Comienza el verano, y las operaciones salida y retorno, y la DGT ya ha preparado todo su arsenal para controlar los más de 89 millones de desplazamientos que se esperan por carretera en este periodo estival. Desde el pasado viernes, a los ya conocidos “Pegasus" se han unido cinco drones que nos vigilan desde el cielo, y que ya prestaron su primer servicio en el pasado puente de mayo. Los comentarios que comenzaron a oírse por los pasillos desde que hace unas semanas la DGT avisara sobre su puesta en marcha han sido muchos, sobre todo si ya podrían multar y controlar la velocidad. Pero, tranquilos, de momento no hay nada de eso.
Los cinco drones (4 en la Península y 1 en Canarias) sólo pueden vigilar; pueden captar infracciones dinámicas de adelantamientos indebidos o giros incorrectos, por ejemplo, pero no sabrán si circulamos a 100 o a 140 km/h. No incorporan cinemómetro. “Podrían servir para formular denuncias de circulación", me explica el director de AEA, Mario Arnaldo, pero serían "muy discutibles". ¿Por qué? Si la denuncia no es por observación directa sino porque la interpreta un agente de la autoridad desde su despacho al ver la imagen que ha captado el dron, no tendrá presunción de veracidad. Y es que la cámara del dron podría haber captado la imagen desde un ángulo que generara confusión y se podría interpretar de manera errónea. Tráfico podría dar valor a esa imagen, pero desde luego los Tribunales no.
A diferencia de Pegasus, los drones no están sometidos a ningún control metrológico. La validez de un aparato para captar infracciones estriba en que esté o no sometido a control. De alguna manera se tendrá que garantizar la inalterabilidad del vídeo o imagen. Así que, los nuevos drones no podrán multar mediante sus imágenes; solo realizarán labores de vigilancia. Nosotros, los conductores, seremos los que pongamos sentido común a nuestros viajes para que ningún tipo de aparato volador tenga que “dispararnos".
Así son los nuevos drones de la DGT
Estos nuevos drones miden solo 198 mm de largo y 85 mm de alto. Cabrían en un bolsillo. Están equipados con una cámara de 12,7 megapíxeles que permite captar imágenes de gran calidad. Funcionan a una altura de hasta 120 metros, tienen un radio de acción de unos 500 metros y gozan de una autonomía de 2 horas de vuelo.
Si la prueba piloto con los drones sale bien, en un futuro muy próximo podríamos hablar de radares, helicópteros y drones vigilando la circulación y, con casi total probabilidad, poniendo multas.