El Audi R8 V10 Perfomance RWD ahora está disponible tanto en versión cerrada Coupé, como abierta o Spyder, y pasa a tener como por obra de magia 30 CV más de potencia hasta situarse en nada menos que 570 CV. Sí, por debajo de su primo hermano el Lamborghini Huracán, que tiene 610 CV y con el que también comparte ubicación de fábrica en Alemania. De la misma forma, aumenta el par en 10 Nm y ahora alcanza los 550 Nm. Así armado, es capaz de correr como una bestia parda pero también de acelerar más rápido y poder hacer más cosas con más virtudes todavía.
El precio en España del Audi R8 V10 Performance RWD Coupé es de 179.000 euros. La versión Spyder eleva esa cantidad hasta los 193.800 euros. Hay que tener en cuenta que no solo es una alternativa al Audi R8 V10 Performance Quattro en la gama, también una variante más singular por el hecho de ser propulsión y su mayor ligereza.

“Más motor” para el Audi R8 Performance de propulsión trasera
El aumento de potencia y par es en buena medida por los ajustes en la relación de compresión, ahora de 12,7:1, pero también una eficiente gestión de la inyección dual ya que a poca carga, la mezcla de gasolina llega a los cilindros a través de los colectores, la inyección MPI. A niveles superiores de demanda, pero no máximos, se produce un mix del 50/50% entre la MPI y la inyección directa, o FSI, mientras que a cargas máximas, sobre el 85% de la inyección de combustible en los cilindros corre a cargo de la inyección directa. Por su parte, la lubricación inferior es por cárter seco para mantener siempre el mejor engrase posible.
Con el motor de gasolina de 10 cilindros en V, ya mítico también incluso por su participación en la competición, y esos 570 caballos de potencia en mente o mejor dicho, a buena disposición del pedal derecho, vamos a tener en cuenta que el Audi R8 V10 Performance RWD tampoco es que sea un coche muy pesado dado su tamaño y envergadura general, ya que también impresiona por anchura. La cifra en la báscula que ofrece Audi para el R8 Coupé es de 1.590 kilos, mientras que para el Spyder aumenta poco más de 100 kilos hasta situarse oficialmente en los 1.695. La capota del Spyder se puede poner y quitar en 20 segundos y accionar hasta en marcha hasta 50 km/h.
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Con esos números, quedan unas excelentes muestra de relación peso/potencia de 2,7 y 2,9 kg/CV, respectivamente. El reparto de pesos es de 40/60 por ciento y la construcción sigue siendo en aluminio y otros materiales ligeros y resistentes (Audi Space Frame). Todo esto, y mucho más, incide en un control extremadamente bueno del coche en cualquier tipo de conducción. Hay que decir que su manejo es una delicia, y lo digo tanto para carretera o autopista como un circuito, donde muestra al mayor nivel posible de qué pasta está hecho un coche así.

La aceleración y dinamismo están fuera de toda duda, pero es que la estabilidad es a prueba incluso de los menos resabidos. Por eso también, la suspensión trasera es de doble trapecio y se adaptada a las mayores exigencias que tiene que soportar un solo eje motriz de estas características. Es de esos coches de los que no te querrías bajar nunca y de los que se disfruta cada curva, cada giro, cada aceleración.
Tanto el Audi R8 V10 Performance Coupé como el Spyder pueden ser conducidos de manera tranquila y hasta cómoda aún con una suspensión que no es para atender a los estándares más aristocráticos, pero también de forma bastante deportiva y exigente. En este último caso importan, claro, los diferentes modos de conducción o setings (auto, comfort, dynamic e individual del Audi slect drive) y que ofrece la configuración más deportiva, con posibilidad, para quien se atreva, de la desconexión de todos los controles. También los frenos, y donde los de este Audi, de acero los de discos ondulados y de 18 pulgadas, y cerámicos de 19 pulgadas los más potentes y opcionales, soportan verdaderas burradas en un circuito, damos buena fe.
De esta forma, el control de estabilidad ESC velando por nosotros es lo más recomendable si no tenemos muchas manos pero queremos divertirnos con este coche, el nivel del permisividad de baile del eje trasero es moderado, pero está ahí y según Audi “permite hacer derrapes controlados”.

Ayuda también la nueva dirección dinámica que varía su desmultiplicación según la velocidad y que ha demostrado ser muy efectiva tanto en conducción tranquila por una carretera de montaña de esas de casi infinitos giros y curvas, como en un circuito. Prácticamente el 90% de las veces, y gracias a ella, solo es necesario aplicar un cuarto de vuelta para conducir por curvas relativamente cerradas y con un tacto muy bueno. Y es que Audi habla de ella como que en velocidades por debajo de 100 km/h requiere un menor giro de volante respecto de la dirección electromecánica convencional de este coche.
Audi R8 V10 Performance RWD: Alto nivel de prestaciones
Como no podía ser de otra manera, las prestaciones oficiales tampoco son para perderlas de vista. El Coupé es capaz de marcarse en el reloj de velocidad hasta 329 km/h y parar el cronómetro en 3,7 segundos. Mientras, su hermano el Spyder es solo algunos kilómetros menos capaz y una décima más lento, pero por muy poco: 327 km/h y 3,8 segundos, respectivamente.
Para gestionar además semejante nivel de dinamismo, esta evolución del RWD se arma con esa nueva dirección dinámica que es opcional pero muy recomendable, estabilizadora CFPR, discos de frenos cerámicos o los asientos tipo “bucket” y, cómo no, de un diferencial trasero de esos que funcionan efectivamente sin notar que están más que por no dan la nota.

