Si hiciéramos una encuesta en una población sobre qué tipo de radar pone más multas, pudiendo elegir entre un fijo con su señal de advertencia o uno móvil colocado sobre un coche camuflado seguramente escogerías la segunda. O eso al menos es lo que yo haría. Pero un cinemómetro, de los primeros, situado en la ciudad de Burgos se ha vuelto uno de los más temidos de España porque supera con crece al resto de dispositivos utilizados por la policía local.
Como ha publicado recientemente el Diario de Burgos, con la ayuda de los datos proporcionados por la policía local del municipio castellano, el radar fijo colocado en la avenida Caja Círculo acumula en este año más de 2.000 multas, cuando todos los móviles con tecnología “Velolaser” solo contabilizan 1.182 sanciones en el mismo espacio de tiempo.

Más allá de que sea un radar bastante conocido ya por todos los burgaleses, pues ya lleva bastante tiempo instalado en la citada avenida, no es muy comprensible que todavía siga teniendo en cuenta esa efectividad a la hora de sancionar. Si bien es verdad que está situado en una recta con dos carriles por sentido que invita a aumentar la velocidad, justo antes de llegar a su ubicación encontramos dos señales, que para más detalle son amarillas, avisando de su presencia y de que la velocidad máxima es de 50 km/h. A esto tenemos que sumar que el propio dispositivo está colocado sobre la acera, con cierta altura, por lo que es fácil advertir su presencia.
Pues aún con todos estos condicionantes que te explico, el radar de la avenida Caja Círculo se sigue poniendo las botas con multas. Incluso fuentes de la policía local han declarado al diario que han llegado a detectar a un conductor que circulaba a 128 km/h por allí. Si tenemos en cuenta el reglamento de multas, estaría clasificada como una infracción muy grave, con una sanción de 600 euros y la retirada de 6 puntos del carnet.

Si unimos todas estas sanciones junto con las registradas por el radar fijo ubicado en la calle Camino Casa de La Vega, el otro que hay operativo en Burgos, suman 3.517 infracciones, muy superior a las 1.182 comentadas de los móviles. Estos últimos se suelen ubicar en zonas donde las patrullas han detectado velocidades elevadas o accidentes provocados por este motivo, así como en calles con bastantes quejas de los vecinos. Y en su caso el colocado en la calle Juan Ramón Jiménez, con 129 sanciones es el más prolífico en su misión.
Como último detalle aportado por El Diario de Burgos, las multas por los radares siguen más o menos las cifras registradas en el pasado año. Lo que significa que de seguir el mismo ritmo de aquí al 31 de diciembre las sanciones totales rondarán las 9.000.