A través del perfil de Instagram de BMW M hemos podido ver cómo será el próximo M3. El futuro sedán deportivo adopta ya la nueva imagen bajo la filosofía “Neue Klasse”, como se puede apreciar en las fotografías, cuyas versiones normales del Serie 3 deberíamos ver en dos años. Aunque en este caso levantará mucha polémica porque estamos ante una versión completamente eléctrica.

Desde el departamento de deportivos de la firma alemana llevan ya unos años trabajado en cómo sería su primer modelo completamente eléctrico. Lo sé, es algo que horrorizará a los más puristas, pero los nuevos tiempos es al camino que nos están llevando, algo que no pueden pasar por alto las marcas. Y su precursor se desveló hace dos años, siendo un i4 M50 con ciertas conexiones con los M3, M4 y M5 y propulsado por hasta cuatro propulsores con este combustible. De ahí hemos dado paso a este último prototipo que nos ofrece una visión de futuro de cómo sería el Serie 3 eléctrico o i3.
En realidad, todo comenzará el próximo año. En ese 2025 se espera el lanzamiento del nuevo iX3 bajo la plataforma modular Neue Klasse, que es distinta a la CLAR utilizada por el X3 con motores térmicos. Si los planes se mantienen sin contratiempos, en 2026 debería aparecer el primer i3 en carrocería sedan y familiar, como alternativa eléctrica a un Serie 3 con propulsores de combustión. Y de ahí llegaríamos hasta el iM3 (este nombre todavía está sin confirmar) del que hablamos en este artículo.

Está claro que este primer prototipo está bastante camuflado, pues no nos iban a dejar ver mucho teniendo en cuenta todo lo que falta para que llegue a la producción. Incluso las luces traseras se ven claramente que están como superpuestas y no son las definitivas con las que contará este modelo. Pero sí encontramos atributos reconocidos del prototipo que anticipó este modelo, como pueden ser la forma de los faros junto con la parrilla horizontal, así como el capó trasero inclinado y bastante corto. Las líneas globales de este futuro iM3 son bastante lisas, en busca de una mayor aerodinámica, contando incluso con tiradores enrasados. A esto tenemos que sumar unos pasos de rueda mucho más anchos que los que tendrá un i3 convencional. Ya saben que hay que meter unas buenas ruedas, con unos frenos a la medida.
Lo que parece bastante claro es que la configuración de cuatro motores eléctricos se puede mantener en la versión final. Cada uno de ellos enviará su potencia a su respectiva rueda, sumando en su combinación final una cifra por encima de los 1.000 CV. Quizás en este caso se hayan pasado un poquito. Sea como fuere, como explicó en su día Dirk Häcker, jefe de desarrollo de BMW M, “no solo tendremos la ventaja de que cada rueda genere su propia propulsión, también podrán frenar de forma independiente. Además, la batería deberá adaptarse para soportar una absorción de energía en el momento de regeneración superior a la ofrecida en los vehículos eléctricos actuales”.

Ante tal obra de ingeniería, en donde más esfuerzos están poniendo los trabajadores de BMW M es en el “cerebro” electrónico que será capaz de gobernar todos estos sistemas. Para ello se está rodando en numerosos circuitos del mundo, incluido el de Miramas en Francia, para lograr el mejor “setting” posible para este modelo. Tiempo todavía tienen bastante y estamos seguros de que estamos en buenas manos, aunque sea eléctrico.