Lo cierto es que si hundes el pedal del gas a fondo y rápido no solo será el sonido del motor V10 de 5,2 litros y atmosférico (FSI) en posición central detrás de ti (sigue disponiendo del botón en el volante para elegir sonido Sport) el que acompañe tu subida de adrenalina, también lo rápido que te vas a encontrar muy fuera de la ley en la carretera en cuanto a velocidad se refiere. Todo ello en un coche que no olvida su carácter premium y por tanto un alto nivel de equipamiento. Ah, tampoco hay que olvidar que cuenta incluso con desconexión parcial de cilindros para cuando la conducción se hace a vela y no se necesita ni tantos caballos ni un consumo exagerado.
El cambio es el S tronic de doble embrague es de siete velocidades y que, dicho sea de paso también, es funcionalmente otro plus de este coche por su suavidad pero también por su rapidez cuando se le exige al máximo. Las leves en el volante, como es preceptivo, son una maravilla, pero también que permita por medio del kick-down sobre el acelerador reducir desde 6 o 7 velocidad hasta segunda o tercera (incluso con el corte de vueltas que ello puede suponer) y disponer no solo de un sonido casi brutal, también un nivel de empuje excelso.
Audi R8 V10 Performance RWD: Equipamiento acorde a su categoría de deportivo Premium
El Audi R8 V10 Performance RWD se beneficia, como es lógico, de su condición de deportivo y marca Premium y por ello su nivel de equipamiento está tanto o más alto que el de su conducción e imagen. Delante no pueden faltar el alumbrado con faros leds de 37 módulos, directamente de serie. En opción se pueden mejorar aún más con los faros láser. Huelga decir que los aditamentos aerodinámicos como el splitter delantero y otros detalles ya están incluidos en los precios de referencia.

Dentro los asientos tipo “bucket” antes mencionados tiene reglaje eléctrico y neumático y son calefactables, para que no falte de nada. Estos pueden ser de varias tapicerías, como Alcántara con rombos o llamado “costura de diamante”, o cuero. Detrás de los asientos hay un espacio para llevar cosas de 226 litros, complementarios si se quiere a los 111 litros del maletero delantero.
El impresionante volante multifunción te regala un montón de sensaciones a través de sus botones. El rojo, claro, para arrancar y oír ese rugido del motor nada más ponerse en marcha y más elevado drante unos segundos mientras adquiere una cierta temperatura. También está el botón para elegir un sonido normal del motor o uno Sport. Y, claro, el del Audi drive select, que esconde u ofrece un montón de vivencias según quieras, te sientas en ese momento, o seas capaz de llegar en función de tu talento al volante. Casi como un videojuego, pero aquí no hay nada virtual porque se trata de la realidad más apasionante.
En este coche no hay pantalla central como en otros, y el Virtual Cockpit al que ya estábamos habituados de 12,3 pulgadas es el verdadero protagonista del cuadro de relojes y solo, o casi, para los ojos del conductor. Desde tener una vista clara del navegador (MMI Navegación pl), hasta la visualización en modo Performance con el gran cuentarrevoluciones en el centro y, alrededor, legir como van colocados los relojes o mediciones del par, potencia, fuerza g, tiempos por vuelta, temperatura del motor, presión y temperatura de los neumáticos, temperatura del aceite del cambio, etc. Una virguería absoluta.

Además de todo eso, claro, el Audi R8 V10 Performance RWD no olvida, de serie o como opcionales, casi ningún tipo de ayudas a la conducción más modernas como tampoco otros elementos de confort.
El Audi R8 V10 Performance RWD se fabrica en Böllonger Höfe, en Heilbronn, cerca de la famosa Neckarsulm, en Alemania. Es un proceso mixto entre producción industrial y artesanal, y comparte cadena de montaje con el Audi e-tron GT, además de que es donde se producen los coches de carreras de la marca. Así, el Audi LMS GT4 de competición utiliza alrededor del 60% de las piezas del Audi R8.
Audi R8 V10 Performance RWD: ficha técnica
- Cilindrada: 5.204 cm3
- Potencia máxima: 570 CV a 8.000 rpm
- Par máximo:550 Nm a 6.400 rpm
- Velocidad máxima: 329 km/h (Coupé) y 327 km/h (Spyder)
- Aceleración 0 - 100 km/h: 3,7 sg (Coupé) y 3,8 sg (Spyder)
- Consumo combinado: 12,9-13 l/100 km (Coupé) y 13,0-13,4 l/100 km (Spyder)
- Emisiones combinadas CO2: 294-299 g/km (Coupé) y 297-306 l/100 km (Spyder)
- Transmisión: cambio S tronici de 7 velocidades y tracción trasera