La Isla Grande de Hawái es en realidad una colección de cinco volcanes que sobresalen den el Océano Pacífico, incluido uno de los más activos del mundo, el Kilauea, y el más grande del mundo: el Mauna Loa, que constituye aproximadamente la mitad de la masa terrestre de la isla.
Por este motivo, no es ningún misterio por qué los primeros hawaianos le dieron a este enorme volcán el nombre de Mauna Loa o “montaña larga”. Uno de los dos volcanes que conforman el Hawaii Volcanoes National Park (Parque Nacional de los Volcanes de Hawái), se eleva más de 3.962 metros sobre el nivel del mar y se extiende otros 12.802 metros por debajo de éste y el lecho marino. De hecho, es tan grande que conforma la mitad de la tierra firme de la isla de Hawái.
El Mauna Loa ha entrado en erupción 33 veces desde 1843, lo que lo convierte en uno de los volcanes más activos del planeta. Lo hizo por última vez en 1984
El Mauna Loa ha entrado en erupción 33 veces desde 1843, lo que lo convierte en uno de los volcanes más activos del planeta. Lo hizo por última vez en 1984, cuando los ríos de lava llegaron a 8 kilómetros de Hilo, la ciudad más grande de la isla, con 50.000 habitantes.
La última erupción del Mauna Loa
La erupción comenzó temprano en la mañana del domingo 25 de marzo, con flujos de lava en la caldera Moku΄āweoweo, el cráter de la cumbre. Unas horas más tarde, las fisuras eruptivas migraron hacia el suroeste unos 5 kilómetros, alcanzando una altura de 3.886 metros antes de que la lava se retirara a la cumbre de 4.170 metros.

Sin embargo, al final de la mañana, se habían formado nuevas fisuras a lo largo del lado noreste del volcán. Una “cortina” de lava de 2 kilómetros de largo brotó de las grietas, alcanzando hasta 50 metros de altura y liberando entre 1 y 2 millones de metros cúbicos de lava por hora.
El daño debido a la erupción se limitó a algunas carreteras y líneas eléctricas que fueron invadidas por la lava. Los flujos se detuvieron a 7 kilómetros de Hilo
Durante la erupción de 22 días del Mauna Loa, nuevas fisuras se propagaron más abajo en la ladera de la montaña, lo que llevó a varias familias que vivían en los tramos superiores de Hilo a evacuar voluntariamente. A lo largo de las laderas más empinadas, la lava rezumaba a velocidades de hasta 0,2 kilómetros por hora. La erupción produjo siete flujos distintos, el más largo de los cuales recorrió más de 20 kilómetros.
El daño debido a la erupción se limitó a algunas carreteras y líneas eléctricas que fueron invadidas por la lava. Los flujos se detuvieron a 7 kilómetros de Hilo, pero aún amenazaban la única carretera que cruza la isla, Saddle Road, así como una prisión. El gobierno cerró la carretera mientras duró la erupción como medida de precaución.

Hoy, se monitorea el Mauna Loa las 24 horas del día, los siete días de la semana, en busca de actividad sísmica, liberación de gas volcánico y otras señales de agitación en las profundidades de su masa en forma de domo.
Los resultados indicaban que la cumbre del Mauna Loa se ha elevado sobre el terreno a razón de seis centímetros al año en el periodo 2014-2020
Así, el pasado año, los científicos de la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami (UM), que estudian su evolución. Tras varios años de seguimiento, descubrieron cambios importantes en su estructura.
Los resultados indicaban que la cumbre del Mauna Loa se ha elevado sobre el terreno a razón de seis centímetros al año en el periodo 2014-2020. Según explicaba en su momento el doctorando Bhuvan Varugu, de la Universidad de Miami, el crecimiento del volcán se debía al movimiento del magma a lo largo de una falla en el flanco occidental. Este estrés se aliviaría con un terremoto de magnitud 6 o mayor, desencadenando una posible erupción. Sin que hasta el momento haya ocurrido.
Visitar Mauna Loa
Aunque es menos accesible que su vecino, Kilauea, se puede llegar a pie a la cima del Mauna Loa con una excursión por el monte. Sin embargo, estas excursiones solo están destinadas a excursionistas experimentados en buen estado físico, debido a que la alta altitud, el clima riguroso y el terreno desafiante hacen que el recorrido sea extremadamente difícil y peligroso.

Una forma más fácil de experimentar el Mauna Loa es conducir por la espectacular Kau Scenic Byway, que se extiende desde Kona hasta la punta más meridional de la Isla Grande y se abre paso en la base del volcán, a través de sectores del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái. Aunque, si se prefiere, también se puede disfrutar de una vista aérea de éste y otros volcanes de la Isla Grande.