Muchos conductores creen que mantener un régimen de revoluciones bajo es siempre beneficioso, especialmente en términos de ahorro de combustible. Sin embargo, es malo conducir a bajas revoluciones si se hace de forma constante y sin considerar las condiciones adecuadas.
Un motor que trabaja por debajo de su régimen óptimo puede sufrir problemas mecánicos y reducir su eficiencia.
¿Conducir a bajas revoluciones ahorra combustible?
Aunque mantener un régimen de revoluciones bajo puede parecer una forma efectiva de reducir el consumo, en ciertas situaciones puede provocar el efecto contrario.
- Pérdida de potencia en pendientes: En subidas, llevar el motor a bajas revoluciones obliga a realizar cambios bruscos de marcha o a acelerar más de lo necesario, lo que termina aumentando el consumo.
- Adelantamientos menos eficientes: Si el motor está por debajo de su nivel óptimo, el coche tardará más en ganar velocidad al adelantar, lo que aumenta el riesgo y el consumo de combustible.
- Quema incompleta del combustible: Un motor que funciona con revoluciones demasiado bajas puede no quemar el combustible de forma eficiente, generando depósitos de carbono que afectan su rendimiento.

Riesgos mecánicos de conducir a bajas revoluciones
Conducir a regímenes de revoluciones demasiado bajos de forma habitual no solo puede afectar el consumo, sino también provocar desgaste prematuro en el motor y otros componentes.
- Sobrecargar del motor: Circular con una marcha alta a bajas revoluciones somete al motor y a la transmisión a un esfuerzo innecesario, reduciendo su durabilidad.
- Averías en sistemas de anticontaminación: En motores diésel, el filtro de partículas (FAP) y la válvula EGR requieren cierta temperatura para funcionar correctamente. Si el motor no alcanza esa temperatura, estos sistemas pueden obstruirse, provocando averías costosas.
- Lubricación insuficiente: A bajas revoluciones, la bomba de aceite puede no proporcionar la presión adecuada, afectando a la lubricación y acelerando el desgaste interno del motor.
- Vibraciones y falta de respuesta: Un motor trabajando en un régimen bajo genera vibraciones innecesarias y puede responder de forma más lenta en maniobras de emergencia.
¿Cuándo es adecuado conducir a bajas revoluciones?
No siempre es malo mantener un régimen bajo de revoluciones. En trayectos urbanos con tráfico denso o en descensos suaves, puede ser beneficioso, siempre que no se fuerce el motor.
Para evitar problemas, lo ideal es mantener un rango de revoluciones adecuado según el tipo de motor:
- Motores de gasolina: Entre 1.500 y 2.500 rpm en conducción normal.
- Motores diésel: Entre 1.200 y 2.000 rpm, evitando circular por debajo de las 1.000 rpm.

Entonces, ¿es malo conducir a bajas revoluciones?
Conducir a bajas revoluciones no es perjudicial si se hace en las condiciones adecuadas. Sin embargo, abusar de esta estrategia puede generar problemas mecánicos, aumentar el consumo y reducir la vida útil del motor.
Lo recomendable es conocer el régimen óptimo de tu coche y adaptarlo a cada situación. Una conducción equilibrada y sin forzar el motor garantizará un mejor rendimiento y menor desgaste a largo plazo.