Se lleva avisando desde hace bastante tiempo, pero por si acaso aquí os volvemos a remarcar que a partir del próximo día 1 de septiembre (este mismo domingo) ya no se podrán vender en ningún establecimiento sillas infantiles bajo la normativa R44. La DGT lo ha vuelto a recordar a través de sus redes sociales y se une a otras medidas aplicadas este año como la desaparición de un tipo de pintura bastante habitual en los coches.
Volviendo a las sillas obligatorias para los más pequeños, desde hace bastantes años han convivido en el mercado productos que cumplían con la normativa anterior conocida como R44 con la que será la vigente para los próximos años con las siglas R129 o también conocida como i-Size. La primera de ellas estaba clasificada según el peso de los niños, mientras que en la segunda se empezó a tener en cuenta la altura y se apostó porque más meses la posición estuviera orientada hacia atrás. Sobre esto último hay que recordar que es obligatorio hasta los 15 meses viajar así, aunque muchas asociaciones apuestan por alargarlo hasta los 4 años si fuera posible.

Al fin y al cabo, que todas las sillas infantiles que se venden en el mercado estén reguladas bajo la normativa R129 es algo que nos favorecen a todos. Más allá de que se adaptan mejor a la fisionomía de los niños que las anteriores, también están sometidas a pruebas mucho más estrictas que protegen mejor a los pequeños de la casa en caso de sufrir un accidente.
¿Qué pasará entonces con las sillas R44? Teniendo en cuenta que en las tiendas ya no las encontrarás, seguro que muchas de ellas terminarán en plataformas de venta de segunda mano. Sabemos que las sillas infantiles son caras, pero siempre es preferible utilizar una nueva, más si tiene la normativa R129, que una usada cuya efectividad puede que haya disminuido. No se debería ahorrar en la seguridad de tus hijos. Además, estos SRI homologados bajo la anterior reglamentación solo se podrán usar durante los próximos 8 años.

Adiós a estas pinturas en los coches
Cambiando un poco de tema, pero dentro del mundo de la automoción hay que recordar que durante este año la Unión Europea también ha prohibido a los fabricantes de automóviles utilizar los acabados cromados en sus vehículos. Y detrás de esta norma hay aspectos tanto medioambientales como para la salud de todas las personas.
Contra lo que se combate exactamente es con el cromo hexavalente, una forma tóxica del metal cromo. Se ha demostrado que este compuesto es cancerígeno, incluso en niveles más alto que las emisiones provocadas por los motores diésel de los coches. En caso de existir un contacto directo con él mediante inhalación, puede causar bastantes problemas a nivel respiratorio como lesiones hepáticas o la generación de tumores.

Este cromo hexavalente no solo lo encontramos actualmente en las pinturas de los coches, también aparece en otras piezas como los tubos de escape, las molduras de las ventanillas o los tiradores. Lo que están haciendo ahora algunos constructores, como por ejemplo en Renault, es llegar al mismo acabado a través de otras fórmulas utilizando zinc o níquel.
Esta prohibición aplicada por la Unión Europea no solo afectará a la industria del motor, ya que también afectará a otros sectores. Ejemplos de ello son la fotografía o la impresión, donde se utiliza con bastante asiduidad este tipo de pintura, aunque como comentábamos antes, las diferentes empresas ya se están preparando para ofrecer alternativas.