Probamos el Mazda CX-80, la mejor alternativa SUV al CX-60 aunque no uses sus siete plazas

Para algunos, la mayor ventaja del CX-80 respecto al CX-60 es que tiene una tercera fila de asientos que se puede utilizar ocasionalmente con niños de talla media. Para otros, los beneficios residen en un revisado chasis que mejora sustancialmente el confort y placer de conducción que ofrece CX-60, además de ser, como él, el SUV más competitivo de su clase.

Raúl Roncero

Probamos el Mazda CX-80, la mejor alternativa al CX-60 aunque no uses sus siete plazas.
Probamos el Mazda CX-80, la mejor alternativa al CX-60 aunque no uses sus siete plazas.

El nuevo Mazda CX-80 es un verdadero chollo en comparación con la totalidad de SUV que tienen siete plazas. Si lo comparas con marcas generalistas, este Mazda no es mucho más caro, pero sí es un coche más exótico, exclusivo, mucho más equipado y dispone de motores como el Diésel 3.3 litros E-Skyactiv D que, por sí solo, puede ser un factor de compra decisivo. Comparado con alternativas Premium, la diferencia mínima puede ser de entre un cincuenta por ciento, como poco, más competitivo por precio, o incluso hay alternativas con la misma tecnología de propulsión que pueden llegar a costar el doble que el CX-80.

Comparado con el Mazda CX-60, el coche del que deriva, su sobreprecio es de alrededor de 3.000 euros. Todos los Mazda CX-80 vienen de serie con tracción total a las cuatro ruedas. Los Diésel E-Skyactiv D de 254 CV tienen un precio comprendido entre 56.748 y 67.328 €, mientras que la versión híbrida enchufable E-Skyactiv G cuesta entre 56.544 y 67.324 euros.

Mazda CX 80
Mazda CX-80: así es su interior.

Aprovechamiento óptimo del espacio

Para quien necesite un SUV de siete plazas, el CX-80 es un modelo que puede cumplir sobradamente, siempre y cuando sea consciente del uso real que se puede destinar a la tercera fila. Mazda propone tres posibles configuraciones en sus tres filas de asientos. La más clásica de todas es la que incorpora una banqueta de tres plazas en la fila central que se puede desplazar 12 cm longitudinalmente. Hay dos alternativas más, en este caso con 6 plazas: 2+2+2, empleando dos butacas individuales en la fila central, disponible para las versiones con nivel de acabado Homura y a un precio prácticamente similar a las versiones con siete plazas; o esa misma configuración, pero añadiendo una consola central entre los dos asientos centrales, en este caso, con un sobreprecio de 850 euros.

Para conseguir introducir una tercera fila en el CX-80, Mazda ha modificado la batalla del CX-60 en 25 cm —3,12 m en total— y ha alargado la longitud de la carrocería en esa misma cantidad de centímetros —4,995 m en total—. El aumento de batalla conlleva también la modificación de ciertos elementos en el piso de este nuevo coche. Por ejemplo, el túnel de transmisión deja de ser regular y se convierte en un saliente con forma de T que obliga a que el pasajero central de la segunda fila se siente con las piernas muy abiertas. Lo más positivo de esta segunda fila es que ofrece accesos amplios, hay abundante espacio para las piernas y la anchura también es soberbia.

Mazda CX 80
Interior del Mazda CX-80.

El inconveniente técnico que particularmente veo en esta plataforma derivada del CX-60 es que tanto la primera como la tercera fila tienen muchos salientes en el piso que impiden apoyar los pies en posición natural, aunque no es algo realmente grave. Aunque aparentemente la tercera fila de asientos ofrece un espacio algo exiguo, cuando configuras la fila central en una posición en la que pueden viajar correctamente pasajeros adultos, el espacio disponible es realmente más que óptimo para que puedan viajar personas de estatura media, siempre que lleven un calzado que no sea especialmente ancho, como botas. Sólo podrías viajar en ellas si puedes introducir los pies debajo de la banqueta de la fila central, cuyo mayor inconveniente es que sus raíles inferiores y sus correspondientes guarnecidos dejan una anchura mínima para introducir los pies en ese espacio. Aunque la anchura está condicionada por los dos apoyabrazos con sus correspondientes huecos portabebidas, en realidad se agradece que ese elemento soporte el peso del cuerpo en los giros y baches.

Mazda CX 80
Mazda CX-80.

Como en la mayoría de los siete plazas, el acceso a la tercera fila no es especialmente cómodo; en este caso lo es porque los asientos laterales por los que se accede no pivotan, sino que se adelantan con el respaldo abatido. Es más fácil acceder por el lado derecho (solo hay que mover la sección corta de la banqueta y su correspondiente respaldo) que hacerlo por el izquierdo. El maletero, en las configuraciones más favorables, tiene una capacidad de 258 litros con la tercera fila levantada, 687 litros con los dos asientos posteriores bajados (queda perfectamente enrasado con el piso) y 566 litros con la segunda fila atrasada al máximo.

