Los prototipos son una de las herramientas que tienen los diseñadores para desarrollar los nuevos vehículos de la gama. Muchos de ellos se aprovechan para lucir en los salones del automóvil, cada vez con menos presencia, o en algún meeting relacionado con el mundo del automóvil. Mientras otros se utilizan de forma interna para estudiar la viabilidad de un proyecto o para que los grandes jefes deciden si les gusta la nueva apuesta. Pues en estos últimos se encuentra el Seat Toledo II con carrocería familiar cuya primicia han publicado en La Escudería.
Esta segunda generación del conocido Toledo se fabricó desde 1998 hasta el 2004. Era una época en el que muchas marcas contaban en su gama del segmento C con una oferta que comprendía un compacto, un sedán y un familiar. En el caso de la marca española cumplía esta norma no escrita con el primer León y el Toledo II, pero no llegó a tener nunca la tercera carrocería.

Pero que no se vendiera no quiso decir que los responsables de Seat no estudiaran la fabricación de un familiar que siguiendo la nomenclatura de la época seguramente se hubiera llamado Toledo Vario. Así lo demuestran las fotografías que han conseguido nuestros compañeros de La Escudería a través de la división de históricos de la firma nacida en Cataluña.
Hay que recordar que este Toledo II, al igual que pasaba con su primera generación, lo había diseñado Giorgetto Giugiaro, que también firmó la primera entrega de la berlina. Sobre esa base, y como suele ser habitual en este tipo de carrocerías, se mantienen inalteradas sus formas hasta el pilar B, el que separa las puertas delanteras de las traseras. Estas últimas cambian ligeramente su forma y dan paso a un tercer volumen que le permitiría tener un mayor maletero. Sobre este dato hay que recordar que la berlina ya cubicaba 500 litros, por lo que nuestro protagonista lo hubiera superado seguramente.

Comento esto porque en las fotografías de Seat Históricos se puede apreciar como se utilizaron formas muy cuadradas para el maletero, lo que maximizaba lo más posible su capacidad. Incluso se podría decir que era una unidad bastante cercana a la producción pues se habían incluido las típicas argollas que encontramos en muchos familiares del mercado.
Pero no pierdas detalle de la vista trasera de este Toledo familiar. Para empezar, se utilizan unas formas de los faros que nada tienen que ver con las que lucía la berlina y que podríamos decir que son muy parecidas a las que lucirían más adelante tanto el Ibiza III como el León II. Y debajo de la nomenclatura aparecen las siglas V5. Estas correspondían a un motor especial que tuvo la berlina española, con un bloque de 5 cilindros en V, 2.3 litros y que en sus primeros dos años de comercialización ofrecía 150 CV, para pasar posteriormente a 170 CV.

Para terminar, os dejamos otro apunte desvelado por La Escudería. La idea que tenía Seat para su Toledo era que contará con tres carrocerías diferentes. La primera sería una berlina de portón trasero o cuatro puertas, que finalmente fue de cinco, este familiar ahora descubierto y un coupé de tres puertas. Esta última, al estilo del Peugeot 406, también fue descartada, pero quizás desde Históricos nos sorprendan pronto con otro prototipo oculto.