Te lo venimos contando en los últimos días. A pesar del aumento de la siniestralidad en España, que tuvo tras la Semana Santa un registro de víctimas mortales en accidentes que ha sido el mayor en 7 años, la DGT sigue apostando por la colocación de más radares como eje central de su política de seguridad vial, que está vista que así, sola, no funciona. Hacen falta más iniciativas que la siembra de radares.
Sin embargo, para intentar controlar aún más la velocidad y, sí, seamos sinceros, para tratar de recaudar también más, desde Tráfico han apostado en las últimas semanas por ocultar aún más los radares Veloláser: ya sabes, esos muy pequeños y ligeros, capaces de engancharse a casi cualquier sitio y esconderse tras casi cualquier rincón. En la Comunidad Valenciana, en Castilla- León, en Madrid… ya hemos podido ver en los últimos días la nueva táctica de ocultar estos radares tras señales de tráfico, un método que es imposible de detectar en carretera por los conductores.
¿Está obligada la DGT a señalizar los radares Veloláser ocultos?
Pero no es la única zona polémica de colocación. En los últimos años, las plataformas de automovilistas llevan denunciando la ubicación de este tipo de radares por la DGT tras árboles, en coches que simulan averías, en motos camufladas y, especialmente, enganchados a los siempre peligrosos guardarraíles. La pregunta que nos surge inmediatamente es: ¿es legal esconder así los radares en las carreteras y no señalizarlos?

Aunque la DGT comunica en su página web ya la posible ubicación de casi 2.100 radares fijos, móviles y de tramo, la realidad es que en carretera únicamente deben señalizarse los radares fijos, entendidos así los que están permanentemente ubicados en un mismo lugar y que tengan una instalación fija. Así lo regula un Real Decreto que aprueba el Reglamento por el que se regula toda la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Para ello debe usarse una placa informativa con un pictograma de cámara de vídeo, un panel indicando la descripción genérica de la zona de vigilancia y el nombre de los responsables de la autorización.
Sin embargo, por el contrario, los radares Veloláser que la DGT oculta ya en las carreteras no se consideran obviamente fijos, según una sentencia del Tribunal Supremo, ya que, aunque tomando la medición como un radar fijo cambian su ubicación cada día, e incluso durante una misma jornada. Y, lamentablemente, este tipo de radares no cuentan con la obligación de tener que señalizarlos en carretera.
Este tipo de multas por radares Veloláser sí pueden recurrirse
Por ahí, por tanto, no vamos a poder recurrir nunca una multa de un radar Veloláser escondido por la DGT. No obstante, sí hay un supuesto en el que tenemos muchas probabilidades de conseguir recurrir con éxito una multa de este tipo por una práctica que no suele realizarse y que, según la normativa vigente, sí que es obligatoria al poner en marcha cualquier actividad con un radar Veloláser.

Y es que, tal y como nos ha asegurado en las últimas horas el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, cuando un radar Veloláser está ubicado en un guardarraíl, y es uno de los emplazamientos más frecuentes donde podemos verlos, la sanción sí puede ser recurrible fácilmente. En estos casos, para poder instalar un radar en un guardarraíl hace falta que el titular de la vía lo autorice, algo que en muchas ocasiones no sucede.
Así que en caso de que nos hayan puesto una multa por un radar Veloláser escondido en un guardarraíl, no podemos recurrir la sanción en base a la ocultación, pero probablemente sí pidiendo conocer la autorización del titular de la vía para esa práctica, pudiéndose también alegar desde el punto de vista de la homologación, que ese uso es contrario posiblemente al Reglamento General de Circulación.