Pocos coches hay tan especiales en el mercado y que se hayan mantenido con tal popularidad durante tantos años como el Mazda MX-5. El descapotable más vendido de la historia es uno de los pocos reductos que quedan de coche pequeño, de propulsión trasera, biplaza, ligero, con bajo centro de gravedad, divertido de conducir y asequible... y todavía tiene mucha vida por delante.
Sus generaciones anteriores, cada una de ellas, ha hecho historia: la primera, la NA, llegó a nuestras vidas en 1989; la segunda, la NB, en 1998; le siguió la NC en 2005, y puso el broche definitivo –hasta ahora– la generación ND en el 2015, presente en el mercado hasta la actualidad (y renovada recientemente). La quinta entrega, la futura NE, empieza a coger forma, aunque su fecha de lanzamiento todavía no está confirmada por la marca japonesa.

Mazda MX-5 NE: ¿apuesta definitiva por la electrificación?
Son muchas las dudas existentes todavía en torno al futuro Mazda MX-5. ¿Mantendrá su esencia de toda la vida?, ¿tendrá que ceder en algunos aspectos para ajustarse a las normativas medioambientales? Sin duda la gran pregunta a responder es la que tiene que ver con su posible electrificación. Como decimos, no hay nada confirmado, pero la lógica dice que el futuro Miata tendrá que recurrir a algún tipo de hibridación para poder afrontar las futuras normativas Euro 6e y, más adelante, la Euro 7.
En este sentido, sería más que probable que Mazda, un “pelín” más retrasada que sus rivales en lo que a electrificación se refiere, apueste por un sistema de hibridación ligera para su próximo MX-5 NE. Aparte de para ajustarse a los nuevos límites de emisiones contaminantes, para evitar un exceso de peso que vaya en detrimento del espíritu de roadster ligero de todas sus generaciones precedentes.

El futuro Miata seguirá apostando, a buen seguro, por un motor de gasolina atmosférico, si bien la tecnología escogida podría ser la que se conoce en Mazda como Skyactiv-X: base y funcionamiento de un motor de gasolina, pero con el rendimiento y eficiencia de un motor diésel. Todo esto, aparte, de la tecnología de híbrida ligera de la que hablábamos, incorporando un motor eléctrico entre el motor térmico y la caja de cambios para reducir sus consumos.
¿La fecha de su llegada? Tampoco se sabe, aunque si nos fiamos de las declaraciones del jefe de ingeniería y desarrollo de producto de Mazda Europa, Joachim Kunz, todo apunta al año 2024. Este, en una entrevista para Autocar, no dudó en liberar al MX-5 de tener que ceñirse a los típicos ciclos de renovación de los coches actuales; ciclos, que en el caso del Miata, podrían ser de 10 años o más. Si la última entrega, la ND, se dio a conocer en 2014 para salir en 2015, las matemáticas y la lógica nos dice que deberemos esperar, al menos, dos años más para conocer el nuevo MX-5 NE.
El futuro Mazda MX-5 NE, cazado en Alemania
Por el momento, nos tenemos que confirmar con unas fotos espía a las que han accedido nuestros compañeros de Carscoop, en las cuales se ha dejado ver un MX-5 en Alemania con ligero camuflaje… y con cambios también muy ligeros. Es más: el coche “cazado” toma la base de la actual generación, con ligeros cambios en la zona trasera, un poco más ancha que en el Miata ND. Esto deja claro dos cosas: que la marca podría estar experimentando más bien en lo que se refiere a la parte mecánica, y sobre todo, que el futuro MX-5 NE está claramente ya en fase de pruebas.
¿Volverá a presentarnos un diseño tan rompedor como el de la última generación? Lo haga o no, seguro que Mazda seguirá apostando por los rasgos estéticos y técnicos que hemos visto en todos los MX-5 desde hace 33 años. Larga vida al Miata.