Como os hemos contado muchas veces, la categoría de los SUV medianos (por encima de los 4,3 y por debajo de los 4,7 metros) es la que mayor volumen de ventas tiene en nuestro país. Tanto que en este 2025 acumulan por sí solos el 34,9% de las ventas. Y es así donde van a aterrizar dos modelos que pretenden ser verdaderos protagonistas, pues son las nuevas generaciones de los Toyota RAV4 y Mazda CX-5.
Aunque esta pareja todavía no está presente en los concesionarios de nuestro país, no está de más recordar que la cuarta generación del CX-5 ha coincidido en el tiempo con la sexta entrega del RAV4, lo que nos ha hecho pensar en una primera comparativa, a falta de sensaciones al volante. Al final, ambos llegan desde Japón, aunque parece que con enfoques diferentes.
Diseños que impresionan
Creo que los SUV protagonistas de esta comparativa presumen de unos diseños con bastante personalidad. Por un lado, el CX-5 se podría decir que es más continuista, con unas formas que en ciertos puntos de la carrocería nos recuerdan a su antecesor para mantenerse fiel al lenguaje de diseño Kodo. El otro contendiente creo que explora un nuevo camino que, si bien tiene detalles parecidos vistos en otros recientes lanzamientos de Toyota, es una ruptura más clara con su pasado, apostando por formas más cuadradas.
En el RAV4 también nos trasmite que se ha dado una mayor importancia a la personalización. Nada más hay que repasar las fotografías para ver la gran diferencia que hay de imagen entre un acabado de acceso y el GR Sport, de tintes más dinámicos. En cambio, los cuatro disponibles en su rival nipón (Prime-Line, Centre-Line, Exclusive-Line y Homura) son más parecidos entre sí.
Otro aspecto importante para tener en cuenta son las medidas. El CX-5 ha registrado un notable crecimiento para establecerse ahora en 4,66 metros (serían 9 cm más), mientras que el RAV4 se mantendrá en sus 4,60 metros, centímetro arriba o abajo según la versión escogida. Teniendo en cuenta que la batalla del Mazda también es superior, a priori debería ofrecer un habitáculo algo más grande.
Respecto a sus puestos de mando, en esta pareja se han tomado como inspiración las soluciones de otros modelos de sus respectivas marcas. El RAV4, por ejemplo, apostará por una pantalla táctil independiente de 12,9 pulgadas con el sistema operativo Arene, a lo que el CX-5 responde con una de 15,6 pulgadas, en los acabados más altos, con el Android Automotive, que le podría dar una pequeña ventaja. Y, aparentemente, el Mazda luce materiales algo más premium, mientras que el Toyota apuesta por unos rasgos que nos recuerdan más a los todoterrenos y la aventura.
La batalla de los motores
Creo que a nadie sorprenderá indicar que al próximo RAV4 le volveremos a ver con mecánicas electrificadas, algo en lo que coincidirá el próximo CX-5, aunque de una manera completamente como veremos más adelante. Lo que parece claro es que el Toyota partirá de inicio con todos sus motores, mientras que el Mazda se puede estar guardando algo para más adelante.
Volvemos al RAV4 en el que volverán a estar presentes las mecánicas híbridas que tanta fama le han proporcionado a la marca. Con un esquema técnico similar con sus consecuentes evoluciones, estará disponible con 183 CV, si es tracción delantera, o 191 CV, con la total. Y esta dualidad se dará también por primera vez en el híbrido enchufable o Plug-in Hybrid. Para este último habríamos de 268 o 304 CV, respectivamente, y con una nueva batería que permitirá alcanzar los 100 km de autonomía en modo completamente eléctrico.
La respuesta, por ahora, del CX-5 es un poco más modesta ya que se ha presentado con el e-Skyactiv de cuatro cilindros y 2.5 litros con el que ya contaban sus hermanos pequeños los Mazda3 y CX-30. Esto quiere decir que se trata de un híbrido ligero, con una potencia más baja que la de su compatriota pues se queda en 141 CV. Aunque también ofrecerá la posibilidad de escoger entre tracción delantera o integral, sin variación de potencia.
¿Cuándo llegan estos modelos?
Estos futuros rivales de los Hyundai Tucson o Nissan Qashqai, actuales líderes de la categoría SUV compacta, es posible que lleguen prácticamente a la vez, ósea a final de año. Mazda ya está recogiendo pedidos de su CX-5 anunciando que su precio de partida sin descuentos será de 35.200 euros. De los planes del nuevo Toyota RAV4 todavía no sabemos nada, pero es posible se mantenga en unos 40.000 euros para empezar como el actual.
