Con el singular Ami como base, pero destinado más a familias, Citroën nos presenta a su innovador Oli, un sorprendente “laboratorio sobre ruedas”. No se trata de un coche, dice la marca, sino de una extensión de la vida cotidiana tan útil cuando se conduce como cuando no. La idea es ofrecer solo lo necesario, lo que los clientes necesitan y quieren, con el fin de satisfacer una movilidad eléctrica barata pero a la vez atractiva.
“Los consumidores pueden sentir que la era de la abundancia puede haber terminado, y que el aumento de las regulaciones y de los costes puede limitar su capacidad para moverse libremente”, aclara el director general de Citroën, Vincent Cobée. “Hay que invertir las tendencias haciendo los vehículos más ligeros y económicos, y encontrar ingeniosas formas para maximizar su uso. De lo contrario, las familias no podrán permitirse la libertad de movilidad cuando los vehículos 100% eléctricos se conviertan en la única opción disponible”.

De tamaño similar al de un SUV compacto, el Citroën Oli mide 4,20 m de largo, 1,65 m de alto y 1,90 m de ancho, y su silueta la marcan líneas horizontales y verticales. Y si no, fíjate en su parabrisas, completamente vertical porque así, apunta la marca, la distancia entre la parte superior y la inferior es más corta y requiere una menor cantidad de vidrio. Además, el menor tamaño de la superficie permite que sea menos costosa de producir o sustituir y disminuye la exposición de los ocupantes a los efectos del sol.
También ayuda a reducir hasta un 17% la demanda de energía que sistema de aire acondicionado del oli exige a sus baterías. “Se podría argumentar que un parabrisas vertical es menos aerodinámico, señala Citroën, pero no esperamos que la gente conduzca este tipo de vehículo a 200 km/h”. El marco de este parabrisas dispone de un vinilo brillante en un acabado ‘infrarrojo’, un nuevo color que Citroën utilizará junto a su nueva identidad de marca.

Citroën Oli: un eléctrico con 400 km de autonomía
El Citroën Oli luce una nueva interpretación del logotipo del doble chevrón de Citroën, homenaje al logotipo original de la compañía de 1919, que se incluirá en todos los nuevos productos de la marca que vayan llegando a partir de mediados de 2023 y en la nueva identidad corporativa.
A nivel mecánico, este Citroën Oli Incorpora una batería de 40 kWh y ofrece una autonomía de hasta 400 km. La velocidad máxima está limitada a 110 km/h, lo que repercute en su consumo cifrado en 10 kWh/100 km. La carga del 20 al 80% se completa en 23 minutos.
El prototipo, aclara la marca, es un coche multiusos, ya que sirve como vehículo familiar, para moverse por la ciudad, para una aventura, como compañero de trabajo o incluso como una extensión del hogar. Y es que, en este sentido, su función “Vehicle to Load” (V2L), utilizando su batería de 40 kWh con una toma de corriente de 3,6kW (el equivalente a un enchufe doméstico de 230 V y 16 Ah), permite que el Oli pueda suministrar energía a un dispositivo eléctrico de 3.000 W durante aproximadamente 12 horas.

Asimismo, con la función inteligente “Vehicle to Grid” (V2G), el Citroën Oli ofrece la posibilidad de poder vender el exceso de energía almacenada de los paneles solares del hogar a los proveedores de energía, así como ayudar a gestionar los problemas de energía cuando hay un pico de demanda o un corte de energía en la red.
Citroën Oli: el SUV de los 1.000 kg de peso
En la fabricación del Oli, Citroën ha reducido el número de piezas y componentes; también se han utilizado materiales más ligeros y sostenibles. Y es que el peso es uno de los puntos en los que más incide la marca, ya que el objetivo que persigue es rondar los 1.000 kg (mucho más ligero que la mayoría de los SUV compactos comparables), al eliminar equipamiento prescindible y aligerar materiales.
Los asientos, por ejemplo, de construcción sencilla, utilizan un 80% menos de piezas que un asiento tradicional. Están fabricados con materiales reciclados y los respaldos de malla, que pueden personalizarse a gusto del consumidor, mejoran la luz natural en el interior del vehículo.

