No por ser históricamente uno de los mejores fabricantes de automóviles se llenan las estanterías de estatuillas con galardones del Car of the Year. Mercedes-Benz, sin embargo, ya es una de las marcas que ha conseguido este importante premio. A lo largo de su historia, la compañía alemana ha demostrado que con un Mercedes bien mantenido, éste puede durar toda la vida como por ejemplo el Mercedes-Benz Clase S W116, ganador en su día del galardón. Ahora, el fabricante aspira a volver a alzarse con el premio al mejor Coche del Año en Europa.
El Mercedes-Benz CLA, uno de los grandes favoritos al Car of the Year 2026
El nuevo Mercedes-Benz CLA llega así a la finalísima del Car of the Year como algo más que un relevo generacional. Es el modelo que estrena la plataforma MMA, la nueva base electrificada de la marca, y coche que inaugura una familia compacta donde todo gira en torno a la eficiencia, la digitalización, la multienergía, la híper seguridad…. Lo hace, además, con dos carrocerías, como coupé de cuatro puertas y un más práctico Shooting Brake con ese dinámico y elegante estilo familiar que ya conocemos en la marca, ambos disponibles como 100% eléctricos y como híbridos de 48 V, ambos igual de eficientes.. Demostrar ser tan eficiente como un coche “de laboratorio”… pero en coches de serie.
Por tamaño, el Mercedes-Benz CLA se apunta al corazón de berlinas de tamaño medio: el coupé de cuatro puertas supera ligeramente los 4,7 metros, con una batalla de 2,79 metros que se traduce en un interior más habitable que en la generación anterior. El Shooting Brake, a parte del diseño diferencial, se caracteriza por ser más alto porque el techo se prolonga más y cae con menos inclinación para liberar espacio trasero y maletero. En ambos casos, los voladizos son muy cortos, las puertas siguen siendo sin marco y la silueta está loptimizada al extremo para reducir todo lo posible la resistencia al aire. El resultado es un coeficiente aerodinámico que arranca en 0,21: uno de los más bajos de su segmento, que se consigue con un frontal muy cerrado, juntas selladas, bajos casi carenados por completo, deflectores específicos en brazos de suspensión y unas llantas de diseño muy estudiado.
En las versiones eléctricas, la berlina ofrece unos 405 litros de maletero, con formas bastante regulares y una tapa que, aunque no es un portón completo, permite cargar equipaje sin demasiadas complicaciones. Y en el Shooting Brake aumenta la capacidad hasta los 455 litros. En los eléctricos, se suma un compartimento delantero de 101 litros, perfecto para guardar cables o una pequeña bolsa de viaje. En la práctica, el Shooting Brake juega casi en otra liga: proporciona plazas traseras mucho más despejadas, mejor acceso, más versatilidad y detalles como el portón motorizado o las barras de techo.
Una plataforma de estreno, que da lugar a coches eléctricos e híbridos
El punto de partida técnico es la plataforma Mercedes-Benz Modular Architecture, MMA, diseñada desde el inicio como base para eléctricos puros de 800 voltios y que tendrá disponible en 2026 un opcional para poder cargar también en estaciones de 400 V, además de ser compatible con trenes motrices híbridos de 48 V sin tener que cambiar proporciones ni estructura.
Eso significa que un Mercedes-Benz CLA eléctrico y un CLA híbrido comparten no solo carrocería, sino también interiores, posición de conducción y gran parte de la configuración de chasis, y que las diferencias están en el subsuelo, en los packs de batería, unidades eléctricas, inversores... En los eléctricos, los motores se concentran en un eje o en los dos según versión. En los híbridos, el 1.5 turbo de gasolina, una pequeña batería de 48 voltios y un motor eléctrico integrado en la caja de cambios es el estándar que configura las diferentes versiones disponibles por el momento.
CLA con EQ Technology: la tecnología eléctrica más avanzada
En la parte eléctrica, el Mercedes-Benz CLA con EQ Technology es el núcleo duro de la candidatura al Car of the Year por sus especificaciones. La gama arranca con el CLA 200 eléctrico, con un motor síncrono de imanes permanentes en el eje trasero que entrega 224 CV y 335 Nm de par. Este motor se alimenta de una batería LFP de 58 kWh y homologa consumos en el entorno de 12,3 kWh/100 km, con autonomías WLTP que superan holgadamente los 500 km según configuración.
Por encima se sitúa el Mercedes-Benz CLA 250+, que monta una batería NCM de 85 kWh útiles, un motor trasero de 272 CV, y mantiene el mismo enfoque de eficiencia: la autonomía es de hasta 790 km y el consumo homologado baja a unos 12,2–12,4 kWh/100 km en las versiones más afinadas. El escalón prestacional lo firma el Mercedes-Benz CLA 350 4MATIC, con dos motores, tracción total, 354 CV y una batería también de 85 kWh, con autonomías todavía por encima de los 700 km WLTP. En todos los casos, la velocidad máxima está limitada a 210 km/h.
