Lanzado en 2015 y actualizado por primera vez en 2018, el Mazda CX-3 encara un comprometido año 2021 con una nueva revisión de gama. El SUV se ha convertido en uno de los modelos más vendidos de la marca japonesa y, aunque en España se sitúa en cuarta posición en su ránking de matriculaciones en lo que va de 2020 (tras CX-30, Mazda 3 y CX-5), en muchos de los principales mercados europeos, como Alemania, es ya su segundo vehículo más exitoso. Por ello, su renovación es especialmente importante.
Según nos informan nuestros colegas alemanes de Auto Motor und Sport, el nuevo Mazda CX-3 presentará ahora una nueva revisión que afecta a su gama. Estéticamente los cambios son leves, con algún retoque de ópticas, cromados, adornos y la incorporación de una nueva pintura gris metalizada.
Con 4,28 metros, una longitud que casi le acerca más al segmento de los SUV compactos que a los utilitarios con quien, en realidad compite, el nuevo Mazda CX-3 incluye nuevos ajustes para mejorar la ergonomía y nuevos asientos, que prometen una mejor altura interior. La capacidad de maletero se mantiene en 350 litros de carga oficiales, con el piso en dos niveles. Si abatimos sus respaldos traseros, en proporción 60:40, el volumen total aumenta hasta los 1.260 litros.
Con la nueva gama 2021, Mazda además incluye ahora por primera vez de serie el sistema de información y entretenimiento Mazda Connect, que incluye una pantalla táctil de 7 pulgadas. También de serie llega ahora la integración para teléfonos móviles Apple CarPlay y Android Auto, además de conexiones USB y AUX y la radio digital DAB.
Mazda CX-3 2021: un solo motor de gasolina
Respecto a su gama mecánica, el nuevo Mazda CX-3 continúa con la tendencia de los últimos meses, donde ya abandonó el diésel anterior 1.8, así como el motor gasolina superior de 150 CV con tracción total que originariamente sí se incluían. Así, la gama del nuevo SUV sigue contando con una única opción de gasolina con desactivación de cilindros.
Por tanto, para adquirirse el nuevo Mazda CX-3 solo existe actualmente la versión Skyactiv-G 2.0, con 121 CV de potencia y tracción delantera. Ahora, este propulsor permite la desactivación de 2 de sus 4 cilindros cuando no son necesarios que, en combinación con otras mejores internas del motor (como la inyección de múltiples etapas), promete una mejora del consumo en un 14,5 por ciento: anuncia 5,3 l/100 km de media en lugar de los 6,2 l/100 anteriores.
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Cumpliendo así ya con el estándar europeo Euro 6d-ISC-FCM sin necesidad de filtro de partículas, este sistema de desactivación de cilindros, eso sí, solo se instala con la caja de cambios manual de 6 velocidades. También existe la opción de añadir una transmisión automática de 6 marchas: claro que de 140 g/km de emisiones de CO2 el CX-3 automático pasa a registrar 160 g/km.