Ya se había anunciado en semanas posteriores y ahora se concretan más datos de las consecuencias que traerá el fin de la producción del modelo Polo en la planta que tiene Volkswagen en Landaben (Navarra).
Según los últimos datos a conocer por el Comité de Empresa de esta fábrica y de acuerdo a la información suministrada por la propia Dirección de esta planta, el fin de la fabricación del Polo a partir de abril de 2024 supondrá una reducción en la producción total de entre 30.000 y 40.000 vehículos al año.
Las previsiones al respecto realizadas por el sindicato UGT no son nada optimistas, ya que dicho recorte en la producción podría traducirse en un “excedente de personal” en el que se podrían ver afectadas alrededor de unas 2.000 personas sobre una plantilla total de 5.000 trabajadores.
Una de las razones que argumenta la dirección de esta planta para reducir la producción es su readaptación a la sección de fábrica de chapa, ya que para 2026 se espera la producción de un inédito vehículo eléctrico.
De los tres modelos que fabrica en estos momentos VW Navarra –Polo, Taigo y Cross-, durante el periodo 2024-2026 sólo acogerá la producción de dos automóviles –Taigo y Cross-.
En cuanto a volúmenes estimados de producción, hay diversas previsiones de lo más significativas, como las realizadas por el presidente del Comité de Empresa por UGT, Alfredo Morales, quien ha asegurado lo siguiente: “Jugamos con una horquilla de entre 280.000 y 320.000 vehículos para elaborar el calendario anual, pero si la producción baja a los 250.000, ya no tenemos para toda la plantilla”.
Entre 2024 y 2026 se abre, por tanto, un periodo de tránsito e incertidumbre para la gran parte de la plantilla de VW Navarra.
Desde el Comité de Empresa se insiste en que a partir de 2024 se podrían suceder “muchos días de inactividad y periodos de parada amplios sin definir, incluso semanas de menos de cinco días de actividad”.
A todo ello hay que unir los posibles efectos que pueda tener la norma Euro 7 de emisiones "que en función de las restricciones que conlleve, puede obligar a más o menos modificaciones en nuestros motores de combustión", ha asegurado el Comité de Empresa, que ha añadido “con un desplome en la producción del segundo semestre”, con unas cifras totales de unas 150.000 unidades.
Para 2026, las previsiones mejoran ligeramente y la producción subiría a unas 200.000 unidades. Durante la primera mitad de ese año, está previsto el comienzo de la producción del nuevo automóvil de Skoda y, algo después, el vehículo eléctrico puro de VW. Ya en 2027 es cuando se espera un aumento algo más significativo de la producción, con alrededor de unas 300.000 unidades.
El sindicato UGT de Volkswagen Navarra ha calificado toda esta situación como "preocupante a la vez que impactante". "Nuestra primera línea de seguridad a remarcar ha sido, ante tal panorama, la ocupación de la plantilla y la garantía de empleo". Desde UGT también se hace hincapié en que VW Navarra no se debe conformar con una producción de 300.000 coches, ya que la historia ha demostrado que se tienen medios técnicos y humanos más que suficientes para soportar volúmenes mayores de producción, con alrededor de unas 350.000 unidades por año.
Por el momento, estas son las previsiones iniciales para la factoría navarra de VW y próximamente tanto la Dirección como el propio Comité de Empresa continuarán con diversas conversaciones. De hecho, desde la propia Dirección se ha insistido en que la planta de Landaben tiene futuro, “pero debemos acordar el tránsito para alcanzarlo", según el Comité.