Los nuevos radares de la DGT que ya multan: así son y así nos vigilan

Los radares y cámaras de tráfico se actualizan para detectar ya, además de la velocidad, las emisiones de los coches, el uso del móvil o la ITV en vigor. Ojo, nos vigilan..

Jordi Moral/Miriam Montero. Twitter: @autopista_es Fotos: MPIB.

Los nuevos radares de la DGT que ya multan: así son y así nos vigilan
Los nuevos radares de la DGT que ya multan: así son y así nos vigilan

Más de 1.100 radares están preparados ya para multarnos. La mayoría están señalizados, pero acaban pillándonos y no sólo por velocidad. A los fijos, móviles o de tramo, se unen otros nuevos capaces de detectar todo tipo de imprudencias, como no usar el cinturón de seguridad, manipular el móvil, ver incluso si tenemos la ITV caducada, nos hemos saltado una señal de stop o un semáforo o incluso para comprobar las emisiones de nuestro coche Todo con la finalidad, según la DGT, de combatir la siniestralidad en las carreteras, sobre todo después de que desde 2016 se haya invertido la caída del número de muertos en accidentes en vías interurbanas tras los últimos 13 años. Más radares, más controles y, en definitiva, más vigilancia. Empezamos por lo último de lo último.

Radares láser portátiles para las motos

Hace sólo dos meses conocimos la noticia por boca directa de la DGT: la Guardia Civil comienza a multar ya en moto con nuevos radares portátiles láser. Tras publicar en el BOE la licitación de adquisición de hasta 60 nuevos cinemómetros de este tipo, ya han comenzado a instalarse en motos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil mediante un soporte especial. Para ello, se han comprado también hasta 300 nuevos vehículos, en concreto motos BMW R 1200 RT de 125 CV. Sin duda será una nueva herramienta mucho más efectiva, por la agilidad que proporciona la moto.Moto Guardia Civil   

Radares, helicópteros... ¿y avionetas y drones?

Para el uso de estos radares, la DGT recuerda que existen 1.500 tramos de carretera definidos como peligrosos por la DGT, lo que traducido a kilómetros serían unos 25.000 en toda la red. Tramos en los que más de 850 radares hoy, entre fijos, de tramo y móviles, además de los del País Vasco (unos 75), los de Cataluña (más de 200) y los de los ayuntamientos, se encargan de vigilar a los infractores. Aquí, en las ciudades, los radares foto-rojo son ya los protagonistas. También, por supuesto, hay en España 8 helicópteros Pegasus que patrullan vía aérea las carreteras españolas... y atento a lo que vendrá pronto: la DGT ya ha hecho oficial también el nuevo plan estratégico de medios aéreos, que tiene previsto aplicar ya desde este 2018. Este proyecto incluye, además de mejorar la flota de helicópteros, la incorporación de dos nuevos medios: avionetas y drones. Sí, como lo leéis. De hecho, en las Islas Canarias ya se empezó a probar el verano pasado el uso de una avioneta de la DGT. 

Los nuevos radares que controlan emisiones

Se acaba de anunciar hace unas semanas: Madrid se convertirá en la primera ciudad de España en poner en uso los nuevos radares que controlan las emisiones de los coches. Comenzarán a funcionar en el mes de junio, y serán dos cinemómetros de inicio que se irán alternando en 13 puntos secretos. De inicio, controlarán y advertirán sin multar. Emplean tecnología de teledetección RSD , cuentan con rayos infrarrojos y ultravioleta de baja intensidad y tratan de identificar los niveles de partículas de monóxido de carbono (CO), y óxidos y dióxidos de nitrógeno (NO y NO2) de los coches en circulación. Fruto de un proyecto común europeo, su objetivo es detectar anomalías muy graves.

Radares Fijos

La DGT dispone de una amplia red de vigilancia de los límites de velocidad por todas las provincias de España, con cerca de 600 radares fijos. Todos están señalizados antes de su llegada con una distancia que normalmente varía entre 500 metros y un kilómetro. Además, en webs como la de la Dirección General de Tráfico (o en su app para móviles iOs y Android), Transit en Cataluña y Trafikoa del País Vasco (quienes tienen delegadas las competencias en materia de tráfico), se pueden consultar los puntos exactos de su ubicación (también de los radares de tramo y los foto-rojo).

