El pariente fosilizado de los lagartos de hoy llegó a la colección del Museo de Historia Natural de Londres en la década de 1950, de una cantera cerca de Tortworth en Gloucestershire. La difunta Pamela Robinson, quien recuperó los restos, no tenía acceso a la tecnología de tomografía computarizada para ayudarla a recopilar todos los preciosos detalles que ocultaba.
Ahora, los científicos dicen que el nuevo fósil afecta "todas las estimaciones" realizadas sobre el origen de los lagartos y las serpientes, afectando a las suposiciones sobre sus tasas de evolución, e incluso el factor desencadenante clave para el origen del grupo.
El equipo de investigación ha llamado a su sorprendente descubrimiento Cryptovaranoides microlanius, que significa "pequeño carnicero", en homenaje a sus mandíbulas que estaban llenas de dientes cortantes de bordes afilados
El equipo de investigación ha llamado a su sorprendente descubrimiento Cryptovaranoides microlanius, que significa "pequeño carnicero", en homenaje a sus mandíbulas que estaban llenas de dientes cortantes de bordes afilados.
El director del estudio, el doctor David Whiteside, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, recuerda que “primero vi el espécimen en un armario lleno de fósiles de Clevosaurus. A medida que lo estudiamos, nos convencimos cada vez más de que. en realidad. estaba más relacionado con los lagartos modernos que con el grupo Tuatara, el único sobreviviente del grupo, el Rhynchocephalia, que se separó de los escamosos hace más de 240 millones de años”. Para añadir que "hicimos escaneos de rayos X de los fósiles en la Universidad, y esto nos permitió reconstruirlo en tres dimensiones y ver todos los pequeños huesos que estaban escondidos dentro de la roca".

Los hallazgos, publicados en la revista Science Advances, muestran que Cryptovaranoides es claramente “un squamate, ya que se diferencia de Rhynchocephalia en la caja del cerebro, en las vértebras del cuello, en la región del hombro, en la presencia de un diente superior mediano en el frente de la boca, la forma en que los dientes están colocados en un estante en las mandíbulas y en la arquitectura del cráneo, como la falta de una barra temporal inferior”.
Whiteside afirma que solo hay una característica primitiva importante que no se encuentra en los escamosos modernos, una abertura en un lado del extremo del hueso del brazo superior, el húmero, por donde pasan una arteria y un nervio.
“En términos de importancia, nuestro fósil cambia el origen y la diversificación de los escamatos desde el Jurásico medio hasta el Triásico tardío”
Por su parte, el coautor del estudio, el profesor Mike Benton, explicó que, “en términos de importancia, nuestro fósil cambia el origen y la diversificación de los escamatos desde el Jurásico medio hasta el Triásico tardío”. Y agrega que “ésta fue una época de gran reestructuración de los ecosistemas terrestres, con el origen de nuevos grupos de plantas, especialmente coníferas de tipo moderno, así como nuevos insectos, y algunos de los primeros grupos modernos como tortugas, cocodrilos, dinosaurios, y mamíferos”.

Por otro lado, la estudiante de investigación de doctorado Sofia Chambi-Trowell, quien participó en el estudio, desvela que “el nombre del nuevo animal, Cryptovaranoides microlanius, refleja la naturaleza oculta de la bestia en un cajón, pero también su probable estilo de vida: vivían en grietas en la piedra caliza en pequeñas islas que existían alrededor de Bristol en ese momento, donde se alimentaban de artrópodos y pequeños vertebrados”.
Whiteside concluye asegurando que “éste es un fósil muy especial y es probable que se convierta en uno de los más importantes encontrados en las últimas décadas”.
Fuente: Good News Network.