Las tres de la tarde de hoy, 30 de junio de 2017, es la hora señalada para dar inicio a la primera Operación Salida del verano. La DGT ha anunciado que 6.600 efectivos de la Guardia Civil controlarán nuestras carreteras, que, además, estarán vigiladas por radares fijos, móviles, de tramo y los Pegasus. DVuelta denuncia que el aumento de estos dispositivos no tiene una correspondencia con un menor número de fallecidos.
El pasado mes de junio, el número de muertos en nuestras carreteras aumentó un 25% en comparación con el mismo periodo de 2016. Por tanto, el aumento de las medidas de control de la velocidad parecen no surtir efecto cuando aumenta el número de desplazamientos. En total, 879 radares fijos, 1.475 tramos de vía controlados por radares móviles, 47 radares de tramo y los ocho helicópteros Pegasus gestionados por la DGT más otro explotado por Servéi Catalá de Tránsit serán los encargados de vigilar nuestras carreteras.
Según los datos recogidos por DVuelta, Cataluña es la región más vigilada por estos sistemas, con 30,1 radares y tramos controlados por cada 1.000 kilómetros, seguida de Madrid, con 24,5 y Baleares, con 23,6. En el lado opuesto, Navarra y Extremadura son las Comunidades Autónomas con menos control sobre los conductores, con 8,7 radares y tramos controlados por cada 1.000 kilómetros.
En cuanto a la recaudación por multas, Andalucía es la región que más contribuye a las arcas del estado, con más de 36 millones de euros el pasado año. Le sigue Castilla y León, con casi 25 millones de euros y Galicia, con prácticamente 19 millones de euros en 2016. Canarias (1,3 millones) y La Rioja (1,9 millones) son las Comunidades Autónomas que menos dinero recaudan. Estos datos hacen un total de 162.365.222 euros recabados el año pasado.
Más control, pero más muertos
DVuelta destaca que el aumento de tramos controlados no disminuye el número de fallecidos en nuestras carreteras y denuncia que el uso de este tipo de dispositivos sea meramente recaudatorio. Según la asociación, el número de radares fijos apenas ha crecido, debido a la baja productividad de éstos desde que es obligatorio señalizar su posición. Sin embargo, el número de radares móviles, en helicópteros y de tramo sí han aumentado significativamente.
Esta inversión no ha provocado una caída significativa de los accidentes y muertos en nuestras carreteras. Por el contrario, en junio de este año los fallecidos han aumentado un 25% en comparación con el mismo período de 2016, por lo que el incremento del número de desplazamientos no presagia buenos datos.
Hay que recordar que la mayor parte de los fallecidos en nuestras carreteras se producen en vías secundarias, con unos 900 muertos cada año. Sin embargo, desde DVuelta señalan que tres de cada cuatro radares están situados en autovías y autopistas, vías de alta ocupación pero, también, más seguras. Por ello, aseguran que donde hay que hacer más esfuerzos es en la enseñanza en los colegios de educación vial a los niños y a los conductores noveles, más propensos a tener accidentes.
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