Vehículos que se incluyen en el segmento de los compactos y cuyo diseño ofrece multitud de detalles estéticos propios de los automóviles con carrocería de tipo SUV, así es el peculiar duelo que te trae Autopista.es y que tiene al nuevo Renault Mégane E-Tech Electric y a uno de sus rivales directos, el Citroën e-C4, como los dos protagonistas de este artículo.
El más nuevo de los dos es el Mégane E-Tech Electric, cuya versión de producción ha sido presentada de forma oficial recientemente en el Salón del Automóvil IAA de Munich. Su llegada al mercado está prevista para el año 2022, momento en el Citroën e-C4 será una de sus principales alternativas, dos vehículos de formas compactas, con muchos toques offroad-SUV y de propulsión cien por cien eléctrica.
A continuación, analizamos las bazas de cada uno de ellos.
DESCUBRE LAS OFERTAS MÁS INTERESANTES DEL RENAULT MÉGANE EN CARWOW.
RENAULT MÉGANE E-TECH ELECTRIC: MARCA EL CAMINO
El modelo Mégane es uno de los vehículos que más “alegrías comerciales” ha dado a la firma del rombo durante los últimos años. Precisamente, la marca francesa ha elegido al Mégane como uno de sus vehículos clave en su próxima estrategia de electrificar su gama de automóviles a gran escala, un automóvil cuya llegada al mercado europeo está prevista para marzo de 2022.
Las características técnicas y relevantes del Mégane E-Tech Electric son muchas, por lo que a continuación vamos a desgranar las más destacadas. El nuevo vehículo se ha desarrollado bajo los métodos de producción de la nueva plataforma CMF-EV del Grupo Renault específica para automóviles puramente eléctricos (es la misma arquitectura que inauguró en primer lugar el Nissan Ariya). Sus dimensiones anuncian una longitud de 4,21 m, por 1,78 m de ancho y 1,50 m de alto y ofrece numerosos detalles estéticos que nos recuerdan a los vehículos crossover/SUV, con una elevada carrocería respecto al suelo y unos pasos de ruedas muy marcados, entre otros.
En la gama comercial inicial anunciada por la firma del rombo, se especifican dos versiones: en primer lugar, una menos potente con motor de 96 kW (unos 131 CV), batería de ión-litio de 40 kWh de capacidad y una autonomía de unos 300 km en el ciclo de homologación WLTP; y en segundo lugar, una más potente de 160 kW (218 CV), con batería de 60 kWh y una autonomía estimada de unos 450 km. En ambos casos, la batería está colocada en posición central bajo el piso del vehículo y el motor está ubicado sobre el eje delantero impulsando las ruedas delanteras.
El volumen de capacidad de carga en el maletero para el Mégane eléctrico es de 440 litros (frente a los 384 litros que se declaran para un Mégane diésel o gasolina que aún puedes comprar). Para guardar los cables de recarga, Renault ha diseño un hueco bajo el piso donde pueden dejarse de forma segura mientras que no se usan.
En cuanto a tipos y tiempos de recarga, Renault explica que varía en función de la versión elegida. En el caso de la variante de menor potencia (y menor capacidad de batería y menor autonomía), ésta sólo podrá cargarse a tomas de corriente alterna CA y podrá admitir dos potencias de recarga: de 7 kW (o standard charge, según la denominación utilizada por Renault) o de 22 kW (de tipo boost charge, según la firma gala). Por otro lado, la versión más potente de 218 CV y con batería de 60 kWh sí que se podrá enchufar a tomas rápidas de corriente continua CC a una potencia de hasta 130 kW, aunque también se podrá seguir cargando en las otras dos alternativa que explica Renault de CA (de 7 kW y de 22 kW).
ASÍ ES UNO DE SUS RIVALES, EL KIA E-NIRO.
Como suele ser habitual en los vehículos eléctricos de nueva creación, el conductor podrá elegir en cada momento el nivel de energía recuperado gracias al sistema variable de frenada regenerativa. La marca del rombo habla de esta cuatro niveles (que van desde el 0 como nivel mínimo de recuperación de energía y hasta el 3 como el nivel máximo) seleccionables con unas levas colocadas tras el volante. En el nivel 3, el conductor podría conducir perfectamente usando únicamente el pedal del acelerador, ya que el simple hecho de levantar el pie del mismo haría que el vehículo se parase casi de forma inmediata (esta tecnología exige al principio un tiempo de aclimatación por parte del conductor al tener que gestionar en todo momento la forma y el modo en que levanta el pie del pedal derecho).
El interior está presidido por grandes pantallas digitales donde el conductor y los acompañantes tendrán acceso a toda la información relativa a la gestión eléctrica del vehículo y a otro tipo de funciones relacionadas con todo el sistema multimedia de navegación, entretenimiento y conectividad.
DESCUBRE LAS OFERTAS MÁS INTERESANTES DEL CITROËN C4 EN CARWOW.
CITROEN E-C4: EL COMPACTO-SUV ELÉCTRICO MADE IN SPAIN
Con la nueva generación del C4, Citroën sorprendía con su nuevo modelo, un vehículo con las dimensiones típicas de un compacto pero con un estilo con muchas rasgos de los SUV/crossovers. En el caso de esta nueva entrega de este automóvil, tanto sus versiones con motores de combustión como el protagonista de este artículo, el eléctrico e-C4, se fabrican en España, más concretamente en la factoría que tiene el Grupo Stellantis en la planta madrileña de Villaverde.
La gama del Citroën e-C4 está compuesta únicamente por una versión con un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) que impulsa las ruedas delanteras. La capacidad bruta de la batería de ión-litio es de 50 kWh y con ella cargada al completo, la firma de los chevrones homologa una autonomía de unos 350 kilómetros.
En cuanto a dimensiones, los datos del e-C4 lo colocan como un vehículo de mayor tamaño que el Mégane E-Tech, con una longitud de 4,36 m, una anchura de 1,80 m y una altura de 1,52 m. Sin embargo, el volumen de capacidad de carga en el maletero para el e-C4 es algo menor que en el Mégane E-Tech, con un total de 380 litros.
Para gestionar de forma eficiente la energía en movimiento, se pueden elegir tres modos de conducción: Eco (con potencia máxima del motor de unos 82 CV), Normal (el motor pasaría a rendir unos 109 CV) y Sport (con los 100 kW o 136 CV disponibles).
En cuanto a tiempos y tipos de carga, el modelo está preparado para admitir varias. El vehículo se puede conectar a una de tipo rápido CC de hasta 100 kW (en este caso, según Citroën, en apenas 30 minutos se habría logrado un nivel de carga de la batería de un 80 por ciento partiendo de un nivel muy bajo). En el caso de tomas de corriente alterna CA, se admitirían hasta tres posibilidades: 3,7 kW (la carga de tipo doméstica o convencional con la que pasadas unas 15 horas se habría cargado al completo la batería), 7,4 kW (con un tiempo estimado de algo más de 7 horas para la carga de la batería) y 11 kW (con un tiempo total de proceso de carga de unas 5 horas).
De serie, Citroën ofrece un cargador integrado monofásico de 7,4 kW, aunque de forma opcional se puede pedir uno trifásico de 11 kW. Como suele ser habitual en los automóviles puramente eléctricos de nueva creación, el estado de la carga y su programación se pueden controlar a través de un smartphone o tablet mediante la app especial My Citroën.
Otra de las especificaciones técnicas interesantes en el e-C4 es su sistema de suspensiones con amortiguadores con topes hidráulicos, una peculiaridad que refuerza el confort a bordo de este automóvil en todo tipo de circunstancias.
