Generalmente cuanto se compra un coche pequeño no se espera encontrar una gran amplitud interior, por meras cuestiones físicas. Pero, hay modelos en el mercado que pese a ese hándicap son capaces de ofrecer unas cotas envidiadas por sus rivales. Un claro ejemplo es el Skoda Kamiq, que también presume de una gran calidad y que a continuación vamos a analizar en vídeo.
Y no podemos obviar que el Kamiq es un coche con mucho éxito en nuestro país, como demuestra que en el pasado año fuera el modelo más vendido de Skoda por delante de otros tan importantes como el Octavia, el Fabia o el Karoq. Quizás mucha culpa de ello tuvo la actualización que le realizaron hace algo más de un año, destacando por cambios en el paragolpes, en los faros que incluso podrían ser de tipo matricial y haciendo crecer ligeramente la parrilla.
Actualmente el SUV checo se ofrece en nuestro mercado con tres motores de gasolina de 95, 116 o 150 CV, por lo que todos ellos cuentan con la etiqueta C de la DGT. Esto podríamos decir que es una pequeña desventaja con alguno de sus competidores directos, que ya cuentan con mecánicas híbridas e incluso eléctricas en sus gamas.

Mi unidad de pruebas contaba en concreto con el de 116 CV asociado al cambio automático DSG, aunque también lo tienes manual por un coste menor. Creo que esta opción intermedia de potencia es la más adecuada para este coche, desempeñándose bien en ciudad y cumpliendo en carretera sin mayores problemas.
Eso en cuanto a su propulsor, pero luego también se vestía con el acabado Design. De él me sorprendió que es bastante deportivo en su estética, más teniendo en cuenta que también se ofrecen otros denominados Sport y el más específico Monte Carlo. Como podemos ver en el vídeo de arriba, el comentario viene a colación por esas llantas opcionales que le han montado (no tienen coste), la incorporación de asientos con el reposacabezas integrado que se acoplan muy bien al cuerpo, el volante con perforaciones o los pedales de aluminio.

Incluso una vez sentado te podrás percatar que los detalles deportivos no cesan ahí, ya que cuenta con un salpicadero en el que aparecen líneas rojas decorativas. A esto tenemos que sumar un volante que en su día estrenó el Octavia o dos pantallas que tienen un gran tamaño y cuentan con todas las funciones imprescindibles. Lo único que me convence un poco menos es que el climatizador, con mandos manuales, haya dejado alguna de sus funciones dentro de la propia pantalla.
Y como comentaba al principio, el Kamiq ofrece un gran espacio interior, tanto el que está destinado para las piernas como en altura, mientras que su maletero de 400 litros es muy correcto. Sin olvidar, que como buen Skoda no pueden faltar las soluciones Simply Clever, como el paraguas que encontramos guardado en la puerta. Si queréis saber más sobre este SUV podréis encontrar la prueba completa aquí.