El nuevo Serie 1, la cuarta generación ya, es un coche capital para BMW. Es importante por el volumen de ventas que añaden a la cuenta, más de 1,3 millones de unidades vendidas en sus tres generaciones previas, 443.000 de los cuales se corresponden con la tercera generación; importante por ser el modelo de enganche a la familia BMW y lo es por exhibir diseño, soluciones de uso e implementación de las tecnologías de información y entretenimiento sin perder un ápice de la excelencia mecánica que caracteriza a BMW. Y todo maximizado por su condición de coche 100% europeo.
Y es que el BMW Serie 1 se diseñó y se desarrolló en Europa y se produce en el corazón de Alemania, en la planta de Leipzig junto con la familia Serie 2 y el Mini Countryman, en una factoría que ha recibido una potente inversión para verse mejorada en clave de productividad, con potencial para construir 100.000 unidades adicionales al año, como para reducir el impacto medioambiental durante la fabricación de cada uno de esos coches.

Así, buena parte de la electricidad consumida proviene de cuatro aerogeneradores instalados en la propia factoría; se han implementado medidas para reducir la cantidad de agua necesaria, y en las cabinas de pintura se ha procedido a introducir un nuevo sistema que permite ajustar al máximo la aplicación, reduciendo la cantidad de spray generada y dotando de un mejor acabado a cada superficie. Con todo, la planta de Leipzig es capaz de producir hasta 350.000 coches al año, más de 1.000 en cada jornada de trabajo, de los que cada serie 1 habrá requerido 40 horas de trabajo incluyendo en este tiempo los procesos de controles de calidad.
Así es el nuevo BMW Serie 1
Esta nueva generación Serie 1, ve la luz justo 20 años después del lanzamiento del modelo original. El de hoy es radicalmente diferente de aquel compacto de propulsión trasera. Hoy la tracción delantera manda en las versiones de mayor volumen de ventas y la tracción integral define a las poderosas versiones M135 xDrive. El diseño es evolutivo -alienado con las líneas maestras de la familia- y potencia la sensación de dinamismo, además de haber reducido materiales contaminantes en su desarrollo e introducido materiales reciclados en el interior que, a tenor de aspecto y tacto, nada tienen que envidiar a las tapicerías de cuero y origen animal.

Su carrocería sigue respondiendo al concepto de compacto de cinco puertas, que en esta ocasión ha aumentado ligeramente en longitud (42 mm) y altura (25 mm) para unas dimensiones totales de 4,36 x 1,80 x 1,46 m, una distancia entre ejes de 2,67 m y un maletero anunciado en 380 litros, razonable, en línea con la competencia. Son las cartas de presentación de una carrocería de frontal más plano y bajo que antes, con una parrilla ancha y proyectada en la que las lamas verticales y diagonales contribuyen a poner su suelo. También son verticales los faros e indicadores de dirección: otra ruptura e clave de modernidad respecto de los clásicos redondos del serie 1, y opcionalmente puede incorporar faros led matriciales adaptativos. También resulta impactante visto desde el lateral por su capó largo y habitáculo retrasado y el plus de impresión de dinamismo que añaden las inserciones en lateral y zaga, y la posibilidad que incluye ahora de contar con el techo en color de contraste.
En el interior llaman la atención los revestimientos del habitáculo y el cuero sintético de los asientos con abundancia de materiales de poliester reciclado. La marca lo denomina Econeer y puede complementarse con el cuero Veganza, elementos ambos ajenos a la industrial animal. Al margen pueden incorporar función de masaje y opcionalmente puede elegirse cuero convencional. En cualquier caso supone un contraste a la impresión de alta tecnología que sugieren los revestimientos del salpicadero y el display panorámico frente al conductor.

