El consumo de alcohol sigue siendo una de las principales causas de accidentes en nuestras carreteras. Por ello es aconsejable que si bebes, por poco que sea, no se te ocurra coger el coche bajo ninguna circunstancia, siempre hay alternativas por poco que puedan gustarnos.
Límites
El alcohol consumido que tenemos en el cuerpo se puede medir o bien con la prueba del soplido, que se tasa en miligramos de por litro de alcohol en aire espirado o en gramos por litro de alcohol en sangre, que se mide a través de un análisis sanguíneo.
En los controles en primer lugar te hacen un control mediante soplido, pero en caso de tener dudas o quejas por parte del conductor, se podrá hacer un análisis para confirmar lo que ya ha marcado el soplado anterior. En los controles las autoridades pertinentes que se encuentren presentes podrán realizar en un vehículo preparado para ello controles de drogas si así lo creen necesario en caso de ver una actitud o comportamiento extraños por parte del conductor y que su tasa de alcohol sea baja o nula.
Los límites son:
- Los límites en España son de 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre y de 0,25 miligramos por litro de alcohol espirado para conductores expertos.
- Los límites en nuestro país son de 0,3 gramos por litro de alcohol en sangre y de 0,15 miligramos por litro de alcohol para conductores nóveles.
- Los límites en todo el territorio español son de 0,3 gramos por litro de alcohol en sangre y de 0,15 miligramos por litro de alcohol para conductores profesionales.
Cervezas permitidas
Según una investigación llevada a cabo precisamente por la DGT afirma que con dos cervezas de tamaño pequeño, una persona de en torno a 70 kilogramos podría dar positivo en un control de alcoholemia. Además, debemos tener en cuenta que no se trata de una cifra exacta debido a depender de factores como depende de varios factores como el sexo, el peso, la altura, el estado de salud y la ingesta de los alimentos.

¿Vamos hacia la total prohibición?
Tal y como se viene rumoreando desde hace tiempo podríamos estar ante una normativa próxima que redujera todas las tasas a 0. Esto es debido a que según los estudios hasta el más mínimo consumo de alcohol reduce tu capacidad de reflejo y de concentración, de manera que es más posible que tengas un accidente al volante.
Debemos asumir la responsabilidad
A pesar de los límites no deberíamos estar jugando con ello, ya que no solo lo hacemos con nuestra vida sino también con la de los demás. Se puede beber, como todos hacemos, pero en ese caso, hay que organizarse bien para no coger el coche. Y en caso de querer conducir por la facilidad o el tiempo que tardamos en realizar un recorrido, debemos aplazar el consumo del alcohol. En nuestra sociedad está muy normalizado, más de lo que debería y no solo tendrían que ser los conductores los que zanjaran estas actitudes, también sus pasajeros a los que les puede llegar a afectar de manera grave.