Después de anunciar una nueva fábrica de vehículos eléctricos de batería que comenzará a producir nuevos modelos en 2026, Toyota también ha aprovechado para dar a conocer nuevos detalles sobre las nuevas y avanzadas baterías que alimentarán sus vehículos eléctricos de próxima generación.
El fabricante de automóviles japonés confiará en cuatro tipos de baterías de próxima generación, tres con nuevas tecnologías de baterías de electrolito líquido y uno con tecnología de baterías de estado sólido.
Según Toyota, estas baterías alimentarán 1,7 millones de los 3,5 millones de coches eléctricos que Toyota espera vender en todo el mundo para 2030. Además, esta nueva generación de tecnologías de baterías será clave para atraer a más clientes en todo el mundo.
Comenzando por las primeras, las baterías con electrolitos líquidos, que son la tecnología principal de las baterías actuales de vehículos eléctricos, Toyota ha avanzado que está trabajando en mejoras integrales, incluida una mayor densidad de energía, competitividad de costes y velocidades de carga.
Estos tres tipos principales de baterías que se están desarrollando han sido denominadas por Toyota como Performance (Rendimiento), Popularisation (Popularización) y High-Performance (Alto Rendimiento).

La primera batería llegará en 2026 con 800 km de autonomía
Según el calendario publicado por Toyota, la batería denominada Performance, con química de iones de litio, se estrenará en los coches eléctricos de próxima generación de Toyota a partir de 2026, aumentando la autonomía a más de 800 kilómetros con la ayuda de una aerodinámica mejorada y un peso reducido.
También se espera que la batería Performance ofrezca una reducción de costes del 20 por ciento en comparación con el actual SUV eléctrico Toyota bZ4X y un tiempo de carga de solo 20 minutos hasta el 80% de la batería en un punto de recarga rápida.
Un 20% más de autonomía que el Toyota bZ4X
La batería “Popularisation” tendrá una química de fosfato de hierro y litio (LFP) y será una opción de menos coste, aunque de alta calidad. Fabricada utilizando la tecnología bipolar, en la que Toyota fue pionera para sus baterías de níquel metal-hidruro (NiMH), se espera que la batería llegue al mercado en 2026-2027.
El fabricante de automóviles japonés espera que esta nueva tecnología de batería ofrezca un 20 por ciento más de autonomía en comparación con el actual Toyota bZ4X y una reducción en el coste del 40 por ciento en comparación con el SUV eléctrico actual. En apenas 30 minutos la batería pasaría del 10 al 80% de su capacidad en una toma de carga rápida.

Hasta 1.000 km de autonomía ya en 2027-2028
El tercer tipo de batería de electrolito líquido, llamada de alto rendimiento, utiliza una química de iones de litio en combinación con un cátodo con alto contenido de níquel para lograr una autonomía de 1.000 km, combinada con una aerodinámica mejorada y un peso reducido del vehículo.
Toyota espera una reducción adicional del 10 por ciento en el coste de fabricación en comparación con la batería Performance y un tiempo de carga rápida de CC de 20 minutos o menos para pasar del 10 al 80 por ciento. Está previsto que esta batería llegue en 2027-2028.
Primera batería de estado sólido en 2027-2028
Pasando ya a las baterías de estado sólido, Toyota afirma haber logrado un gran avance en cuanto a la durabilidad de esta tecnología. Las baterías de iones de litio de estado sólido de la compañía tienen un electrolito sólido que, según dicen, permite un movimiento más rápido de los iones y una mayor tolerancia a los altos voltajes y temperaturas.
Según Toyota, el objetivo es que las baterías de estado sólido estén listas para su comercialización en 2027-2028 en los vehículos eléctricos de batería de próxima generación; Toyota inicialmente había planeado introducir sus baterías de estado sólido en vehículos híbridos.

Comparada con la batería Performance, Toyota espera que su primera batería de estado sólido ofrezca un aumento del 20 por ciento en la autonomía (aproximadamente 1.000 km) y un tiempo de carga rápida de 10 minutos o menos, del 10 al 80 por ciento.
Asimismo, el fabricante japonés afirma que ya está desarrollando una batería de estado sólido de iones de litio de mayor especificación, cuyo objetivo es mejorar un 50% la autonomía en comparación con la batería Performance, hasta alcanzar los 1.200 kilómetros.
Cuestión de rendimiento… pero también de tamaño
Además de mejorar el rendimiento de sus baterías, Toyota también está interesada en optimizar su altura para mejorar la aerodinámica y, por tanto, la autonomía. Dado que la batería está ubicada debajo del piso del vehículo, tiene un impacto directo en la altura total del vehículo, lo que a su vez afecta a la aerodinámica y a la autonomía.
Una reducción en la altura de la batería da como resultado una altura total del vehículo más baja, razón por la cual el fabricante de automóviles quiere reducir la altura de la batería a 120 milímetros, en comparación con la altura de la batería del Toyota bZ4X que es de alrededor de 150 mm. En el caso de los coches eléctricos deportivos, la altura de la batería se reduciría aún más, hasta los 100 mm.