Con la escalada del precio del diésel y la gasolina que vivimos durante los primeros días de agosto, y que fundamentalmente se debía al aumento de la demanda que cada año provoca en esas fechas el incremento de la movilidad con motivo de las vacaciones, ya te lo avisamos: se vislumbraba un final de año y un invierno complicado en las gasolineras, con especial preocupación por la tendencia del diésel. Entonces, varios expertos consultados apuntaban en una dirección que ahora, oficialmente, se va lamentablemente confirmando.
El precio del barril de petróleo se vuelve a acercar a los 100 dólares
Lo peor parece que está, como ya avanzamos, por llegar. El precio del barril de Brent, el de referencia en Europa, vuelve a mirar ya próximo a los 100 dólares, lo que no sucedía desde las semanas inmediatamente posteriores a la guerra de Rusia en Ucrania, allá por finales del mes de febrero de 2022. Y es que grandes firmas del mercado, como es Bank of America, ya anuncia que el petróleo superará incluso esa cota de 100 dólares por barril antes de que finalice este año.

El motivo se debe a los actuales recortes que hay en la oferta y la producción de petróleo por parte de la OPEP+, y de otros socios como Rusia, México, Malasia o Bahréin. Incluso Arabia Saudí, tal y como también adelantamos hace unas semanas, ha decidido desde hace algún mes ir limitando su extracción de crudo, algo anunciado ya hasta 2024 mediante prórrogas.
El diésel va a ser el combustible más afectado
Con todo ello, los expertos de Bloomberg han lanzado ya un aviso sobre la amenaza que se cierne con los combustibles, y especialmente con el diésel, al enfrentarse a la temporada de otoño e invierno, la que más demanda genera, con las reservas bastante por debajo de lo que se situaban en años anteriores debido a esta paralización de la producción. Es, sin duda, una muy mala señal para lo que viene.
Con esta previsión, sumada al tijeretazo de producción que siguen aplicando los grandes productores, y junto a las tensiones que se vislumbran también en próximos meses, la previsión de que el barril de petróleo suba por encima de los 100 dólares no solo va a castigar al consumidor evidentemente en las gasolineras y en sus repostajes diarios a los coches, sino que incluso amenaza ya a grandes economías nacionales, como la de España, un gran importador evidentemente de petróleo.

Reducción del PIB y más inflación en España
Si las últimas previsiones del actual Gobierno en funciones de Pedro Sánchez asumían ya un coste promedio del petróleo de 89 dólares por barril durante este ejercicio, y de 85 dólares para 2024, este incremento ahora provisionado de casi el 10 por ciento que eleve el precio a los 100 dólares provocará de inmediato la resta de mínimo 3 décimas ya en el avance del PIB y elevará la inflación hasta en un punto más.
Esto indica además que los consumidores no solo se verán de nuevo afectados por un precio de los combustibles que vuelve a situarse ampliamente por encima del 1,50 euros por litro, sino que toda la cesta de la compra y de productos y servicios incrementará sus costes, resintiendo enormemente a muchas economías familiares.
El economista jefe de BBVA Research, Miguel Cardoso, asegura que “el impacto sería desigual sobre la economía, siendo mayor el efecto sobre sectores intensivos en el uso de combustible, como la industria o el transporte”.