Malos datos para empezar 2023. El balance del Ministerio del Interior del pasado año en materia de tráfico sorprendió confirmando que en los últimos 12 meses, un total de 1.145 personas fallecieron en accidentes, una cifra que una sociedad avanzada no puede aceptar, ya que cabe recordar que, además, tras cada fallecimiento hay un verdadero drama humano de amigos, familias, parejas… Verdaderas tragedias irreparables.
Estos últimos datos suponen un aumento de hasta el 4 por ciento respecto a las cifras de 2019, año pre-pandemia, pero un incremento de casi un 15 por ciento si lo comparamos con el anterior año 2021. Como confirmó en rueda de prensa el propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, son “demasiados muertos y demasiados heridos graves en carretera. Mucho sufrimiento que podría evitarse”, para lo que hay que “analizar las cifras y seguir trabajando para atajar las causas”. La pregunta es evidente, ¿cómo?

Queda demostrado así que la política de radares que año a año sigue aumentando no funciona. Tampoco ha demostrado ser efectiva la nueva Ley de Tráfico, que introdujo mayores sanciones por el uso del móvil al volante o medidas tan polémicas como la eliminación del margen de los 20 km/h al adelantar en carreteras convencionales. Las cifras de accidentes y víctimas han seguido incrementándose.
Sin embargo, la propia DGT elaboró hace algo más de un año un documento en el que recogía una serie de medidas a adoptar en carretera, de efectividad demostrada y bajo coste, que podrían contribuir enormemente a la reducción de la siniestralidad vial. Quizá ha llegado definitivamente el momento de apostar por ellas con más intensidad.
Las guías sonoras, una medida eficaz y barata
Entre estas medidas destacan especialmente las guías sonoras, tal y como confirma incluso la DGT. Se trata de pequeñas hendiduras o resaltes en el firme, prácticamente invisibles, que al ser pisadas por los neumáticos del coche producen una vibración o sonido. Tanto de borde, como de separación de sentidos, “reducen la siniestralidad el 21%”, según confirman los propios datos de la Dirección General de Tráfico.
Las guías sonoras son pequeñas hendiduras o resaltes en el firme que al ser pisadas por el #neumático producen vibración o sonido.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) January 8, 2023
Tanto de borde, como de separación de sentidos, reducen la siniestralidad el 21%.
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Creemos por tanto que es una buena iniciativa que, quizá, debería reforzarse si ha demostrado ser eficaz. Su propósito, según indica la DGT en el manual de procedimiento, es “alertar a los conductores que sufran una distracción o somnolencia de que se están desviando involuntariamente de su trayectoria para evitar una salida de vía o una invasión del sentido contrario”. Asimismo, sirven también para reforzar el cumplimiento de una línea continua o para indicar a los conductores que se circula por un tramo peligroso, así como para evitar invasiones del arcén y de protección para usuarios vulnerables que puedan circular por él.
Con todas estas virtudes, y prácticamente ningún defecto, ya que la propia DGT confirma que tiene un bajo coste, ¿no creéis que deberían extenderse más para reforzar la seguridad en carretera?