A nadie le gusta tener que llevar el coche al taller, y menos si el motivo es una avería. Además, muchas veces, y tras esa visita, podemos tener la sensación de haber pagado de más. Por eso, para evitar problemas y disgustos, la OCU, Organización de Consumidores y Usuarios, nos ayuda a conocer qué derechos nos amparan cuando compramos y reparamos nuestro coche.
Lo primero que debemos tener en cuenta es si la garantía de compra sigue todavía vigente. Si el coche se compró antes del 1 de enero de 2022, esta garantía es de dos años; si, por el contrario, es posterior a esta fecha, será de tres años.
Coche en garantía: qué derechos tengo
Pues bien, pongamos que hemos comprado el coche y está con la garantía vigente. En este caso, las reparaciones por fallos de origen serán siempre gratuitas y deberán realizarse en un tiempo razonable. Es decir, no pagaremos nada, pero eso sí, habrá que guardar una copia del ingreso del coche en el taller que detalle bien por qué lo hace y que señale que el coche está en garantía y la reparación es gratuita en todos los casos.
Si se trata de un coche de segunda mano, también tiene una garantía, en este caso de un año como mínimo si ha sido comprado en un concesionario.

Por otro lado, la reparación suspende el cómputo de los plazos mientras se realiza y además inicia un nuevo plazo de garantía, que es de seis meses o un año según la fecha de compra del vehículo, para ese sistema o avería reparada.
También hay que diferenciar entre la garantía legal y la comercial. Esta última ha de ser complementaria a la legal y la ofrecen voluntariamente algunos fabricantes y concesionarios. Pero, cuidado, porque a veces la garantía comercial no añade nada a la legal, con lo cual se convierte en una práctica desleal.
Consejos a la hora de llevar el coche al taller
- Se debe reclamar cuando la reparación no sea correcta o si se vuelve a producir la avería. Si el periodo de garantía de compra ha finalizado, la reparación corre a cargo del propietario del vehículo. Pero cualquier reparación conlleva un nuevo periodo de garantía, en este caso como mínimo de tres meses.
- Debe informar de las condiciones del servicio, documentar después de las operaciones realizadas y las tarifas deben estar expuestas en un lugar bien visible.
- Antes de dejar el coche en el taller, debe solicitarse un presupuesto de la reparación y valorar si se opta por ese taller o no. Nunca se debe encargar un arreglo renunciando al presupuesto, y el cliente tiene derecho a ser informado de cualquier posible incremento sobre el presupuesto. No se le puede imponer al cliente una cantidad superior sin que éste sea informado y dé su conformidad.

- Si la reparación acarrea problemas, el primer paso es usar las hojas de reclamaciones. Si se niegan a facilitarlas, se puede presentar una reclamación por escrito o burofax con acuse de recibo en la Dirección General de Consumo provincial o autonómica correspondiente. A la reclamación se le debe añadir la documentación pertinente que acredite los hechos, con fotocopia del depósito del coche en el taller y del presupuesto previo, además de las facturas.
Una garantía para cada reparación
Cada reparación tiene su propia garantía, generalmente de tres meses o 2.000 kilómetros en el caso de las reparaciones que se realizan una vez finalizada la garantía legal o comercial de la compra. También habrán que tenerse en cuenta otros detalles que pueden surgir en el taller:
- Deben guardarse todas las facturas del taller, que han de estar bien detalladas, para poder reclamar después por cada avería concreta.
- Si el arreglo se realiza dentro del periodo de garantía del coche, ésta será de seis meses o un año en función de la fecha de compra, que se superponen a lo que reste de la garantía legal. Y cuidado, porque si hay averías que no se reparan bien, pueden provocar después otras distintas.
- Los fabricantes están obligados por ley a disponer de piezas durante al menos cinco años en el caso de los coches comprados antes del 1 de enero de 2022 y 10 años los comprados con posterioridad a esa fecha, desde que el coche deja de fabricarse. La instalación de otro tipo de piezas puede suponer una indemnización al cliente por daños y perjuicios.
- En la reparación se pueden utilizar piezas reconstituidas siempre que se comunique así al cliente y éste lo autorice, y también tendrán garantía.