Así lo ha anunciado hoy la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para la que "Existe una clara demanda de mayor flexibilidad en los objetivos de CO2". Así, la Comisión Europea propondrá ampliar de uno a tres años el tiempo para que los fabricantes cumplan con los objetivos marcados por Europa de reducción de emisiones.
Estas modificaciones requieren también el visto bueno del Consejo (los gobiernos) y del Parlamento Europeo, los dos colegisladores a los que Von der Leyen ha pedido ya proceder con urgencia. Von der Leyen ya ha avisado que "Sólo tendrá sentido si se aprueba con celeridad".
De uno a tres años: este es el plazo que tendrán ahora los fabricantes
En concreto, Von der Leyen pide una enmienda para aumentar de uno a tres años el plazo que los fabricantes tendrán para someter a evaluación sus compromisos.
El reglamento establece un objetivo de reducción del 15% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) ya para este 2025 (con respecto a los niveles de 2021) y, hasta ahora, Bruselas había defendido que no eran necesarias prórrogas ya que la industria conocía el calendario desde que se acordó en 2019.
En este contexto, según informa Europa Press, Von der Leyen ha afirmado que es "clave" mantener el "equilibrio" y respetar la "previsibilidad y equidad" para aquellos fabricantes que están "cumpliendo los deberes" y ya están en la senda marcada.

"Eso significa que tenemos que ceñirnos a los objetivos acordados", ha advertido la conservadora alemana para explicar que los objetivos no se modificarán, aunque se dé más tiempo a los fabricantes para evitar las sanciones.
Así ha argumentado que la UE debe "escuchar" tanto a quienes "piden más pragmatismo en estos tiempos difíciles" y la neutralidad tecnológica, "en especial en lo que se refiere a los objetivos para 2025 y las sanciones en casos de incumplimiento".
Objetivo cero emisiones en 2035
Von der Leyen plantea una enmienda específica del reglamento de modo que "los objetivos seguirán siendo los mismos, tienen que cumplirlos", pero se dará "más margen y claridad a la industria". También ha afirmado que se acelerará el trabajo de cara a la revisión prevista para 2035.
En concreto, la normativa establece que, entre 2025 y 2029, los turismos deberán emitir un máximo de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro -frente a los 115,1 gCO2/km de 2020-2024- y las furgonetas 153,9 gCO2/km, unas cifras que deberán recortarse a la mitad en 2030 de cara a lograr las cero emisiones en 2035.
Alianza para potenciar el coche autónomo
La hoja de ruta de la Comisión Europea pasa también por potenciar el coche autónomo europeo, conscientes de que la competencia global en este sector es "feroz" y la Unión debe "actuar a lo grande y ser grande". "Tenemos que lograr que lleguen más rápido los vehículos autónomos a las carreteras europeas", ha defendido.

"La dimensión importa en este asunto más que nunca y por ello acordamos que vamos a poner en marcha y apoyar una alianza de la industria", ha anunciado Von der Leyen ante la prensa, a quien ha detallado que el objetivo es que las compañías "desarrollen software compartidos, chips y tecnología para conducción autónoma", ha indicado la presidenta de la Comisión, que también ha apuntado que por parte de Bruselas se trabajará para "redefinir" las reglas de prueba y despliegue.
Von der Leyen también ha abordado con la industria la necesidad de hacer "más robusta y resiliente" la cadena de suministro del automóvil europeo y, en ese contexto, ha adelantado que el Ejecutivo comunitario va a "explorar apoyo directo a los fabricantes europeos de baterías" y también se introducirán de manera gradual requisitos para los componentes de baterías y se reducirá la burocracia con simplificaciones regulatorias.