Si te estás planteando la compra de un nuevo SUV y eres un enamorado de los motores de gasolina, atento a lo que proponen el Seat Ateca, el Mazda CX-5 y el Renault Kadjar.
Sus capós esconden tres «corazones» de distinta naturaleza, apostando el Mazda CX-5 por un motor atmosférico de mayor cilindrada, un 2.0 Skyactiv-G de 165 CV, mientras que sus rivales optan por mecánicas más pequeñas con sobrealimentación, un 1.6 TCe de 163 CV en el Renault Kadjar y un 1.4 EcoTSI de 150 CV en el Seat Ateca. En realidad el camino técnico seguido por cada fabricante es el que marca el carácter de cada modelo, más allá de esas diferencias de potencia que establecen los datos oficiales. Por ejemplo, nadie puede negar el refinamiento y la suavidad que transmite el motor del Mazda CX-5, del mismo modo que es una evidencia que la ausencia de un turbo en su sistema de alimentación le deja sin carácter a bajo régimen. Si buscamos capacidad de reacción inmediata y vamos por debajo de 4.000 rpm será complicado, y habrá que tirar del cambio para «resucitarlo». Y es que precisamente a ese régimen se manifiesta el par máximo del Mazda, mientras que el del Renault llega a 2.000 rpm y el del Seat a sólo 1.500 rpm. No hay color.
Por eso, tanto el Seat Ateca como el Renault Kadjar son más agradables, pues si de repente precisamos una mayor dosis de energía, no debemos ir tan pendientes del cuentavueltas o del sonido que sirve de información a nuestro oído. Aun así, ambos motores turbo muestran igualmente una respuesta distinta. El 1.6 TCe del Renault también es, en general, suave y refinado, pero exhibe una transición algo brusca al pasar de bajo a medio régimen, lo que le resta algo de agrado de uso. Empuja con ganas casi desde el ralentí, pero su respuesta se asemeja más a la clásica y repentina «patada» turbo de los bloques sobrealimentados de antaño, lo que también contrasta con la mayor progresividad del 1.4 EcoTSI del Ateca, un motor refinadísimo, que sientes muy bueno por suavidad, rumorosidad, elasticidad...
Pero vayamos a las cifras. En nuestro banco de potencia, el Mazda CX-5 y el Seat Ateca no han conseguido los valores oficiales —el Seat aunque ha dado unos 5 CV menos sí ha superado la cifra de par—, mientras que el Kadjar ha registrado 10 CV extras —la diferencia real con el Ateca sería de casi 30 CV—, pero ha sido precisamente el modelo de Renault el más pesado al pasar por la báscula, al superar en 88 kg al Seat, el más ligero de los tres, que sabe sacar provecho a sus dimensiones más compactas —es casi 20 cm más corto y 8 más bajo que el Mazda, el más grande—.
PRESTACIONES | Mazda CX-5 2.0 Skyactiv-G 165 | Renault Kadjar 1.6 TCe 165 | Seat Ateca 1.4 EcoTSI 150 |
Acel. 0-100 km/h | 10,3 s | 9,6 s | 8,6 s |
Acel. 0-1000 metros | 31,8 s | 30,0 s | 30,4 s |
Sonoridad 100 km/h | 67 dBA | 67,2 dBA | 66,5 dBA |
Sonoridad 120 km/h | 70,5 dBA | 69,8 dBA | 68,8 dBA |
Frenada desde 120 km/h | 57,7 m | 56,9 m | 53,3 m |
Peso en báscula | 1.455 kg | 1.470 kg | 1.382 kg |
Seat Ateca, Mazda CX-5 y Renault Kadjar: su rendimiento
Con todo lo mencionado, el más rápido en pasar de 0 a 100 km/h es el Seat Ateca, que invierte sólo 8,6 segundos, por 9,6 del Kadjar y 10,3 del CX-5; mientras que al completar el primer kilómetro el Renault toma la delantera parando el crono en esa barrera de referencia que son los 30 segundos, con 4 décimas más para el Seat y una marca de 31,8 para el Mazda. Pocas objeciones, por tanto, al acelerar desde parado para los tres, pues incluso el japonés cubre el expediente.
Otra historia son las recuperaciones, que nos dan una idea de la agilidad que muestra cada SUV al afrontar un adelantamiento. Si en 4ª pasamos de 80 a120 km/h, el Kadjar TCe demuestra ser bastante rápido —7,8 s—, con el Ateca TSI pisándole los talones —8,2— y el CX-5 Skyactiv-G ya a cierta distancia —10,5—. En 5ª y 6ª el Seat toma la delantera con unos buenos registros, sin que el Renault se aleje demasiado, aunque en ciertas maniobras se nota que cuenta con un desarrollo final más largo que modera su reprís.
CONSUMOS | Mazda CX-5 2.0 Skyactiv-G 165 | Renault Kadjar 1.6 TCe 165 | Seat Ateca 1.4 EcoTSI 150 |
Consumo en ciudad | 7,8 l/100 km | 8,0 l/100 km | 7,1 l/100 km |
Consumo en carretera | 6,1 l/100 km | 6,8 l/100 km | 6,1 l/100 km |
Consumo medio | 6,8 l/100 km | 7,3 l/100 km | 6,5 l/100 km |
Si queremos adelantar con solvencia, el Mazda nos obligará siempre a jugar con el cambio, llevando su motor alto de vueltas, porque de lo contrario habrá que tomarse las cosas con mucha calma. Sus saltos de marchas son correctos, el problema radica en la comentada naturaleza atmosférica de su motor.
