Escuchar a alguien que ha domado un coche de drifting es como oír hablar a un surfista que ha surfeado la ola perfecta: hay orgullo, adrenalina y una conexión casi emocional con el coche. El derrape, lejos de ser un fallo, se convierte aquí en el protagonista de un espectáculo controlado, milimétrico y lleno de potencia.
Pero más allá de la estética visual o del rugido del motor, el drifting exige una combinación de técnica, equilibrio y preparación mecánica muy específica. ¿Quieres saber qué hace falta para convertir un coche corriente en uno preparado para derrapar como un profesional? Sigue leyendo.
Características esenciales de un coche de drifting
Aunque muchos coches pueden derrapar, no todos están preparados para hacerlo con precisión y seguridad. Estas son las claves mecánicas que definen a un verdadero coche drifting:
Tracción trasera
La mayoría de los coches drift comparten un rasgo esencial: la tracción en el eje trasero. Este sistema permite al piloto provocar la pérdida de tracción de forma controlada, facilitando los derrapes al acelerar o frenar en curva.
Equilibrio del peso
Una distribución de peso lo más cercana posible al 50/50 entre la parte delantera y trasera mejora la estabilidad y el control en plena maniobra. Algunos vehículos incluso reubican componentes (como la batería) para lograr ese equilibrio.

Motor con buena respuesta
Aunque no necesitas un coche extremadamente potente, sí es fundamental que el motor tenga una buena respuesta al acelerar. Muchos optan por motores turboalimentados por su capacidad de entregar potencia inmediata cuando más se necesita.
Suspensión modificada
La suspensión de un coche drifting debe ser firme y adaptable. Modificarla permite mejorar el agarre lateral y gestionar mejor las fuerzas que se generan en un derrape prolongado.
Modificaciones recomendadas para drifting
Además de los elementos clave, hay una serie de modificaciones que llevan el rendimiento a otro nivel:
- Diferencial de deslizamiento limitado (LSD): ayuda a que ambas ruedas traseras giren de forma sincronizada, dando mayor control y previsibilidad durante el derrape.
- Freno de mano hidráulico: permite bloquear las ruedas traseras de forma rápida y precisa. Fundamental para iniciar un derrape en ciertas curvas.
- Sistema de frenos mejorado: cuanto más control tengas sobre la frenada, mejor podrás preparar la entrada y salida de una curva.
- Reprogramación de la centralita (ECU): ajustar los parámetros del motor y del acelerador ayuda a conseguir un comportamiento más agresivo y adaptado al estilo de conducción.

Técnicas básicas para hacer drift
Controlar un coche drifting no solo es cuestión de los componentes. La técnica lo es todo. Algunas de las maniobras más usadas por los pilotos:
- Power Over: al acelerar bruscamente en una curva, las ruedas traseras pierden tracción y comienza el derrape.
- Clutch Kick: pisar y soltar el embrague de forma repentina genera un impulso que desestabiliza el tren trasero.
- Handbrake Drift: con el freno de mano hidráulico, se bloquean las ruedas traseras justo al entrar en curva.
- Brake Drift: al frenar con fuerza antes de la curva, el peso se transfiere hacia delante y permite que las ruedas traseras patinen con mayor facilidad.
Seguridad y práctica: dos pilares del drifting
El drifting puede parecer un juego visual, pero en realidad es una disciplina muy exigente y, si se practica sin control, peligrosa. Por eso es fundamental:
- Entrenar en espacios controlados, como circuitos o academias especializadas.
- Equiparse con protecciones adecuadas como cascos, guantes y cinturones de seguridad homologados.
- Mantener el coche en perfecto estado, revisando frenos, neumáticos y elementos de suspensión antes de cada sesión.

¿Por qué tantos se enganchan al drifting?
Porque no se trata solo de conducir, sino de dominar el coche al límite. El drifting es emoción pura, pero también técnica, precisión y preparación. Es un estilo de vida que mezcla mecánica, pasión y arte.
Así que si te estás planteando preparar tu primer coche de drifting, ya sabes por dónde empezar: tracción trasera, modificaciones específicas y muchas horas de práctica en entornos seguros. Y sobre todo, respeto por la máquina y por la técnica.