Radares fijosLos radares fijos consisten en unos cinemómetros colocados en cabinas (generalmente al borde de la calzada o en la mediana, en autovías, autopistas y en carreteras secundarias), en postes (suelen ser más comunes en la ciudad) y en pórticos (se suelen situar en autovías o autopistas). Funcionan con el efecto Doppler: el dispositivo manda una señal al coche que se la devuelve rebotada. Si vamos más deprisa de lo establecido, el vehículo emite ondas con poca frecuencia, entonces realiza una fotografía y ya sabes: «multa al canto».

Estos radares son capaces de abarcar ambos sentidos de la circulación, excepto los de los pórticos que miden la velocidad de los vehículos que circulan por el carril donde están situados. Además, pueden fotografiar hasta dos vehículos por segundo de forma simultánea, así que no hay escapatoria posible. Si no que se lo digan a los 80.582 conductores que el pasado año recibieron una «receta» por circular por la A-4, kilómetro 417,5 en Córdoba, a más velocidad de la permitida. Este dispositivo tiene el dudoso honor de ser el radar fijo que más multas pone en los últimos años.

Radares de tramo

En 2009 se instaló en España el primer radar de tramo en el túnel de Viella. En la actualidad ya son 22 los que funcionan en Jaén, Málaga, Segovia, León, Murcia, Valladolid, Asturias, Lugo, Orense y Madrid. Son radares fijos que se colocan en un pórtico, una cámara infrarroja por cada carril de la carretera que se quiere vigilar, al comienzo y al final de un tramo determinado y en un solo sentido. La primera cámara detecta la matrícula y la hora exacta a la que pasa el vehículo; otro lector vuelve a recoger los datos de paso al final del tramo controlado; finalmente el sistema calcula el tiempo que ha tardado el vehículo en recorrer esa distancia y establece la velocidad media de circulación. Todos los sensores están interconectados, por eso no sirve de nada cambiarse de carril durante el tramo señalizado, ni frenar justo antes de la cámara.

Según Tráfico, estos radares están situados en aquellas partes de carretera en las que la seguridad está más comprometida o tiene alta densidad de vehículos, como túneles, viaductos o circunvalaciones de ciudades. El radar de tramo que más multas lleva acumuladas es el situado en Guadarrama, Comunidad de Madrid, en la AP-6, donde el cinemómetro puso 136 multas al día ya en el año 2016. Es decir, 49.708 conductores cazados al año o 743.034 euros de recaudación, por superar los 100 kilómetros por hora en sus 7.500 metros.

Foto-rojo

Semáforo foto-rojo

Estos dispositivos tienen como objetivo sancionar a todos aquellos conductores que se saltan los semáforos en rojo. Son radares fijos que se montan en un soporte tipo báculo, a 25 metros de la línea de detención, para permitir encuadrar completamente el paso de peatones. Realizan cinco fotografías en alta resolución de los infractores, en las que se puede distinguir la marca, modelo y color, además de la matrícula. Las cámaras de control están diseñadas para estar conectadas directamente al foco rojo y únicamente saltan cuando el semáforo se encuentra en esa fase. Si la luz está en verde o en ámbar, los equipos no se activan.

Ninguno te pillará por sorpresa porque todos los pasos con control foto-rojo se anuncian mediante señalización específica antes de llegar al soporte. Lo que sí te puede sorprender es la multa si te cogen en un renuncio (sanción económica de 200 euros y pérdida de 4 puntos), porque como funcionan con infrarrojos, ya no salta el clásico flash de preanuncio. El situado en el cruce de José Abascal con Santa Engracia, en la capital española, es uno de los más activos, con más de 3.000 multas en seis meses, una cifra nada desdeñable.

Radares móviles

Pequeños y discretos, pero muy eficaces. Estos radares se instalan en coches oficiales de la Guardia Civil de Tráfico o en vehículos camuflados y pueden funcionar tanto si están estacionados como si están circulando. Los hay de dos tipos: los que van por micro-ondas (que funcionan por sistema Doppler) y las pistolas láser (llevan una cámara, un emisor y un receptor, y disparan un punto láser al coche que vuelve a la pistola y así da la velocidad; miden hasta 300 km/h y tienen un alcance de 700 metros). Estos dispositivos cada vez disponen de una tecnología más avanzada e incluso pueden comprobar si el seguro del coche o la ITV están en regla.

Normalmente se suelen colocar en sitios estratégicos donde se han producido accidentes, y aunque en principio no están anunciados, desde hace un año Tráfico hace públicos los 1.500 tramos de carreteras secundarias sometidos a esta especial vigilancia. Este carácter itinerante les hacen ser muy efectivos a la hora de multar. Existen 20 radares móviles que se ponen las botas, seis de ellos en carreteras convencionales, nueve en autovías y en tramos peligrosos solo cinco. Pero donde se frotan las manos con la recaudación es en el situado entre La Rioja y Navarra, concretamente en la carretera AP-68.