Seat Ateca, Mazda CX-5 y Renault Kadjar: consumos reales
Y el rendimiento global también hay que medirlo en eficiencia y al final el que logra dar una vuelta más de tuerca es el Ateca EcoTSI. ¿Cómo lo hace? Pues con un planteamiento técnico en su motor que supone un punto de sofisticación y no es otro que su sistema que «desconecta» dos cilindros (cierra válvulas de escape y admisión y deja de inyectar combustible) en situaciones favorables de conducción, por ejemplo cuando rodamos a ritmos mantenidos con poca presión sobre el acelerador. El resultado está en las cifras de consumo que logra, ya que todo acaba sumando, de forma que consigue demostrar que el Seat Ateca EcoTSI es el más ahorrador de los tres, con un gasto medio real de 6,5 litros, frente a los 6,8 litros medidos para el CX-5 o los 7,3 del Kadjar 1.6 TCe. Con estas versiones de gasolina, si eres suave conduciendo y vas por buenos trazados de carretera puedes ver sorprendentes medias de poco más de 5 litros, pero si haces un uso exigente el consumo se disparará de forma exponencial.
Al salir a carretera, bastan unos pocos kilómetros para constatar la orientación familiar de estos SUV. Rodando a cruceros turísticos por vías de primer nivel, cualquiera de ellos resulta modélico en cuanto al confort de rodadura que ofrece, así como por el aplomo y la nobleza de reacciones de la que hacen gala. En estas versiones de gasolina, tanto las vibraciones como el sonido procedente del motor pasan completamente desapercibidos para los ocupantes, y sólo el mayor calzado del CX-5 ha generado en ocasiones —sobre el asfalto más rugoso— algo más de ruido de rodadura, también su sistema de control del cambio involuntario carril, con función correctora, nos ha parecido excesivamente intrusivo.
ESPACIO | Mazda CX-5 2.0 Skyactiv-G 165 | Renault Kadjar 1.6 TCe 165 | Seat Ateca 1.4 EcoTSI 150 |
Anchura delantera | 147 cm | 144 cm | 144 cm |
Anchura trasera | 140 cm | 138 cm | 139 cm |
Altura delantera | 95/100 cm | 91/96 cm | 98/104 cm |
Altura trasera | 96 cm | 93 cm | 101 cm |
Espacio para piernas | 79 cm | 73 cm | 79 cm |
Maletero | 530 litros | 475 litros | 535 litros |
Seat Ateca, Mazda CX-5 y Renault Kadjar: comportamiento
Si avivamos el ritmo de marcha, tratando de forzar la situación —sobrepasando su enfoque natural— nos topamos con unas suspensiones algo más suaves en el Mazda y el Renault, de forma que un reglaje algo más firme contribuye a destacar la prestancia dinámica del Ateca en curva, con una mayor sensación de control. Lo cierto es que el comportamiento del SUV de Seat resulta gratificantemente convencional en cualquier situación, por tacto y actitud, con unos resultados muy buenos en lo que se refiere a estabilidad.
Esto no significa que no se pueda ir a gusto, por ejemplo, al volante del Kadjar, que presenta una actitud bastante neutra en sus reacciones, pero sin llegar a la eficacia del Ateca y mostrando un tacto de coche más veterano. El CX-5 también ha venido siendo una referencia en esta categoría. Además, con la reciente actualización realizada por la marca incorpora cambios en chasis y suspensión, incluso ahora lleva de serie la función G-Vectoring Control, para mejorar la precisión de guiado y suavizar los cambios de aceleración longitudinal y transversal más patentes en zonas sinuosas. Se nota que es un SUV muy progresivo y noble en sus movimientos, y todos sus mandos enganchan por su tacto, pero en esta ocasión también nos hemos topado con una dirección más asistida que la del Seat, que restaba precisión en las trayectorias, incluso sus frenos han sido los que se han mostrado menos potentes en su capacidad para detener al coche en las tres unidades probadas, con mejor nota igualmente para el modelo de la marca española capaz de sacar entre 3 y 4 metros de distancia a sus rivales en la frenada más exigente desde 120 km/h.
Seat Ateca, Mazda CX-5 y Renault Kadjar: diseño e interior
No hay duda de que la imagen exterior del Mazda es la más atractiva. Hace poco ha sido actualizada y transmite frescura, modernidad y elegancia. Los cambios también han llegado al interior para transmitir una sensación de calidad más elevada y, desde luego, nuestro CX-5 con acabado Zenith resulta sobresaliente en este sentido. En el Ateca también se percibe el gran trabajo realizado en su interior, siendo el Kadjar el menos brillante en cuanto a materiales y presentación, quedando algo por debajo de sus rivales y apostando también por un diseño más sencillo.
Y en habitabilidad, la mayor talla del SUV japonés no se traduce en una victoria en cuanto a espacio. Es un modelo amplio, con unas buenas plazas traseras, pero el Ateca prácticamente calca todas su cotas, incluso ofrece algo más de distancia al techo tanto delante como detrás. El Kadjar se defiende de forma correcta, pero el hueco para las piernas de los pasajeros de la segunda fila es más pequeño. Buena capacidad de maletero también para los SUV de Seat y Mazda, con unos 50 litros menos de espacio para equipaje en el Renault, que da bastante juego en la zona de carga, pero con la presencia de una prominente viga en el fondo y un portón algo más estrecho, que también le relega en este apartado.
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