La nueva medida tomada por el Ayuntamiento de Valencia en materia de radares ha comenzado su andadura. En concreto fue en el mes de septiembre cuando se anunciaron la instalación de seis cajas de radares en la ciudad (más adelante te cuento su ubicación exacta) cuyo trabajo ya ha empezado, pero solo se han comprado dos cinemómetros, por lo que habrá siempre cuatro que estén vacías.
Es una táctica que muchos han denominado como la del gato y el ratón o de un trilero, en donde los agentes de la Policía Local valenciana van moviendo los radares a las cajas que en ese día estiman oportuno. Claro está, no hay aviso de ninguna manera a los conductores, por lo que nunca se sabe exactamente cuál estará funcionando y cuál no. Por lo que tendrán que estar atentos tanto los conductores despistados como aquellos a los que les gusta correr un poco más de lo estipulado.

En concreto, los radares que ha comprado el consistorio valenciano cuentan con efecto Doppler por lo que pueden captar imágenes en varios carriles a la misma vez. El conjunto le costó a las arcas municipales un total de 247.047,80 euros, de los cuales 165.987,80 euros es de inversión, mientras que el resto del presupuesto corresponde al mantenimiento y certificación a realizar en los próximos cuatro años. Pero creemos que no tardarán mucho en amortizarlos, pues apenas se necesitarán 1.236 multas de 200 euros para llegar a la primera cifra.
Pese a no saber la caja que contendrá cada día o días uno de los radares de la Policía Local, si es de dominio público en donde se están instalado las respectivas torretas donde se esconderán los dispositivos. Apunta porque son las siguientes:
- Avenida del Maestro Rodrigo, más o menos sobre el número 84
- Avenida de Fernando Abril Martorell, cerca del cruce con la Carretera de Malilla
- Avenida de los Naranjos, en el número 8
- Avenida de los Hermanos Machado, justo en el cruce con la Calle Vicente Canet
- Camí Nour de Pincanya, más o menos en el número 49
- Avenida de Antonio Ferrandis, en el cruce con el Camino de Pou Aparisi

“No tienen afán recaudatorio”
Según informan en el periódico Las Provincias, los lugares escogidos para la instalación de las cabinas son aquellos en los que el ayuntamiento ha registrado una mayor siniestralidad o donde se supera la velocidad máxima estipulada con bastante frecuencia. Así lo indicó Jesús Carbonell, concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad declarando que “son vías donde en la mayoría de los tramos la velocidad no puede exceder de los 50 km/h o menos, pero donde muchas veces se circula a mayores velocidades. Con esta medida queremos disuadir a los conductores de que corran al volante y así evitar atropellos y accidentes”.
Otro de los aspectos en los que quiso incidir el concejal es que “la medida no tiene un fin recaudatorio sino disuasorio, ya que habrá más cabinas de poste vacías que con radar, pero los conductores no sabrán en cuál de ellas se encuentra el radar que irá rotando en los diferentes emplazamientos. No queremos multar, sino que queremos concienciar a los conductores de que el cumplimiento de las velocidades marcadas en cada una de las vías hace que nuestras calles y avenidas sean más seguras tanto para el peatón, como para el ciclista o para el propio conductor”. ¿Y vosotros qué opináis?

Antes de terminar hay que recordar que esta estrategia de colocar distintas cajas y luego ir moviendo el radar se está extendiendo por todo el país. Como te contamos hace pocos días, ayuntamientos como los de Ibiza o Denia también han comenzado con esta misma práctica.