Por si no fuese ya poco en la industria automovilística con las nuevas normas Euro 7 de emisiones, que va a suponer un duro varapalo al sector, ni con la prohibición ya aprobada por la Unión Europea de vender coches y furgonetas con motores de combustión a partir de 2035, salvo que usen en exclusiva e-fuels o combustibles sintéticos, una nueva norma ahora al otro lado del Atlántico amenaza seriamente a los fabricantes europeos de camiones. Nadie parece salvarse ya de la crisis que se avecina.
En concreto, la nueva normativa anunciada por el Estado de California, en Estados Unidos, de prohibir ya en 2036 la venta de camiones diésel, “amenaza el dominio global de los fabricantes europeos de este tipo de vehículos”, según ha advertido hoy la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E). Este proceso sería irrevocable, salvo que la UE establezca unos estándares de emisiones de dióxido de carbono (CO2) igual de ambiciosos, ha concluido la organización.
Según avisa T&E, la decisiones de California por norma general suelen ser replicadas en materia de regulación del sector automovilístico por otros estados del país y representan ni más ni menos que el 35 por ciento del mercado de Estados Unidos, de ahí la amenaza que supone ya para nuestra industria.

La ley contra la contaminación de los camiones más ambiciosa del mundo
“Esta es la Ley de Contaminación de camiones más ambiciosa del mundo. Desafiará directamente el liderazgo industrial de la UE”, ha señalado Fedor Unterlohner, responsable del área de Carga de T&E. Y es que según la organización, los fabricantes de camiones europeos se encuentran hoy compitiendo en todo el mundo por el liderazgo en este nuevo mercado de vehículos de cero emisiones, pero con el déficit que supone hoy que los estándares de la UE sean menos ambiciosos y terminen obstaculizando estos objetivos al ralentizar la transformación.
En opinión de T&E, “la UE necesita un objetivo del 100% de reducción de emisiones contaminantes en 2035 y más ambición para 2030 si quiere que su industria de camiones siga en la carrera”. Para esta organización, los vehículos pesados desempeñan un papel “tan descomunal” en las emisiones contaminantes que “serían el cuarto mayor emisor de CO2 del mundo si fueran un país”.
Por último, T&E concluye en su exposición que la propuesta de la UE de reducción de CO2 del 45 por ciento para los nuevos camiones en 2030 va por detrás de los planes de los propios fabricantes, y esta ambición debería aumentarse al 65%”.