Se compone de dos pantallas, una de 10,25 para la instrumentación y una central de 10,7 que agrupa la mayor parte de las funciones y ha permitido reducir ampliamente el número de botones físicos, reducidos ahora a lo meramente indispensable. Buena parte de ello se ve motorizada por el sistema operativo BMW 9, concebido para maximizar el manejo táctil y el control por voz así como recibir servicios digitales adicionales como las actualizaciones remotas de software, poder probar determinadas funciones y elegir si se quieren permanentemente o cancelarla, así como hacer uso de aplicaciones locales de música, video, o juegos ofrecidos en la Connected Drive Store de la marca.
Los motores del nuevo BMW Serie 1
La electrificación no es ajena a la Serie 1, aunque siempre de un modo parcial, en forma de microhibridación por un sistema de 48 voltios que permite acceder a la etiqueta ECO a tanto a una versión de gasolina 2.0 de cuatro cilindros y 170 CV, como al 120d de 163 CV, capaz de arrojar un consumo espectacularmente bajo. Homologa un mejor consumo de 4,3 l/100 km o, lo que es lo mismo, casi un litro menos cada 100 km que el 118d con etiqueta C y 150 CV —además de mejorar la aceleración desde los 8,3 s a los 7,9— con un precio unos 1.800 euros inferior. (Pulsa aquí si quieres conocer los precios y especificaciones técnicas del BMW Serie 1). Se encuentran en cuanto a potencia entre los extremos de una horquiila que comienza con el Serie 1 116, con motor 1.5 de tres cilindros y 122 CV, y termina en el hiper dinámico BMW Serie 1 M135 xDrive de 300 CV y potencial para bajar de los 5 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. Todos ellos sin la i que identificaba hasta ahora a las versiones de gasolina.

Este último, el M135 xDrive es claramente el modelo más aspiracional, dinámico y poderoso de la Serie 1 de BMW. Pero no sólo es un coche más potente, sino que se han introducido un conjunto de modificaciones destinadas a poder aprovechar todo ese potencial. Lleva llantas más grandes, de 19” por 17 en los modelos básicos; una configuración de chasis específica llamada M adaptativa, con dirección deportiva y tracción total inteligente. Al tiempo, su esencia puede reforzarse con el paquete M Technic con componentes específicos para la suspensión y un equipo de frenos M compund.
Todos tienen el nexo común ofrecer un cambio Steptronic de doble embrague y siete relaciones, individualizado en cuanto a resistencia a las diferentes exigencias de su par motor y en cuanto a la velocidad de accionamiento.

Así es la conducción del BMW Serie 1
Autopista pudo tener una profunda toma de contacto precisamente con una de estas unidades, las más selectas de la familia, y lo cierto es que las primeras impresiones fueron magníficas: las que se esperan de un coche rápido, fácil de conducir muy deprisa y cómodo al circular a ritmos relajados en autopista.
En este caso, el M135 —como sabes BMW quiere conservar intacto el legado del mítico M1 de principios de los 80 (pulsa aquí si queres saber más de ese BMW M1) y nunca utilizarán esa denominación en la Serie 1— no sólo llama la atención por su aspecto, sino por su polivalencia, como buen compacto que es. Eso sí, no le puedes pedir consumos de récord ya que a ritmos muy exigentes el depósito apenas te dará para unos 400 km.

Mucho mejor es la reactividad y la confianza que transmite. Confianza al atacar cada relanzamiento, confianza saliendo de las curvas dando gas con fuerza, confianza en la mordiente y tacto de sus frenos. Eso sí, cuestión de gustos, el grosor del volante pudiera resultar exagerado y la sonoridad del cuatro cilindros podría llegar a emitir un sonido más excitante para el público más demandante, pero ninguna de estas cuestiones tiene una influencia directa en las magníficas sensaciones que ofrece su conducción. Ni mas ni menos que la que esperamos de un GTI de pura cepa al estilo del siglo XXI elaborado por y para el gusto europeo de conducción: exigente, conocedor de lo que se quiere y que cada vez requiere de una mayor asistencia a la conducción para esos momentos en que además de disfrutar del viaje se quiere mantener cierta relajación.