Las ciudades españolas siguen adaptando sus velocidades máximas para vehículos a la nueva realidad, en la cual se quiere intentar atajar la siniestralidad en vía urbana. A día de hoy, 50 km/h es el límite genérico en la gran mayoría de calles de ciudades y pueblos; sin embargo, eso va a cambiar en 2021.
El Gobierno aprobó el año pasado un nuevo Real Decreto que trae consigo novedades de seguridad vial para nuestras carreteras. Entre ellas, está la de limitar a 30 km/h las vías urbanas de un único carril por sentido de circulación, que son la gran mayoría en la actualidad. El límite máximo de 50 km/h se quedará para las vías de dos o más carriles por sentido de circulación, mientras que otro nuevo límite de 20 km/h se establecerá para las vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera.
Esta medida, no obstante, no entrará en vigor hasta el próximo 11 de mayo de este año 2021, como así ha confirmado la DGT, que lleva años recomendando esta medida a los ayuntamientos. Algunas ciudades, por voluntad propia, ya han tomado esta medida antes de que se haga obligatoria, como por ejemplo Bilbao.
Según la #OMS el riesgo de fallecer en atropello se reduce como mínimo 5 veces a 30 km/h en lugar de 50.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) February 13, 2021
En nuestro país, desde el 11 mayo 2021 , la velocidad en ciudades en vías de un solo carril por sentido será de 30 km/h.
👉 https://t.co/5KuJA2nCKX#MejorMásDespacio💟 pic.twitter.com/URdjQ3C7x6
¿Por qué se reducen los límites de velocidad en ciudad?
El motivo por el cual la DGT modificará los límites de velocidad en las ciudades españolas es simple y claro: reducir la siniestralidad en el ámbito urbano y, de producirse, reducir las consecuencias de un accidente. En España, en 2019 –último año con cifras completas oficiales–, las cifras de fallecidos en ciudad aumentó en un 6 por ciento, siendo el 82 por ciento de ellos usuarios vulnerables.
La DGT se apoya en un estudio de la OMS que asegura que el riesgo de fallecer en un atropello se reduce como mínimo cinco veces si la velocidad es de 30 km/h y no de 50 km/h. En un atropello a 50 km/h, el riesgo de fallecer es del 90 por ciento. Si se produce el atropello a 30 km/h, se reduce al 10 por ciento.