Nuevos ajustes de suspensión que le sentarían de maravilla al Mazda CX-60

Aparte del aumento de batalla, Mazda ha realizado ciertos ajustes en la suspensión con la finalidad de conseguir una relación entre comportamiento y confort más adecuada para el uso familiar de este coche. El resultado es tan satisfactorio tanto desde el punto de vista dinámico como en el de control y calidad de rodadura, que esperamos que Mazda no tarde en introducirlos en el CX-60. Los principales cambios que afectan al eje posterior son los siguientes: se prescinde de la barra estabilizadora y tanto los amortiguadores como los muelles tienen mayor flexibilidad que los que emplea la “versión corta” de este modelo. Delante, por su parte, cambian ligeramente las geometrías y se emplean amortiguadores de mayor firmeza. Con todos estos cambios, el CX-80 ya no tiene un tren trasero tan comprometedor, ofrece un rodar más refinado e, incluso siendo mayor, no parece menos aparatoso de conducir que el CX-60 porque cambia de dirección con mayor fluidez.

Mazda CX 80
Maletero del Mazda CX-80.

También hay algunos asistentes de seguridad que se han mejorado o son nuevos. Uno de ellos es el asistente de conducción irresponsable (Unresponsive Driver Support), que advierte de un uso demasiado violento de la dirección o desatención al volante. El sistema de frenado de emergencia en ciudad también ha mejorado y ahora puede alertar cuando viene un vehículo en sentido contrario a la hora de girar en un cruce.

Los motores siguen siendo los mismos que en el CX-60, con sus mismas virtudes y apenas aspectos negativos. El E-Skyactiv D de 254 CV es el nuevo 3.3 turbodiésel electrificado con un pequeño motor de 17 CV, red de 48 voltios y baterías de 0,33 kWh —es un coche con etiqueta ECO de la DGT—, y es probablemente uno de los mejores Diésel del momento. Anuncia un consumo de entre 5,7 y 5,8 l/100 km según versión, mueve con una agilidad asombrosa al Mazda CX-80 y es realmente suave.

El E-Skyactiv G es el Plug-In con etiqueta CERO también conocido del CX-60, un motor satisfactorio que puede conseguir hasta 60 km de autonomía eléctrica y que, si lo utilizas debidamente como híbrido, consigue también cifras de consumo bastante moderadas si empleas bien sus fuentes de energía. La mejor estrategia para conducir este PHEV en distancias largas por carretera, siempre que inicies el viaje con la batería cargada, es conducir en el modo Sport, aunque te pueda parecer una contradicción. La ventaja de este modo es que, en lugar de agotar la batería y empezar a circular en modo híbrido con ella a cero, utiliza la parte eléctrica para apoyar al motor térmico en fases en las que se requiere par o mucha potencia, consiguiendo una mayor eficiencia de este sistema híbrido enchufable. El mayor inconveniente que tienen tanto el CX-80 como el CX-60 con este motor es que el modo Sport es incompatible con el control de crucero.

Mazda CX 80
Mazda CX-80.

En las plazas delanteras no hay cambios ni en la forma ni en el fondo. Es un coche con calidades muy elevadas y con ajustes muy bien cuidados. Si a mí me parece un coche de aspecto algo anticuado es porque tiene un diseño demasiado formal y porque Mazda abusa del uso de piezas: todas las zonas están compuestas por más elementos de los que creo que serían necesarios, aunque el ensamblado es realmente perfecto. El cuadro de relojes y la pantalla multimedia son idénticos al CX-60, sobrios en cuanto a grafismos, colores o tipo de letra, pero intuitivos y fáciles de usar mediante un mando giratorio, como ningún otro sistema de la competencia. Respecto al CX-60, estrena tres novedades: integra Alexa en el control de comandos de voz, contempla datos en tiempo real para calcular la navegación y añade un asistente para el enganche de remolque.

Todos los precios del Mazda CX-80 E-Skyactiv D

  • Mazda CX-80 E-Skyactiv D Exclusive-Line: 56.748 €
  • Mazda CX-80 E-Skyactiv D Homura: 62.678 €
  • Mazda CX-80 E-Skyactiv D Takumi: 63.778 €

Todos los precios del Mazda CX-80 E-Skyactiv G PHEV

  • Mazda CX-80 E-Skyactiv G PHEV Exclusive Line: 56.544 €
  • Mazda CX-80 E-Skyactiv G PHEV Homura: 62.474 €
  • Mazda CX-80 E-Skyactiv G PHEV Takumi: 63.574 €

 

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