En muchas ocasiones se ha preguntado a los diseñadores cuáles son las fórmulas del éxito para poder crear coches que sean líderes de ventas. Y lo curioso es la mayoría coinciden, pues no hay una fórmula ideal para que de un boceto salga el modelo preferido de los compradores. A partir de aquí todos tenemos en la venta algunos que han aguantado estoicamente durante años como el Volkswagen Golf, el Honda Civic o el Toyota Corolla.
Pero más allá de los focos, existen un gran número de coches a lo largo de la historia del automóvil, que ya empieza a ser bastante extensa, que fracasaron por numerosas razones diferentes. Algunos de ellos los encontraras en la siguiente lista, con representantes de varios países que ha sido publicada recientemente por nuestros compañeros ingleses de Autocar. Nosotros nos hemos quedado con estos diez ordenados cronológicamente.
Edsel (1958)
Solo los más entendidos del mundo del automóvil se acordarán de Edsel. Esta fue una marca que se sacó de la chistera Ford para competir en el mercado de Estados Unidos contra Pontiac u Oldsmobile con un precio más asequible que el ofrecido en los Lincoln. El nombre en realidad es el del padre el entonces presidente de la compañía Henry Ford II, que a su vez era el único hijo del primer Henry Ford.
Pese a los grandes esfuerzos realizados por Ford para su lanzamiento (entre campañas y desarrollo se estima que perdieron 350 millones de dólares) los Edsel no cautivaron a los clientes, que los calificaban como algo recargados. Por esto solo durarían dos años a la venta, pese a que contaban con soluciones innovadoras como las luces de advertencia de bajo nivel de aceite y de la temperatura del motor.
Volvo 262C (1977)

A lo largo de su historia Volvo ha contado con varios coupés en su gama. Uno de ellos fue el 262C, la continuación del P1800. Comparado con este, contaba con una carrocería cuyas formas eran bastante cuadradas, como la serie 200 en la que se basaba, y ofrecía motores V6 para intentar cautivar a los clientes de Estados Unidos, que no respondieron a la demanda. Ante esta tesitura se empezó a fabricar en Italia por Bertone para otros mercados, pero los resultados no fueron muchos mejores. Su andadura terminó en 1981 con 6.622 ejemplares vendidos.
DeLorean (1981)

Este coche se ha convertido en un mito gracias a su participación en la saga Regreso al Futuro, aunque su andadura comercial fue un poco desastrosa. Y eso que lo tenía todo a su favor al contar con un chasis diseñado por Lotus, la pluma de Giugiaro y un jefe al que tacharon como inconformista y que era antiguo directivo de GM como John Z. DeLorean. Al final, entre deudas, escándalos de drogas y un gran despilfarro de dinero público su reputación se empaño. Tampoco ayudó sus prestaciones deficientes, al igual que su tacto de conducción o su calidad. Se vendieron 8.583 unidades tras dos años.
Audi S2 Quattro (1991)

El Audi S2 Quattro fue el sustituto del coupé Quattro 20V, pero no logró alcanza su misma popularidad. En teoría su estilo más redondeado y contemporáneo, sumado a un motor de cinco cilindros, con 2,3 litros y 223 CV que le permitían firmar un 0-100 km/h en 5,7 segundos y 237 km/h de velocidad máxima le debería haber bastado. Pero las matemáticas no engañan y solo se matricularon 7.370 unidades, casi la mitad que su antecesor.
Jaguar XJ220 (1992)

Aunque ahora mismo al Jaguar XJ220 se le considere uno de los supercoches de su época, con tan solo 274 unidades vendidas no se puede decir que fuera un éxito. Quizás no ayudó que después de anunciarlo con un motor V12 y tracción total pasara finalmente a un V6 y propulsión trasera, lo que hizo que muchos pedidos se cancelasen. También se topó con una recesión financiera y pese a que la marca le rebajo el precio, tampoco se consiguió el impulso deseado.
Suzuki X-90 (1995)
Suzuki tiene una gran trayectoria en vehículos todoterreno y ahora SUV. Aunque dentro de todos sus logros conseguidos con modelos como el Jimny o los diferentes Vitaras no encontrarás al X-90. Lanzado a mediados de los 90, se caracterizaba por contar con una capota en forma de burbuja y un panel de techo tipo targa. El chasis era uno acortado tomado del Vitara, así como su mecánica 1.6 de 96 CV, disponible con tracción total o trasera. Apenas se llegaron a vender 10.000 unidades en todo el mundo, de las cuales 7.200 terminaron en Estados Unidos.
Alfa Romeo 166 (1996)

Para las marcas francesas que lo han intentado y también para Alfa Romeo siempre ha sido difícil competir con las berlinas premium alemanas. Un claro ejemplo de ello es el italiano 166 del que se vendieron menos de 100.000 unidades, cuando un BMW Serie 5 de la época estaba cerca de las 1,5 millones. Pese a su aspecto llamativo y motores potentes, la sombra de la mala fiabilidad y calidad hicieron desconfiar hasta a los compradores de su propio país.
Peugeot 607 (1999)

Ejemplo parecido al anterior es este Peugeot 607. Los franceses estaban atravesando una racha bastante positiva en cuanto a diseño con los populares 206, 306 y 406, por lo que se animaron a lanzar esta berlina más grande. Lo único es que su habitáculo no desprendía la misma calidad que un Mercedes Clase E o un Audi A6 de aquella época. Y pese a que sus ventas fueron alentadoras en los primeros meses en Francia, en un par de años se desplomaron. Su cifra final fueron 194.802 unidades, lejos de los 1,6 millones del modelo de la estrella alemana.
Renault Avantime (2001)

Sin duda el Renault Avantime fue uno de los coches más atrevidos en cuanto a diseño, pero pocos compradores dieron el paso definitivo para adquirirlo. Quizá falló el hecho de posicionarlo como rival de BMW o Mercedes, que el espacio de las plazas traseras fuera bastante reducido o que el acceso a esta zona fuera complicado por las puertas tan largas de doble bisagra. Su manejo tampoco era sobresaliente, al basarse en el chasis de un Espace y quizás el golpe final fue cuando Matra cerró, dueña de la fábrica de donde salía este peculiar modelo.
Mini Paceman (2012)

Puede ser que el Mini Paceman se adelantara un poco a su tiempo. Este SUV compacto de aspecto deportivo llegó para ampliar la gama de la firma británica, colocándose entre el Cooper y el Countryman. Su andadura fue de tan solo cuatro años, cuando sus ventas fueron totalmente eclipsadas por su hermano mayor. Para hacernos una idea, mientras nuestro protagonista vendía 8.800 unidades, el Countryman alcazaba las 50.000.