Ya es oficial: la Unión Europea ha decidido retrasar la votación que este martes debía reunir a todos los estados miembros para ratificar la prohibición de venta de los coches diésel, gasolina e híbridos a partir de 2035, tal y como ya acordó el propio Parlamento Europeo. Así lo acaba de anunciar Daniel Holmberg, portavoz sueco que ocupa la presidencia rotatoria de la UE, a través de su cuenta de Twitter, asegurando que el proceso a partir de ahora se volverá a tratar "a su debido tiempo"
Pero, ¿qué ha ocurrido en las últimas horas para aplazar una votación que se presumía inmediata? Esta mañana ya te hemos contado que muchos estados miembros estaban presentando objeciones a esta normativa, que consideraban demasiado tajante y con poca flexibilidad para usuarios y fabricantes. Detrás de toda esta corriente se estaría sobre todo situando Alemania, que busca más garantías para, por ejemplo, conseguir que se regule de forma más clara el uso de e-comfustibles, o combustibles sintéticos, para poder emplearse sin restricciones en los vehículos de combustión a partir de 2035.

El aplazamiento ahora de la votación se presenta, presumiblemente, ante el temor a la abstención o posicionamiento incluso en contra de Alemania, que en los últimos momentos habría inesperadamente presentado importantes alegaciones sobre esta prohibición de venta. Además, otros estados estarían también presionando ante el temor de que esta medida pueda representar un importante varapalo para las poderosas industrias nacionales.
Funcionarios de la UE estarían conversando desde ahora con Alemania, para tratar de llegar a un compromiso conjunto que permita el uso de estos e-fuels, aunque el país germano de momento no parece decidido a aceptar las propuestas que llegan desde Bruselas. En este sentido, está ahora previsto que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se reuna con el canciller alemán Olaf Scholz para tratar, entre otros, este importante problema.
“Es contradictorio cuando la Comisión Europea exige altos objetivos de protección climática por un lado, pero por otro lado hace que sea más difícil lograr estos objetivos a través de una regulación demasiado ambiciosa”, ha señalado este mismo viernes el ministro de Transportes alemán, Volker Wissing. El responsable germano emplaza ahora al brazo ejecutivo de la UE a encontrar una solución viable.
Los ministros de la UE tenían previsto votar este próximo martes la que se suponía sería una aprobación de rutina a un acuerdo que el bloque logró ya el año pasado para prohibir los vehículos nuevos que funcionan con combustibles fósiles a partir de 2035.