 80 a 120 km/h en 4,21 segundos o que apenas necesite 4 segundos para pasar de 20 a 100 km/h. No sólo son valores muy buenos sino que el propio funcionamiento del motor hace que el Mégane E-Tech Eléctrico sea un coche híper agradable de conducir y te haga sentir su rapidez y poderío sin necesidad de ser desbordante como ocurre a otros eléctricos que parecen querer enfatizar el efecto de aceleración.
7.- Tamaño de Renault Captur, ¿habitabilidad de Mégane?
El coche está muy bien aprovechado de puertas adentro y aunque no ofrece tanta capacidad real como promete, sí es un coche muy adecuado para viajar con cuatro adultos independientemente de su talla. El principal hándicap que tienen las plazas posteriores es que son algo estrechas —129 cm— o que si el conductor conduce en una posición muy baja limita el espacio que hay bajo el asiento para el ocupante de la plaza trasera pueda introducir los pies. El espacio para las rodillas es de 73 cm, una cifra muy buen en relación a la longitud del coche. La batería tiene 11 centímetros de altura y ha permitido que el Renault Mégane E-Tech no tenga un piso demasiado alto o que los asientos no tengan que ser demasiado bajos, así que tras se puede adoptar una postura bastante natural y cómoda.
El maletero tiene una capacidad real de casi 300 litros, espacio al que hay que sumar un hueco inferior donde cabrían, por ejemplo, los cables de carga. Tiene un diseño muy regular en sus laterales que permite aprovecharlo debidamente, sin embargo, su plano de carga es demasiado alto —76 cm— y hay bastante altura desde la boca de carga hasta el piso. Los asientos se pueden abatir en sectores al 60/40 por ciento, pero no dejan una superficie de carga totalmente plana.
8.- Comodidad de suspensión, aplomo y reacciones fáciles. Así se comporta el Renault Mégane E-Tech Eléctrico.
Aunque el Renault Mégane es un coche relativamente pequeño —4,20 m de longitud— tiene una arquitectura de “coche grande” que aporta una enorme proyección sobre el suelo. Tiene dos características muy positivas desde mi punto de vista. La primera es una suspensión tirando “al dente” que susurra incluso cierta deportividad pero que en ninguna circunstancia me ha resultado incómoda, sino todo lo contrario. La segunda es una dirección muy directa y muy bien calibrada en asistencia.
No creo que Renault haya pretendido hacer un coche muy dinámico, pero sí es un vehículo que resulta, más que eficaz, muy homogéneo en todo tipo de situaciones ya que siempre reacciona de forma predecible. Pese a que el eje delantero gira bastante sin necesidad de tener que “meter” mucho volante, es fácil acostúmbrate a ella, tal vez, porque la longitud del coche evita ese eventual “recorte” que puedas haber cometido pro girar el volante en un ángulo mayor del debido. Pese a sus 1.700 kilos reales, se siente en realidad un coche poco pesado que cambia fácilmente de dirección, que balancea poco y apenas tienen movimientos parásitos de carrocería. Enhorabuena.
9.- Ok Google: la mejor conectividad y, para muchos, la mayor “prestación” del Renalt Mégane E-Tech Eléctrico.
Sí, se pueden hacer las cosas bien, muy bien. Hay varios aspectos positivos a destacar, y uno de ellos es que la calidad del Mégane E-Tech Eléctrico es más que notable. Algún usuario cicatero, como yo, dirá que le molesta la plataforma de carga del Smartphone o que hay tejidos que podrían ser más suaves, pero en líneas generales es un coche con muy buena presencia y buenos materiales, que tiene un puesto de conducción casi perfecto en cuanto a ergonomía y pantallas y un sistema de conectividad inmejorable. Nota para el grupo VW: sí, se pueden usar botones táctiles en volante que resulten no sólo intuitivos, sino fáciles de usar y que no respondan con el más mínimo rozamiento cuando mueves las manos sobre por el aro. Y eléctrico no implica tener que ser minimalista. Renault ha agrupado nada menos que 4 mandos tras el radio derecho del volante —el cambio, recuperación de energía, limpiaparabrisas y módulo de radio— con una disposición intachable.
Emplea un cuadro digital de 12,3 pulgadas con una resolución y calidad asombrosa. Sus funciones principales disponen de mandos físicos. Y ofrece uno de los mejores ecosistemas del momento, basado en Google. Mapas, estimación de autonomía destino, órdenes vocales, todo funciona de maravilla. La pantalla central puede ser de 9,3 o de 12,3 pulgadas, según el nivel de acabado, siempre en disposición vertical. Sólo hemos conducido versiones con la mayor de todas y el elogiable su facilidad de uso o lo intuitivo que resulta el sistema.
10.- ¿Cuánto cuesta el Renault Mégane E-Tech Eléctrico?
Esta es la última lista de precios que nos ha proporcionado Renault de la gama Mégane E-Tech Eléctrico, en la que echamos en falta versiones anunciadas, como por ejemplo, un EV40 de 131 CV con cargador Boost Charger, con lo cual, el precio mínimo recomendable para llevarse un Mégane E-Tech que te dé cierta polivalencia son 40.200 euros de un EV60 Super Charge, en su acabdo Equilibre, el más sencillo de todos y el que no puedes disponer de ciertos paquetes de seguridad ni montar el sistema OpenR linig con la pantalla de 12,3 pulgadas en sus sistema multimedia. Techno e Iconic son por tanto los dos niveles de equipamiento para los clientes más ambiciosos. Sus precios, estos.
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV40 130 CV Standard Charge Equilibre – 35.200 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 218 CV Super Charge Equilibre – 40.200 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 218 CV Optimum Charge Equilibre – 41.700 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 130 CV Super Charge Evolution ER – 41.200 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 130 CV Optimum Charge Evolution ER – 42.700 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV40 130 CV Standard Charge Techno – 38.200 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 218 CV Super Charge Techno – 43.200 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 218 CV Optimum Charge Techno – 44.700 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 218 CV Super Charge Iconic – 46.200 euros
Renault Mégane E-Tech Eléctrico EV60 218 CV Optimum Charge Iconic – 47.700 euros
