Sí, la realidad es que hay miedo en el sector del automóvil ante lo que pueda ocurrir de cara a 2025. Cuando faltan ya menos de 15 días para que concluya el año 2024, a estas horas lo único seguro es que no hay aprobado ningún plan de ayudas a la compra de coches para el siguiente ejercicio, lo que podría suponer un nuevo frenazo a una industria que ya está sufriendo las consecuencias de una movilidad eléctrica que no termina de generar el suficiente volumen de negocio como para mantener con esperanzas al sector.
Así de cruda es a esta hora la realidad, ya que, a pesar de que el Gobierno ha asegurado a distintas fuentes que anunciará antes de que acabe el año una prórroga de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos, una medida prometida directamente por el ministro de Industria, Jordi Hereu, de momento se sigue trabajando en la iniciativa pero no hay nada firme y las últimas noticias tampoco parecen invitar demasiado al optimismo.
Temor por alcanzar el 31 de diciembre sin ningún plan de ayudas
Y es que, tal y como informa hoy el diario Cinco Días, el Gobierno y el automóvil “chocan por la falta de ayudas a la compra de coches eléctricos en 2025”. El presidente de la patronal de fabricantes de coches (ANFAC), Josep María Recasens, ha reconocido el temor que hay en la industria a la posibilidad de alcanzar el próximo 31 de diciembre sin ningún plan. “A día de hoy, no hay Moves para el año que viene”, ha asegurado.

Desde el Gobierno reconocen también las dificultades que existen en estos momentos, ya que, aunque afirman que “hay buena sintonía” con los fabricantes, tal y como apuntan a Cinco Días distintas fuentes ministeriales, la realidad es que a estas horas no hay un plan definido, “ni se sabe de dónde saldrá el dinero para alimentar una prórroga de ese tipo”. Desde el diario apuntan a dos posibilidades, que serían o continuar usando fondos europeos, reasignándolos de otras partidas, o bien extraerlos de los Presupuestos Generales, con el problema de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez a día de hoy no tiene claro poder aprobarlos pronto por la difícil coyuntura parlamentaria y las discusiones con sus socios de Gobierno.
En este sentido el presidente de ANFAC ha advertido también en las últimas horas que “podemos escribir los planes de choque que queramos (en referencia al Plan Auto 2030 para relanzar la industria del automóvil), pero estos quedarán en nada sin un Moves”. El objetivo por el que apuesta Recasens sería aprobar una nueva prórroga de este plan que sirva de puente durante al menos el primer trimestre de 2025, para posteriormente poder firmar en España un nuevo un programa nacional de ayudas directas a la compra similar al Plan Reinicia Auto+ aprobado para los afectados de la DANA, que contemple incluso subvenciones para todo tipo de motorizaciones, no solo para las eléctricas.
ANFAC aboga por un plan gestionado directamente a nivel nacional
La patronal de los fabricantes también apuesta a un plan que se gestione directamente a nivel nacional y por parte del Gobierno central, al contrario que un Moves III donde cada comunidad controla su parte de las ayudas y “hay una tremenda opacidad en cómo gestionan este dinero las comunidades”. Y también urge agilizar en próximos planes los ingresos por estas ayudas, ya que, según denuncian desde el sector, a día de hoy las ayudas del Moves tardan hasta dos años en cobrarse, lo que supone un problema para los compradores.

Uno de los problemas con los que se está encontrando ahora el Gobierno para la prórroga del plan de ayudas es el esfuerzo que se ha tenido que realizar en inversión para ayudar a los afectados de la DANA. Y es que, aunque el Ejecutivo ya se había comprometido a usar otros 200 millones de los presupuestos generales para el Moves III, que podrían utilizarse al inicio de enero, la realidad es que no está claro actualmente si esta partida sigue disponible tras tener que haber desviado dinero extra a la provincia de Valencia tras las consecuencias del imprevisto temporal que asoló a buena parte de su población.
Sí parece al menos ya confirmada de cara a 2025 la ampliación de la deducción del IRPF del 15% sobre una base mínima de 20.000 euros para los compradores de vehículos eléctricos, una subvención fiscal que llega a alcanzar un máximo de 3.000 euros y para la que ya está prevista una prórroga a través de un decreto que incluirá otras medidas para otros sectores.