Por su parte, capó, techo y los paneles de la “caja trasera” planos se han elegido para cumplir los objetivos de bajo peso, alta resistencia y máxima durabilidad. Creados junto con BASF, se han fabricado a partir de cartón corrugado reciclado con una estructura de tipo sándwich en nido de abeja entre paneles de refuerzo de fibra de vidrio. Los paneles son muy rígidos y ligeros (tan solo pesan 6 kilos) pero muy resistentes -un adulto puede ponerse de pie sobre ellos-, y su peso se reduce en un 50% frente a los equivalentes construidos en acero para el techo.
De esta manera el uso que se puede hacer de ellos es muy variado, desde utilizar el techo como escalera hasta una plataforma para montar una tienda de campaña. Los paragolpes, 100% reciclables, están hechos de polipropileno con un 50% de materiales reciclados. Cada paso de rueda está cubierto por un resistente protector de plástico reciclado.

Este Citroën Oli, como puedes ver en la anterior foto, equipa llantas híbridas (aluminio y acero) que son un 15% más ligeras que unas llantas de dimensiones equivalentes fabricadas completamente en acero, lo que contribuye a reducir el peso total del vehículo en 6 kg. Monta el prototipo de neumático Eagle GO de GoodYear, al que el fabricante otorga una vida útil de hasta 500.000 km gracias a la reutilización de la carcasa sostenible y a una profundidad para la banda de rodadura de 11 mm que puede renovarse dos veces a lo largo de la vida útil del neumático.
Citroën Oli: puertas un 20% más ligeras
Las puertas delanteras del Citroën Oli, al igual que pasa en el modelo Ami, son idénticas en cada lado, aunque montadas de forma diferente. Son ligeras y fáciles de fabricar y montar, además de ser un 20% más ligeras cada una en comparación con las de un modelo compacto actual. Se necesitan la mitad de componentes y se ahorran unos 1,7 kg por puerta al eliminar el altavoz, el material de aislamiento y el cableado eléctrico. El panel exterior de la puerta es más sencillo de estampar y está diseñado para maximizar el almacenamiento interior.

Sobre las puertas, se ubican grandes ventanas horizontales ligeramente inclinadas hacia el suelo para ayudar a reducir los efectos del sol, y se abren de manera manual, similares a las utilizadas en el Ami. Por su parte, las puertas traseras, más estrechas, se abren en la parte posterior del vehículo y utilizan cristales verticales para dar más luz y visibilidad a los pasajeros traseros. Cuando las dos puertas laterales están abiertas, el acceso al habitáculo se realiza de manera fácil, más cómoda por ejemplo a la hora de instalar una silla de niño.
Citroën Oli: peculiar maletero estilo pick-up
Si hablamos del espacio de carga, el Citroën Oli prescinde del habitual maletero o portón trasero. En su lugar, nos encontramos con una caja a modo de pick-up, donde se puede cargar de todo: desde muebles, cajas o tablas de surf. Para ampliar el espacio, basta con abatir hacia el techo los reposacabezas independientes de los asientos traseros, abrir el cristal de la luneta trasera hacia arriba, y el espacio de carga de 994 mm de ancho se alargará de 679 mm a 1.050 mm.

Por su parte, las barras del techo a cada lado del panel del techo permiten fijar accesorios como portabicicletas y cofres para ampliar la capacidad de carga, mientras que debajo del panel del capó se puede acceder a zonas de almacenamiento que incluyen compartimentos para los cables de carga y artículos personales y de emergencia.
Citroën Oli: interior sin complicaciones
El interior del Citroën Oli es muy simple. Del salpicadero que atraviesa el ancho del vehículo cuelgan la columna de la dirección y el volante en un lado, un soporte para teléfonos inteligentes y cinco interruptores de palanca para el sistema de climatización en el centro. Dos salidas de aire directas, una delante del conductor y otra del acompañante, permiten utilizar una unidad de aire acondicionado más pequeña para contribuir a la eficiencia y reducir el peso.
El infoentretenimiento y la comunicación necesaria en el vehículo están en el smartphone personal, que se acopla en la toma central del salpicadero. Una vez conectado, la información del teléfono y las aplicaciones se combinan con los datos esenciales del vehículo, como la velocidad y el nivel de carga. Todo ello se visualiza a través de un sistema “Smartband”, que proyecta la información a lo largo del borde inferior del parabrisas. En los extremos del salpicadero hay un hueco específico para ubicar allí los altavoces cilíndricos con Bluetooth extraíbles