La noticia saltó hace ya años como una bomba informativa en Europa: la UE aprobaba una serie de sistemas de seguridad obligatorios desde este próximo verano de 2024, entre los que se incluía un Asistente de Velocidad Inteligente (ISA). Este mecanismo, que ya tendrán que incorporar los vehículos nuevos que se vendan, supone en la práctica un limitador para evitar que superemos la velocidad máxima en carretera y actúa en distintas fases.
El sistema ISA, ya una realidad en Europa... aunque podrás desactivarlo
En la primera simplemente informa y avisa de que el conductor está excediendo el límite; en la segunda ya no solo avisa, sino que incluso ejerce presión hacia arriba sobre el pedal del acelerador para inducir la frenada; y en la tercera fase llega a intervenir actuando sobre la centralita y los frenos, para que el coche no exceda automáticamente la velocidad máxima de una vía.

Esta medida, que causó una gran polémica por su legalidad y las críticas de los fabricantes, poco a poco se matizó y la DGT ya ha confirmado que sí, el sistema se tendrá que incorporar, pero será siempre posible desactivarlo con un botón o pisando el acelerador con fuerza. De momento se instalará, como el alcoholímetro que bloquea el arranque, pero no será obligatorio su uso, abriendo eso sí la primera puerta con su implementación a que, en un futuro no muy lejano, una nueva legislación permita aprovechar este mismo ISA para forzar a los conductores a que cumplan automáticamente con los límites de velocidad.
Un proyecto de ley propone en California un sistema inteligente pasivo de asistencia de velocidad
Pues bien, con esta realidad ya aprobada en Europa, ahora es Estados Unidos el que abre el debate sobre los límites de velocidad con un nuevo proyecto de Ley aprobado en California, tras una tramitación en el Senado que, eso sí, ha pasado por un estrecho margen y mucha polémica. Falta por ver si se convertirá en ley definitiva o desaparecerá como otras muchas propuestas que no terminan de reunir un amplio consenso.
Este nuevo proyecto de ley, pionero en un país como Estados Unidos donde tanto se cuidan las libertades individuales, requiere que los vehículos estén por primera vez ya equipados con “un sistema inteligente pasivo de asistencia de velocidad”, que proporcionará “una señal visual y sonora para alertar al conductor cada vez que la velocidad del vehículo sea de más de 10 mph (16 km/h) por encima del límite de velocidad”.

Obligatorio a partir de 2029
Cada advertencia, según indica el proyecto, sería “breve y única”, pero pretende actuar cada vez que se supere ese margen de velocidad para hacer molesto el viaje y forzar a no superar nunca los límites máximos de las carreteras. El proyecto anuncia también que el 50% de los vehículos de pasajeros, camiones y autobuses vendidos o fabricados en el estado deberán cumplir con esta regulación para el año 2029, mientras que para 2032 todos los vehículos vendidos deberían ya incorporarlo.
El proyecto de ley aprobado en California asegura que estos vehículos deberán estar entonces equipados con un sistema que use el GPS para comparar la velocidad de un vehículo con la base de datos de los límites de velocidad publicados en el estado. También indica expresamente que “si un sistema inteligente de asistencia a la velocidad recibe límites de velocidad contradictorios para la misma área, el sistema utilizará el límite de velocidad más alto”, como línea de base para la advertencia.
Este proyecto de ley es verdad que, de momento, habla solo de un sistema inteligente pasivo de asistencia de velocidad, por venir precisamente de un país que cuida mucho la libertad individual y donde estas medidas siempre han brillado por su ausencia, supone sin duda un importante paso más hacia un dispositivo obligatorio que no tardaremos mucho en ver en todos los coches a la venta.