Era lógico. Un fabricante como Toyota que lleva 25 años haciendo híbridos y más de una década con una propuesta de pila de combustible de hidrógeno en el mercado tenía que subirse más pronto que tarde al tren de la electrificación y cuando esto llegase hacerlo como saben: de manera contundente, con una propuesta real, de valor y la garantía de fiabilidad que acompaña a esa marca.
El resultado se llama bZ4X y responde a la definición de SUV compacto, pese a lo cual es algo muy diferente a un RAV4 eléctrico. Para empezar estrena una plataforma modular exclusiva de coches eléctricos (aquí todos los detalles sobre la plataforma eTNGA). Y es que tiene nada menos que 95 mm extras de longitud (4,69 m) con una distancia entre ejes 160 mm mayor (2,85 m), a lo que si sumamos una carrocería 60 mm más baja tiene como resultado una silueta más esbelta que la de un SUV clásico. El interior da sensación de espacio (143 y 136 cm de anchura, con 74 cm de espacio para las piernas) y unas plazas delanteras más cómodas que las traseras, que como es habitual en los eléctricos hará que las personas de mayor estatura vean cómo sus rodillas quedan bastante por encima de la cadera, limitando la comodidad. El maletero, por su parte cuenta con un sistema de doble altura, que permitiría ganar 9 cm para una capacidad total de 452 l VDA incluyendo el clásico hueco para los cables de carga.

El diseño interior resulta innovador, valiente, arriesgado, con gran peso visual de la pantalla mutifunción de 12” y una instrumentación alejada del conductor y elevada por encima del volante, de apenas 35 cm de diámetro. En una segunda fase, a partir del año próximo se incorporará el sistema de transmisión One Motion Grip sin conexión física entre volante y eje delantero, al estilo de la del Lexus RZ. Curiosamente, como el extinto iQ, no dispone de guantera frente al pasajero delantero, aunque sí dispone de una suficiente cantidad de huecos en la zona central que permitirían suplirla.
Las opciones mecánicas del Toyota bZ4X
La batería es el nexo común entre los dos bZ que se pondrán a la venta (pincha aquí si quieres saber más sobre la batería del bZ4X). Es de 71,4 kWh de capacidad, y está garantizada durante 10 años o 1.000.000 de km siempre que se pasen las revisiones oficiales en los talleres de la marca —algo fácil que ocurra ya que este SUV eléctrico, inicialmente, sólo se ofrecerá en renting, a través de la operadora de Toyota KInto One). En España, llegará con la opción de carga alterna trifásica de hasta 11 kW y continua de hasta 150 kW.
Su energía se distribuirá bien hacia un motor delantero de 150 kW y 266 Nm de par o a uno delantero y uno trasero de 80 kW y 168 Nm de par cada uno. Sus prestaciones anunciadas entran dentro de lo esperable, con una velocidad máxima autolimitada a 160 km/h y un potencial de aceleración hasta 100 km/h de 7,5 y 6,9” respectivamente, en unas condiciones de exigencia en las que la autonomía real quedará lejos de la anunciada (entre 411 y 516 km según versiones).
La conducción del Toyota bZ4X
Nuestra toma de contacto tuvo lugar en Copenhague y sus alrededores, una ciudad poco amistosa con el coche, que se mueve en franca inferioridad respecto de las bicicletas…y que permite disfrutar de las ausencia de ruido, suavidad general de conducción y frenada regenerativa típicas de los eléctricos (en este caso el e-pedal del bZ4X aporta una frenada de 0,15 g, aproximadamente la de coche de combustión al circular en primera y dejar de acelerar).
Incluso tras salir de la capital danesa la velocidad de circulación era más que conservadora, con el consiguiente riesgo de pérdida de atención…que sirvió para comprobar el eficaz funcionamiento de los sistemas Toyota Assist, con una cámara frontal de detección mejorada en alcance y resolución, otra de reconocimiento de la mirada del conductor y sistemas de radar mejorados. Determinados puntos de la ruta, además nos sirvieron para poner a prueba alguna capacidad dinámica del bZ4X. No podía faltar sensación de empuje y una respuesta convincente al acelerador a baja velocidad, como tampoco una sensación de aplomo, consecuencia lógica del peso de la batería colocado entre los ejes en posición muy baja. De hecho, el centro de gravedad se sitúa 5 cm más bajo que el RAV4 PHEV, cuya batería ya pesa 140 kg. Con todo, al final de la ruta, nuestro ordenador a bordo marcaba unos destacados 17,2 kWh de capacidad y una autonomía con la climatización desconectada superior a los 250 km.

Mención especial merecen los sistemas de tracción, comprobados en una pista específica, en la que pudimos comprobar cómo la estanqueidad de los sistemas de batería y canalizaciones permiten vadeos de hasta 50 cm y el buen funcionamiento de los sistemas de tracción total X-Mode y el Grip Control. El primero cuenta con dos niveles de ajusta para nieve/barro y nieve/barro gruesos, con una velocidad de actuación por debajo de los 20 km/h. Salvando las distancias, con la acción conjunta de ambos se consigue un efecto de avance a baja velocidad semejante al del Crawl Control del Land Cruiser, garantizando tracción y control. También en esas condiciones de avance a baja velocidad, cuando nos retaron a hacer un ejercicio de comprobar la motricidad en llamativos cruces de puentes, pudimos apreciar el logrado tacto del acelerador y freno para modular su acción y la eficacia de la regulación a baja, hasta 10 km/h en escalones de 2 km/h.
El equipamiento y la comercialización del Toyota bZ4X
Actualmente, el Toyota bZ4X está en fase de preventa, con la llegada a los concesionarios prevista para final de verano y entregas a final de año. El objetivo de ventas es razonable: unas 100 unidades al mes cuando alcance velocidad de crucero, y se da la circunstancia de que, al menos por ahora, se dará exclusivamente en régimen de renting, con precios a partir de 600 €/mes para las versiones Advance de dos ruedas motrices y 50 € más al mes tanto para los más equipados Style Plus como las variantes de cuatro ruedas motrices.
En cualquiera de los casos, el equipamiento no es escaso, ni en cuanto a confort, ni a seguridad o conectividad. Así los Advance cuentan con cargador inalámbrico de móvil, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, faros full led y asientos calefactables, entre otras cosas, a los que los Style Plus añaden el techo panorámico con barras de carga, un sistema de parada de emergencia avanzado, el asistente de salida segura y llantas de 20”