No parece haber solución. A pesar de que la DGT advierte mes a mes del problema de la velocidad en las carreteras de España, considerada ya el tercer factor concurrente más habitual en los accidentes de tráfico con víctimas mortales, el respeto a los límites actuales no es, ni mucho menos, general. Y las administraciones, tanto nacionales como europeas, están dispuestas a pasar a la acción.
Los resultados del último Proyecto Europeo Baseline son muy alarmantes en lo que respecta a la velocidad de circulación. A pesar de que este informe aún otorga una cifra de cumplimiento del 63% de los turismos que circulan por autovía y del 51% en autopistas (cifras tampoco como para presumir, todo sea dicho), el resto de vías registran un muy preocupante incumplimiento generalizado.

Menos de la mitad de coches no cumplen los límites en carreteras convencionales
Así, en las carreteras convencionales, las que mayor riesgo presentan de accidente, únicamente el 43% de los turismos, claramente menos de la mitad, cumple los límites de velocidad, uno de los niveles más bajos de Europa. Y en las ciudades que presentan límites de 30 km/h, ya contemplados por normativa en la última Ley de Tráfico, el grado de cumplimiento baja incluso hasta el 32 por ciento de los turismos.
Ante esta realidad, las principales administraciones han decidido tomar cartas en el asunto y promover nuevas medidas para frenar este problema. Así, a nivel europeo, esta misma semana estamos comprobando una de las primeras iniciativas, a través de una nueva campaña especial de velocidad desarrollada a nivel comunitario por RoadPol, en el que se intensifican los controles hasta el próximo domingo día 21 de abril y, por tanto, se multiplicarán las multas por infracciones de este tipo. ¡Atentos!
El Asistente Inteligente de Velocidad, ya obligatorio en Europa
Además, y como medida ya más general, la UE aprobó hace meses que, a partir del próximo 6 de julio de 2024, todos los nuevos vehículos matriculados deben contar con una serie de sistemas de seguridad denominados ADAS, entre los que se encuentra el Asistente Inteligente de Velocidad (ISA), compuesto por un navegador que muestra el límite de velocidad de la vía por la que se circula y un sistema de reconocimiento de señales que complementa la cartografía digital y detecta incluso limitaciones temporales de velocidad. El objetivo final es ayudar al conductor en todo momento a conocer y respetar los límites de velocidad.

Eso a nivel europeo, porque en un entorno ya estrictamente nacional la DGT también anuncia nuevas medidas encaminadas a tratar de reducir la velocidad en carretera. Y, cómo no, en este caso llegará asociada al aumento una vez más de radares.
La DGT anuncia 88 nuevos radares de tramo, la mayoría en vías convencionales
En concreto, la Dirección General de Tráfico ha confirmado que, de aquí a final de año, instalará nada menos que 88 nuevos cinemómetros de control de velocidad, de los que el 60 por ciento serán de tramo, es decir, aparatos que miden la media de velocidad en un tramo concreto con cámaras de entrada y de salida. El anuncio indica además que la mayoría de radares se ubicarán en carreteras convencionales, donde se producen hasta 7 de cada 10 siniestros mortales.
El Subdirector General de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, Francisco José Ruiz Boada, ahonda en este problema asegurando que las bajas cifras de cumplimiento de los límites de velocidad de muestran que “no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad moral que contribuye por un lado a la seguridad vial, porque reduce de forma significativa la lesividad del siniestro, a mejorar el impacto medioambiental y en definitiva al bienestar de todos los usuarios que comparten la vía, porque es importante recordar… que en la carretera no estamos solos”.