Las altas temperaturas que se están registrando en buena parte del país estos días, con valores en muchos lugares de España por encima de los 35 grados, pueden convertir el interior del coche en un horno en cuestión de minutos. Por eso, cualquier elemento que ayude a bajar unos grados la temperatura interior siempre es bienvenido. Pero atención porque, como advierte ya la DGT, determinados accesorios no son válidos porque pueden poner en riesgo tu seguridad y, además, su uso está prohibido por ley. Uno de ellos son estas gafas de sol que, si las usas al conducir, la DGT te puede multar ya con 200 €. Otro tiene que ver con conducir con bañador o bikini, algo que también puede ser motivo de multa.
Multa de hasta 200 € por usar estos parasoles
Las altas temperaturas dentro del coche no solo son molestas e incómodas para sus ocupantes, también puede convertirse en una amenaza para la seguridad vial. En verano, proteger el coche del sol y de las temperaturas extremas es esencial, pero cuidado porque un simple parasol mal colocado puede salirte muy caro.

Los parasoles son uno de los remedios más baratos y sencillos para evitar que nuestro coche se convierta en una sauna y usarlo puede reducir hasta en 11 grados la temperatura interior. Pero lo que pocos conductores saben seguramente es que la DGT lanza ya una advertencia muy clara al respecto: el uso indebido de determinados parasoles puede suponer multas de hasta 200 euros.
La razón por la que la DGT puede multarnos por llevar un parasol
La infracción no tiene tanto que ver con el uso del propio parasol cuando el coche está aparcado, sino con su utilización mientras estamos conduciendo. Según el artículo 19 del Reglamento General de Circulación, “la superficie acristalada del vehículo deberá permitir la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía, sin interferencias de láminas o adhesivos”. En este caso, la DGT solo permite la colocación de la pegatina de la ITV y de la correspondiente etiqueta medioambiental.

La advertencia de la DGT se centra especialmente en los modelos de parasol que son fijos o enrollables, sobre todo los que se instalan como un estor lateral o frontal y permanecen sujetos al marco o salpicadero. Aunque pueden resultar muy prácticos, este tipo de parasoles suponen un riesgo ya que reducen la visibilidad.
Consejos para mantener el coche fresco y reducir el calor en el interior
Aunque puede resultar muy obvio, lo más recomendable, siempre que se pueda, es aparcar en zonas de sombra y evitar el contacto directo con el sol. Pero como no siempre es posible, otras alternativas son estas:
1. Usar parasoles tradicionales. Los modelos clásicos de aluminio o espuma reflectante que se colocan manualmente son los más fáciles de poner y quitar y no suponen ningún riesgo. Estos no solo evitan que los rayos del sol incidan directamente en el salpicadero, también ralentizan el deterioro de todas las superficies del interior y favorecen la ventilación posterior del habitáculo, una vez en marcha.
2. Aparcar a la sombra siempre que sea posible.

3. Ventilar el coche unos minutos antes de iniciar la marcha.
4. Colocar fundas en los asientos o incluso toallas claras en el salpicadero para disminuir la temperatura.
5. Dejar las ventanillas un poco bajadas, siempre que las condiciones lo permitan.
6. Despliega los parasoles de tipo enrollable solo cuando el coche esté parado y retíralos antes de emprender la marcha.
Debes saber también que poner un parasol en la parte trasera sí está permitido, pero siempre que tu coche cuente con los dos espejos retrovisores exteriores.
Además de los parasoles, la DGT recuerda que otros accesorios como ambientadores grandes, cortinillas adhesivas, vinilos no homologados o tintados excesivos también pueden afectar la visibilidad y acarrear multas.