Se cuentan por decenas en España, son muy pequeños (apenas 50 centímetros de altura) y extremadamente ligeros. Hablamos de los radares Veloláser, los más temidos por los conductores, y aunque no son invisibles, detectarlos es casi imposible. Todas esas características los hacen perfectos para que la DGT los pueda ocultar en cualquier sitio. Y por si fuera poco, pueden ser controlados de manera inalámbrica, es decir, que no es necesario que un agente esté a su lado.
El mapa interactivo con los radares Veloláser
Pues bien, aunque son prácticamente indetectables, no es imposible. La red social de conductores SocialDrive ha creado un mapa interactivo en Google Maps en el que los usuarios pueden encontrar las más de 120 ubicaciones habituales de radares Veloláser en España. Pero además de la ubicación, los conductores también pueden dejar comentarios sobre la propia colocación de estos radares para ayudar a localizarlos más fácilmente.
Según este mapa de SocialDrive, Castilla La Mancha, con 8 radares Veloláser en Toledo, Galicia, con once, y Castilla León, con un buen puñado de radares gracias a su amplia extensión territorial, son las comunidades más activas y donde podemos encontrar más radares Veloláser.
Así puedes saber si una caja de radar está o no vacía
La DGT lo confirmó hace unos años. Una de cada tres cajas de radar en España está vacía, es decir, no cuentan con un aparato de medición en su interior. Pero, la que ayer estaba vacía, mañana sí puede estar funcionando, de forma que se hace imposible saber si una caja en concreto tiene o no un radar instalado.
Bueno, casi imposible porque existe un truco para saber si una caja de radar está o no vacía. Para ello tienes que fijarte bien en las dos ventanas que tienen para que el equipo mida la velocidad de los vehículos infractores y grabe las imágenes. Si te fijas bien, a través de estas ranuras o ventanas es posible ver en el interior los equipos de medición de la DGT.
Así son los coches camuflados de la DGT
Radares Veloláser, fijos, helicópteros Pegasus, radares de tramos… la DGT tiene en nómina varios tipos de dispositivos para controlar la velocidad de los conductores. Y uno de ellos son los radares móviles, los que van instalados en vehículos, bien rotulados o bien camuflados de la DGT. Es evidente que los primeros son fácilmente reconocibles pero, ¿qué pasa con los segundos?
La DGT suele recurrir a modelos de coches de marcas generalistas, como Renault, Ford, Citroën u Opel, por ejemplo, para ocultar estos equipos en su interior. Y las últimas informaciones apuntan a que la mayoría de las veces se trata de dos modelos: Alfa Romeo Stelvio y Seat Exeo, este último precisamente ya ni siquiera se vende, con lo cual es más fácil que pase desapercibido.
Pero existe una forma de saber si se trata de un coche camuflado de la DGT. Y es fijarse bien en la matrícula. Los coches particulares suelen llevar “publicidad”. Nos referimos al lugar en el que llevan el nombre del concesionario en el que se ha comprado, algo que no sucede si se trata de un coche de la DGT con un radar móvil.