Un día más, el fin de los coches diésel y gasolina vuelve a estar de actualidad. Si hace unos días era la capital de Europa, Bruselas, la que había anunciado la prohibición del diésel en el año 2030 y de la gasolina en 2035, ahora es uno de los economistas más reputados del momento, Jeremy Rifkin, el que ha reflexionado sobre el futuro de estos dos combustibles.
Para Rifkin, experto también en medio ambiente y autor de libro 'The Green New Deal Global', los coches diésel y gasolina se “extinguirán" mucho antes de 2040, un hecho que se produciría de forma natural y sin que casi ningún gobierno en ningún país introdujese ninguna medida drástica de prohibición.
Una de las argumentaciones de Rifkin se sustenta en la propia gran inversión y en las nuevas estrategias que van a emprender los grandes fabricantes de automóviles. Al respecto, este economista cita el ejemplo del Grupo Volkswagen, ya que este gigante automovilístico se “ha comprometido a fabricar su último coche de combustión en 2026, para lo que incluirá una inversión en una transición que también incluye el despliegue de 35.000 estaciones de carga en Europa. Si esto es sólo lo que va a hacer una empresa, imagínense del mercado del que estamos hablando", ha afirmado Rifkin.
De forma paralela, Rifkin ha vaticinado que el coche eléctrico tendrá un precio inferior a su equivalente diésel y gasolina antes de 2026, un hecho que se producirá sin que los vehículos eléctricos reciban ningún tipo de ayuda a la compra.
En un encuentro organizado por la Fundación Rafael del Pino, Rifkin también ha augurado que las ventas anuales de coches eléctricos coparán el 20 por ciento del total del parque automovilístico a nivel mundial en 2028.
Los hábitos de consumo sobre movilidad y la pertenencia de un automóvil, según Rifkin, también han cambiado y seguirán cambiando durante los próximos años. Rifkin ha afirmado que los jóvenes de las nuevas generaciones -los milenials y la generación 'Z'- no necesitan poseer un vehículo propio para desplazarse, pues ven más útil usar otro tipo de servicios como Uber, Cabify o servicios de carsharing o coche compartido.
Estos nuevos hábitos de consumo sobre la movilidad, permitirán, según Rifkin, reducir el consumo de energía eléctrica, tanto que dentro de unos 10 años se podría vivir sólo con las energías renovables como la eólica y la solar.