Sí, es evidente que la gasolina, y especialmente el diésel, no pasan por su mejor momento comercial y que son, casi, casi, un combustible que camina hacia la extinción una vez llegue el año 2035 con la prohibición de comercialización de estos vehículos, por más que la UE haya dado una moratoria a todos aquellos que utilicen combustibles sintéticos o e-fuels, que serán los únicos permitidos. Pero, según todas las previsiones, serán muy caros, por lo que su implantación en el mercado apostamos a que será residual.
Vale, hasta aquí, todo conocido, y todavía queda mucho para esas preocupaciones. Sin embargo, a corto plazo, el futuro de los combustibles, y en especial del diésel, no parece mucho más optimista, y por más que hoy represente ya solo un 24 por ciento de la cuota de mercado en las matriculaciones (la gasolina acapara un 37%) y un 10% del total de la producción en las fábricas, hay que reconocer que todavía circulan millones de coches diésel por las carreteras. De hecho, la media de antigüedad del parque en España se sitúa en torno a los 14 años, con lo que podemos hacernos ya una idea…
El precio del diésel sube… y amenaza con hacerlo más
El problema llega, como estamos viendo ya, en el precio en las gasolineras. Centrándonos en el diésel, la realidad es que a comienzos de mes estaba de media en los 1,504 euros por litro y hoy, en cambio, cotiza ya a nada menos que 1,618 euros… y subiendo. Es un incremento muy importante en menos de un mes y el problema es que no tiene visos de momento de revertirse.

Hace solo unos días ya te anunciamos que el precio seguiría subiendo durante las próximas semanas, especialmente a finales de agosto. El aumento de demanda con motivo del incremento de la movilidad es siempre un hecho, pero esta vez factores externos se sumaban a la ecuación. En concreto, las restricciones en la extracción de petróleo que lleva a cabo ya la OPEP+ con el objetivo de “apoyar la estabilidad y el equilibrio en los mercados de crudo”, que está limitando la producción, aumentando la escasez e incrementando los precios del barril de petróleo.
Del mismo modo, Arabia Saudí, otro importante productor, ha decidido también periódicamente ir limitando su extracción de crudo, algo que sucederá hasta 2024 con medidas que va prorrogando, incrementando la inestabilidad del mercado aún más y amenazando con mayor escasez.
Las reservas de petróleo están bastante por debajo de años anteriores
Pues bien, eso es lo que se prevé ya que ocurra y ahora son los expertos de la prestiogiosa agencia Bloomberg los que lanzan el aviso y la “amenaza”: el diésel puede enfrentarse a grandes problemas este invierno, debido a que las reservas de este año están bastante por debajo de años anteriores, y es una muy mala señal para las previsiones de precios.

A los problemas mencionados se suma también la menor capacidad de producción de petróleo de cara al invierno que ha supuesto la guerra de Rusia y Ucrania, así como los embargos emitidos por las autoridades. Con todo ello, y con las menores reservas de crudo respecto a años anteriores, la previsión es que durante este próximo invierno se sigan incrementando los precios del diésel y puedan incluso llegar a haber restricciones.
El aviso, de momento, ya se ha emitido, y teniendo en cuenta que, a pesar de las nuevas perspectivas de mercado y de normativas, todavía la mayor parte de los transportes a nivel mundial funcionan con diésel, y no solo los coches, sino también los barcos, hay que tomárselo muy en serio. Veremos qué sucede en los próximos meses finalmente.