El próximo 1 de enero de 2021 entra en vigor una nueva normativa (conocida como WLTP y que hasta ahora se había concedido una moratoria) que lo que hace es medir de una forma más precisa y los consumos de los coches. Esto supone que a partir del próximo año, los consumos de los coches serán más altos (ya que la medición es más real y estricta). Y esto, a su vez desemboca en que también asciendan las emisiones de CO2, que son las que marcan los tramos impositivos para pagar o no el impuesto de matriculación de los coches. Con esta nueva normativa, muchos modelos cambiarán de tramo y tendrán que pagar más por el impuesto de matriculación. En definitiva, los coches serán más caros.
El Gobierno tiene en su mano la decisión de dejar las cosas como están y ganar puntos en términos de imagen de país concienciado con el medio ambiente, o buscar una solución que beneficie a la mayoría, pero sobre todo, al bolsillo del consumidor.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría estar estudiando la posibilidad de cambiar el nivel de emisiones de CO2 por el que los coches pagan el impuesto de matriculación. A día de hoy, un coche que emite por debajo de 120 gramos no paga impuesto de matriculación, y la solución que se ha planteado es que ese límite se suba un 20% para llegar a los 144 gramos. De esta manera, ningún coche que estuviera por debajo de los 144 g/km de CO2 pagaría impuesto de matriculación.
Renault pide elevar el límite de CO2
Uno de los fabricantes que se ha manifestado abiertamente a favor de esta medida es el grupo automovilístico Renault. Así lo ha manifestado su director de comunicación, Jesús Presa, durante la presentación del nuevo Dacia Duster GLP (Gas Licuado del Petróleo).
La idea que este fabricante ha transmitido al Gobierno es elevar el rango del impuesto entorno a un 20% para lograr así “neutralidad impositiva”, ya que esta nueva regulación de la medición de emisiones es “más estricta” y por lo tanto aumenta los niveles homologados de los coches. Es una “solución parecida a la que ya han tomado países como Portugal y Francia”, señala Presa.
De no llevar a cabo estos cambios en el impuesto de matriculación, el 75% de los coches producidos en España quedarían “desposicionados”, ya que pasarían de un impuesto de matriculación del 0% a uno del 4,75%.
“Manejamos una previsión de caída del mercado de turismos y comerciales ligeros de entorno a un 30 ó 35% para el año que viene si esto no se modifica”, han lamentado desde Renault, que señalan que muchos de estos modelos son “made in Spain” y esto podría afectar a las fábricas ya que “para construir en España el mercado interior es muy importante”.
Preguntado sobre la respuesta que han tenido desde el Gobierno, Presa ha asegurado ser “optimista” aunque “ya es tarde”, porque muchas marcas están ahora negociando la compra de flotas por parte de empresas “y no saben qué precio ofrecer”.
Asimismo, ha señalado que no sería algo “permanente” ya que el sector tiene el objetivo de desarrollar la llamada “fiscalidad verde” que tenga en cuenta los kilómetros recorridos por cada conductor y no solo los niveles de emisiones homologados por cada vehículo.