Tras batir récords históricos de recaudación por multas de velocidad, la Dirección General de Tráfico quiere ir un paso más allá ubicando su coche radar en dos zonas en las que la gente desconoce que se puede colocar y pillando así a los conductores de la capital española.
Cuidado al llegar a Moncloa
Se trata del último tramo de la A-6 antes de entrar en lo que es la ciudad de Madrid. Según pasamos por el Palacio de la Moncloa, la limitación de velocidad es de 80 kilómetros por hora, sin embargo, 400 metros después esta se ve reducida a 60 km/h. Es en ese tramo donde la DGT en colaboración con la Guardia Civil donde aprovechan para estacionar su coche pegando al arcén en el acceso que hay al Museo del Traje.
La mayoría de la gente viene a 80 kilómetros por hora y no se dan cuenta de la señalización que indica un nuevo límite de velocidad. Por ello, es uno de los puntos donde la DGT está colocando su coche secreto. Cada vez es más conocido debido a la incidencia de multas que está poniendo, pero los conductores que aún no han sido multados siguen cayendo en la multa.

Aprovechan las zonas nuevas
Esta localización es aún más desconocida y es que, esta zona está abierta tras las obras desde hace solo unos meses. Se trata del acceso a la M-11 desde Castellana, donde debido al proyecto de Madrid Norte, se han realizado diversos cambios en la carretera.
El coche radar se sitúa escondido en el túnel subterráneo de apenas 50 metros que da acceso directo a la M-11 según vienes de Castellana. Al ser una zona completamente nueva, la gente no se da cuenta y además es justo el tramo, una vez más donde cambia el límite de velocidad. En el túnel donde ellos se esconden en un espacio que hay que casi no se ve, la limitación es de 50 kilómetros por hora, aunque poco después de salir aumenta.

¿Es siempre el mismo coche?
Desde nuestra experiencia en Autopista podemos afirmar que sí. Se trata de un Toyota Prius blanco con dos agentes de seguridad dentro del coche con una cámara.

Cabe resaltar que en el acceso de Moncloa de la A-6 es más fácil de ver, a pesar de que se esconden tras el muro de color marrón, pero en el túnel de la M-11 con el escondrijo en el que hay poca luz y la pintura nueva del túnel, hasta que no lo has sobrepasado no te das cuenta.
Por tanto, es evidente que aunque sean un poco más caros, dependiendo también de la marca, el usar productos especializados nos supone muchas ventajas, incluso económicas si tenemos en cuenta que estropear los conductos nos saldría bastante más caro que comprar una garrafa o unas botellas de este producto.