Radares móviles

El helicóptero Pegasus

El primer Pegasus despegó en marzo de 2013 y hoy ya son 8 los que nos vigilan desde el aire. Cada uno de los siete centros de Gestión de Tráfico (A Coruña, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza) cuentan con al menos un helicóptero equipado con este radar y realiza misiones de vigilancia sobrevolando también otras carreteras de sus áreas de influencia. Este sistema aporta la facilidad para vigilar cientos de kilómetros en un vuelo de apenas dos horas de duración... y sin previo aviso.

Estos helicópteros incorporan un radar capaz de detectar infracciones hasta 300 metros de altura y a una distancia en línea recta con el vehículo controlado de un kilómetro. Pueden vigilar un coche cada tres minutos de vuelo gracias a sus dos cámaras: una panorámica, que se encarga de seguir a los vehículos y captar la velocidad a la que circulan, y otra con teleobjetivo, que recoge al detalle la matrícula e incluso el interior de los mismos para detectar otro tipo de infracciones. El sistema efectúa un total de tres mediciones sobre el objetivo, realizando una cada tres segundos, para determinar si se han superado los límites establecidos.

Aunque nacieron con el objetivo de controlar la velocidad, pudiendo detectar hasta 360 km/h, su alta precisión también revela otro tipo de infracciones, como el uso del móvil, no llevar el cinturón de seguridad o casco, no mantener la distancia de seguridad entre vehículos, distracciones y maniobras peligrosas o antirreglamentarias.

Multaradar C

Los nuevos radares 5 estrellas: Traffic Eye y Multaradar C

La tecnología juega a favor de la seguridad vial y los dispositivos cada vez son más versátiles, tienen más precisión y mayor alcance. Estas son dos de las últimas adquisiciones de la DGT que podemos encontrar en nuestras carreteras.

El primero es el Traffic Eye o el ojo que todo lo ve. Hasta ahora, al tramitarse una denuncia por velocidad, también se comprobaban otras infracciones como si la ITV o el seguro obligatorio estaban en regla. Ahora existen cámaras de tráfico tan sofisticadas que pueden captar cualquier tipo de irregularidad. Cientos de ojos nos vigilan permanentemente escrutándonos de forma aleatoria y, entre ellos, Traffic Eye es la gran revelación.

Se trata de un sistema «todo en uno» que integra en un mismo equipo cámara de alta resolución, iluminación de leds infrarrojos, unidad de proceso y la electrónica de control. Con capacidades de reconocimiento de imagen, pueden captar entre 25 y 50 por segundo y bajo cualquier condición: a altas velocidades (hasta 200 km/h), con tráfico denso, en condiciones de luz o meteorológicas desfavorables... Estas cámaras son capaces de captar infinidad de infracciones: si el conductor habla por el móvil, si él o los pasajeros llevan puesto el cinturón, si hay un animal fuera del transportín, si algún niño viaja sin su silla adecuada, si circula en sentido contrario, si para en zona prohibida o incluso si circula por una zona limitada sin acreditación. Se pueden montar como cámaras fijas en las carreteras y semáforos, pero también pueden incorporarse a cualquier turismo o moto. Según Tradesegur, la empresa distribuidora de Traffic Eye, ya hay instaladas más 150 cámaras de este tipo por toda España, la mayor parte de ellas en carreteras secundarias donde más accidentes mortales se producen.

El Multaradar C por su parte se conoce también como el “invisible”. Es el cinemómetro de ondas más avanzado de los que dispone Tráfico. Su objetivo es que no se le escape ni uno, por ello es capaz de captar infracciones de velocidad en seis carriles a la vez, independientemente de la dirección. Además, no solo es altamente eficaz montado en los postes de la carretera, tampoco tiene problemas en captar la matrícula de los infractores montado en un vehículo a alta velocidad. En este caso, como no cuenta con la clásica antena exterior en forma de cono, si está instalado en un coche te será más difícil reconocerlo.

Pero la característica que trae de cabeza a aquellos que se saltan la ley y llevan detectores de radares (recuerda que están prohibidos desde 2014 bajo sanciones que ascienden a 200 euros y la pérdida de tres puntos, que aumentan a 6.000 euros más la retirada de seis puntos en el caso de los inhibidores capaces de anular la señal del radar), es que emite unas ondas de alta frecuencia tan bajas que pasan desapercibidas para estos dispositivos, por lo que resulta prácticamente indetectable, por eso se le conoce con el sobrenombre de «el invisible».

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