Las redes sociales, como todo en esta vida, tienen su lado bueno… y su lado malo. Y en este lado malo, la propagación de bulos o “fake news” es, sin duda, una de las grandes protagonistas. Whatsapp, por ejemplo, es un medio perfecto para esto último y, sin duda, ha sido la aplicación preferida por aquellos que han querido sembrar noticias falsas en los últimos años. Y el mundo del automóvil tampoco se ha quedado al margen.
No sorprenderemos a nadie si decimos que las noticias e informaciones sobre radares son algunas de las que más rápido se mueven entre los conductores. En las últimas semanas, con los cambios de velocidad dentro y fuera de poblado, los supuestos avisos sobre radares se han multiplicado. Y, algunos, han llegado a saltar hasta la esfera política.
Uno de los últimos bulos más compartidos ha sido el de la instalación de cinco nuevos radares en Castellón. La supuesta información corrió como la pólvora entre los vecinos, pues se detallaban cinco calles en los que se habían instalado controles de velocidad. Sin embargo, desde el Ayuntamiento, a una pregunta en la cámara del Partido Popular (en la oposición), han aclarado que ni ellos ni la DGT han instalado estos radares y que la información es falsa, tal y como recoge este diario local.
Más bulos sobre radares
Pero esta no ha sido la única información falsa de la que hemos tenido constancia en los últimos tiempos. Barcelona, Huelva o Sevilla son algunas de las ciudades por las que se ha movido que un nuevo control de velocidad instalado en un coche vigilaba que los conductores no superaran el nuevo límite de 30 km/h en las calles de un carril por sentido. Sin embargo, como confirman desde Maldita.es, este supuesto radar es de Málaga y, de momento, no multa y sólo sirve para concienciar a los conductores de los nuevos límites.
Este último no es el único radar que tiene la curiosa habilidad de “viajar” de una ciudad a otra… o de un país a otro. Por ejemplo, en los últimos meses se han avisado de radares en cubos de basura, una práctica que se ha puesto en marcha en Alemania, Holanda o Francia, pero no en España. Tampoco el radar instalado en un poste junto a la carretera o en la puerta de un coche, cuyo origen en ambos casos está en Suiza.
Y, a cualquiera de los anteriores, se suman aquellos cinemómetros que, directamente, no existen, por ser un simple montaje fotográfico. Así, podemos confirmarte que los supuestos radares incrustados en los guardarraíles o en la baca de un coche son informaciones falsas, aunque en los últimos meses se hayan difundido por Whatsapp y hayan podido llegar hasta tu teléfono móvil.
