No se trata hoy de hablarte en este artículo de prohibiciones. No. El Reglamento de Circulación no prohíbe directamente ningún tipo de gafas de sol para conducir, lo que no implica que con algunas no debas bajo ningún concepto conducir. No se trata de multas de tráfico, sino de algo mucho más importante: de tu seguridad y de la del resto de usuarios.
Obviamente, lo primero que hay que recalcar es que te asegures de tu buena visión, nuestro sentido más importante lógicamente al conducir. Según datos de la DGT, más del 20 por ciento de la población no tiene su graduación certificada correctamente, con más de 1 millón de conductores que no debería conducir al contar con una agudeza visual inferior a 0,5, el mínimo legal permitido. Teniendo esto en cuenta, y también conscientes de que la fuerte luminosidad que se produce especialmente entre la primavera y el verano en España puede de por sí llegar a empeorar la visión al volante, el primer consejo es obvio: asegúrate de si necesitas graduación y conduce también con gafas de sol graduadas.
Y es que, según nos indica la profesora Amalia Lorente, de la Facultad de Óptica y Optometría de la Universidad Complutense, lo más aconsejable es usar gafas de sol graduadas si realmente padecemos algún defecto visual, ya que “cuando nos ponemos gafas de sol, la pupila se abre y la agudeza visual disminuye. Si además somo amétropes, vamos a ver mucho peor, porque se pierde contraste y se pierde nitidez”. Hasta aquí nos queda claro, pero, ¿qué tipo de gafa de sol es la recomendable al conducir? ¿Y cuáles son completamente desaconsejadas?

Las gafas de sol que jamás deberías usar al volante: la DGT las desaconseja
La DGT, en este sentido, es muy clara y contundente: “nunca puede utilizarse un filtro de la categoría 4 para conducir”. Es decir, hablamos del tipo de gafa de sol empleada habitualmente para practicar deportes de invierno, como el esquí. Jamás uses este tipo de montura al volante, ya que, con el filtro que utilizan, al entrar por ejemplo en un túnel la visión puede quedar gravemente comprometida “al reducir tanto el paso de la luz que es como conducir a ciegas”.
Otro tipo de gafas de sol sobre el que la DGT lleva años alertando y poniendo el foco de la seguridad es en las llamadas fotocromáticas, que tampoco deberías usar jamás al volante. Estas gafas son las que cambian de color y de transmitancia cuando se exponen a la luz, activándose (es decir, oscureciéndose) con mucha rapidez, estimada en solo 30 segundos en función a la radiación ultravioleta (UV), aunque comprobándose también que con altas temperaturas no se activan. El grave problema que genera este tipo de gafa, según Tráfico, es que tiene un largo período de desactivación posterior, calculado sobre 3-5 minutos, haciéndolas completamente desaconsejables para conducir al reducir “dramática y peligrosamente la visión”.
Estas son las gafas de sol recomendadas por la DGT para conducir
Conocidas ya las gafas de sol que la DGT no aconseja usar bajo ningún concepto, es hora de conocer cuáles sí son recomendadas. Y, en este sentido, un tipo de filtro entre 1 y 3 sería claramente el aconsejado por las autoridades de tráfico. Entre ellas, las tintadas o con recubrimientos, que llevan en la lente moléculas embebidas que absorben la radiación de forma uniforme o degradadas, reduciendo los reflejos.

Sin embargo, si hay un tipo de gafa de sol que sea especialmente recomendada para conducir por parte de la DGT, ésa es la polarizada, que emplean ese efecto para eliminar los reflejos y solo dejan pasar la luz en un sentido.
Los colores de cristales y filtros recomendados por la DGT
Por último, la DGT también aconseja, en función a las recomendaciones realizadas por expertos de la Universidad Complutense, utilizar en general “filtros grises, marrones o verdes, que no alteran la percepción del color. Especialmente útiles son los marrones, que incrementan el contraste, y los verdes, que además de incrementar el contraste reducen también los reflejos y la fatiga ocular”.
Los cristales de color rosa, que también aumentan el contraste y reducen la fatiga ocular en usos prolongados, y los filtros amarillos, que son capaces de bloquear la luz azul en pacientes con patologías retinianas, son otros tonos aconsejados también por la DGT.