La clave no está solo en la batería grande, sino en cómo está gestionada. Los Mercedes-Benz CLA eléctricos utilizan una unidad eATS de segunda generación con motor muy eficiente —Mercedes-Benz habla de rendimientos de hasta el 93%—, electrónica de potencia con semiconductores de carburo de silicio y una caja de dos relaciones en el eje trasero. Esa segunda marcha permite combinar una salida muy contundente a baja velocidad con un régimen de giro bajo en autopista, lo que, unido al bajo CX y a una superficie frontal contenida, explica por qué el Mercedes-Benz CLA 250+ es capaz de sumar cifras de autonomía que compiten con berlinas mucho mayores y con más batería.
En recarga, el Mercedes-Benz CLA quiere jugar en división de honor, pero con limitaciones prácticas. De serie, equipa un cargador embarcado de 11 kW en corriente alterna, con opción a 22 kW según mercados. En corriente continua, los Mercedes-Benz CLA de 58 kWh admiten hasta 200 kW y los de 85 kWh suben el listón hasta los 320 kW de potencia pico; en condiciones ideales, eso se traduce en un 10-80% en unos 22 minutos y en la posibilidad de recuperar del orden de 300 kilómetros reales de autonomía en lo que dura un café. Para 2026 habrá un opcional para poder cargar también en estaciones de 400 V. La gestión térmica está muy elaborada, con preacondicionamiento automático cuando se navega hacia un cargador rápido y un sistema de climatización que aprovecha una bomba de calor de nueva generación para reducir al mínimo el impacto de la calefacción en invierno.
Así son las versiones híbridas del nuevo Mercedes-Benz CLA
En paralelo, Mercedes-Benz no se ha olvidado de los conductores que todavía no van a dar el salto al enchufe. Las versiones híbridas de 48 V utilizan un 1.5 turbo de cuatro cilindros de nueva generación asociado a una batería de 1,3 kWh y a un motor eléctrico de hasta 30 CV y 200 Nm integrado dentro de una caja automática de doble embrague y ocho relaciones. A partir de ahí, la gama se escalona en tres versiones de potencia combinada: un CLA 180 con 136 CV, un CLA 200 con 163 CV y un CLA 220 que alcanza los 190 CV, este último disponible también con tracción total 4MATIC.
En todos ellos, el eléctrico puede mover el coche en maniobras y a baja velocidad en ciudad, permite rodar a vela con el motor térmico apagado y refuerza la aceleración cuando se le exige, pero sin cambiar los hábitos del conductor. Los consumos oficiales se mueven en el entorno de los 4,9–5,5 l/100 km, cifras muy competitivas que hace no mucho tiempo eran coto privado de Diésel en modelos de características similares.
Interior digital y de gran calidad
Si nos metemos en el interior, el nuevo Mercedes-Benz CLA es casi un monográfico de cómo entiende Mercedes la digitalización. Estrena MB.OS, el nuevo sistema operativo propio de la marca, sobre el que se apoya la última generación de MBUX. A nivel visual, todo se articula alrededor de la MBUX Superscreen, un megapanel que integra un cuadro de instrumentos de 10,25 pulgadas, una pantalla central de 14 pulgadas y, según versiones, una tercera pantalla del mismo tamaño para el acompañante. La interfaz trabaja con un concepto de “capa cero”. La navegación con mapas basados en Google Maps, la gestión de carga, los modos de conducción, el teléfono o la climatización están siempre a un toque, sin obligar a perderse en submenús. El sistema se apoya en un asistente virtual con IA generativa para mantener conversaciones naturales, aprender rutinas y ajustar el coche casi como si fuera un dispositivo más del ecosistema digital del usuario.
Más allá de las pantallas, el trabajo en calidad y ergonomía es bastante fino. Se han incrementado los materiales reciclados, se ha limpiado el diseño del salpicadero, se han recuperado mandos físicos bien ubicados para funciones críticas y se ha buscado ese equilibrio complicado entre espectacularidad y uso real. La sensación de solidez es claramente superior a la del Mercedes-Benz CLA anterior, no cabe duda.
El CLA es un escaparate tecnológico en seguridad
En seguridad y asistentes, el Mercedes-Benz CLA también quiere jugar el papel de escaparate tecnológico. Bajo el paraguas MB.DRIVE se agrupan distintos paquetes que combinan control de crucero adaptativo avanzado, asistente de guiado en carril de nivel 2, supervisión de ángulos muertos, asistente activo de cambio de carril, lectura de señales, gestión inteligente de la energía en rutas con recargas programadas y sistemas de aparcamiento asistido, incluido aparcamiento remoto y cámara 360 grados.
A nivel de hardware, el coche recurre a un conjunto de radares, cámaras y sensores ultrasónicos conectado a un ordenador central refrigerado por agua, preparado para recibir nuevas funciones mediante actualizaciones de software. En protección pasiva, además de una estructura optimizada para el nuevo paquete de baterías, destaca la incorporación de un airbag central entre los dos ocupantes delanteros para minimizar el contacto entre ellos en golpes laterales fuertes, además de airbags de cortina y laterales específicos para filas delantera y trasera.
¿Puede ganar el Mercedes-Benz CLA el Car of the Year 2026?
Conociéndolo ya en detalle, ¿puede el nuevo Mercedes-Benz CLA coronarse este año como ganador del Car of the Year 2026? Sin duda es un candidato muy, muy fuerte. El resultado final como mejor Coche del Año en Europa lo conoceremos ya el próximo día 9 de enero de 2026, durante la celebración del Salón Internacional del Automóvil de Bruselas.
