Aquí está, debajo del abeto de la empresa con sus luces de colores, un Toyota Auris Hybrid, a primera vista cargado con todas esas opciones de "totalmente equipado por un euro más". Para un año que no escribo a los Reyes Magos pidiendo un coche... Total, nunca me habían "echado" un coche de verdad. Mucho hicieron con traerme una vez el carné, pensé esta vez. Aparte de la paz mundial, mis aspiraciones del año iban por la línea de las energías limpias, de bajos consumos sin humos, de la movilidad, vamos... siempre de coches, pero en filosófico.
Tantas vueltas había dado a la cabeza a esto haciendo la carta que incluso creí que empezaría el año escribiendo sobre el Toyota Mirai, el coche de hidrógeno que solo emite agua por el escape. Pensaba que estaba sin resolver un punto débil, la calidad del agua que, de tanto uso cuando todos los coches fueran de pila de combustible, se iría degenerando... Eso pensaba hasta un tweet me hizo ver que Toyota ya lo había pensado y que algo llegará para que el agua en 2020 se mantenga impoluta a su paso por el automóvil, incluso durante su fabricación. Me quedé sin tema.
Ah, ¿que no tienes temas? Para eso tienes un jefe, porque con el saludo del "Feliz Año" me señalan, según entro a Autopista, que ese de debajo del árbol enfrente de la garita, ese Toyota Auris Hybrid es para nosotros. Tenía que haberlo imaginado, cuando en verano me apuntó que, aunque nosotros no lo viéramos así, aún había mucho desconocimiento sobre el coche híbrido. Así que este Auris híbrido no viene solo, sino con un paquetito de trabajo para todos, para divulgar sobre todo lo que creamos necesario contar sobre el coche híbrido. Tampoco es para tanto, que desde pequeños nos gusta contar e intentar explicar cosas y por eso hemos acabado en Autopista.
Vaya, no nos lo vamos a quedar. Quiere que este Toyota Auris Hybrid esté durante más o menos un mes en manos de Autopista y vayamos desbrozando sus particularidades para hacerlas entendibles. "Y si podéis dar consejos que sirvan incluso a los que ya son conductores de los Toyota híbridos, mejor". No pide nada. Desde pequeñito me hizo gracia aquél cartel colgado donde mi padre compraba material fotográfico: "Artículo primero: el jefe siempre tiene razón... si no la tiene, se aplica el artículo primero". Y si decide que los Reyes Magos nos tienen que traer un Auris Hybrid, encantado. No va a ser la primera vez que haya escrito que "entiendo la compra emocional de un Toyota Auris" y que en esta última generación, con unas características de conducción y de confort tan afinadas, la versión híbrida del Toyota Auris no necesitaba realmente modificaciones en su mecánica. Por eso, aunque me pese, también me siento responsable de no haber contado adecuadamente, ni siquiera a mi círculo de amistades, las muchas virtudes del coche híbrido. Si tienes esa inquietud o pregunta sobre híbridos que no habías hecho antes, éste es el momento. Y si no lo sabemos, usaremos el carné de periodista para colarnos en Toyota y buscar quien nos lo explique.
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